Vaya Federico, hoy te escucho hablar—o escribir—con la claridad que siempre te ha caracterizado, por la que comenzamos a leerte en Milenio, periódico que tú fundaste como editor en jefe junto con los señores González allá en Monterrey, siendo cesado al abiertamente apoyar la candidatura del hoy presidente de la república anterior a la elección de 2006. Te puedo asegurar que la principal razón por la que los escríbanos periodistas o los doctos opinadores, salvo honrosas excepciones, cuestionan sin sustento que valga su diaria acidez, desacreditando casi todas acciones del gobierno, es que ninguno de ellos o ellas conoce a fondo quién es realmente la persona que encabeza este titánico movimiento para liberar a México del abuso de poder que padecimos e ignoran o dudan de las altas calificaciones que realmente posee.
Te doy un ejemplo de cómo reaccionarios o reaccionarias que les cae mal AMLO por razón que sea--son libres-- pero su razón no tiene peso en el contexto de la realidad que se vive. Se le van a la yugular a causa del manejo de la pandemia sin especificar en sus redacciones la globalidad del inesperado flagelo. Sus criterios se achican en este sentido centrados en su animadversión pareciera que hacia el México dirigido con transparencia y con ética. La verdad sobre la pandemia es que el Covid-19 mientras no se apliquen las vacunas seguirá arrasando en el mundo entero. El que nuestro líder AMLO, como lo informó ayer, lo considere el primordial asunto a resolver, independientemente del disgusto por la personalidad o las formas percibidas por algunos del epidemiólogo López Gatell quien dirige esta cruzada, nos pide el presidente, en quien confiamos, nuestra cooperación para cuidarnos mutuamente con responsabilidad personal, con distancia y sin agrupamientos. Esto es una tranquilidad para la gente, nos incita e invita a obedecer lo que se nos pide de voluntad propia, es decir, la palabra y el compromiso del presidente de la república vale para casi un 70% de la población. Aun así, obedeciendo reglas y sugerencias, mundialmente hablando no cesarán los contagios o fallecimientos por Covid19, hasta que, repito, el planeta logre dominar al letal invasor con un antídoto. Sacrificar a un solo especialista mexicano o a una normativa, es pura negatividad, es ver el vaso medio vacío, es grillar para dañar a AMLO en directo.
A veces te leo Federico como siempre lo he hecho cuando puedo en este tu propio exitoso medio y pienso: él sí conoce a fondo quién es AMLO, él sí ha convivido de cerca con el líder tabasqueño y sabe nunca defraudará al pueblo mucho menos sus propios principios, él sí ha comprobado la enorme capacidad profesional que posee AMLO como honesto administrador de los bienes nacionales. Sí, tú Federico, has colaborado con entrega poniendo tu esfuerzo durante difíciles épocas de campaña contra el estatus quo, a favor de la transformación nacional que prometió el proyecto alternativo de nación, trabajaste a pulso para lograr que un verdadero visionario, un ser honesto, un certero guía de la sana economía de estado llegara a representarnos, pero aplicando la lógica de saber que no estaría exento de errores un proyecto de tal magnitud de tal envergadura porque así es lo humano. A la pregunta tuya de ¿por qué AMLO es tan popular? Yo cuestiono el ¿por qué se ensañarán a diario casi todos los informativos criticando acciones que perciben distorsionadas a causa de su personal animadversión? ¿Por qué las directas denostaciones hacia el presidente sin bases que lo ameriten? ¿por qué el ataque constante a un loable proyecto que está dando buenos frutos? ¿por qué aportar para dañar al primer gobierno ético que tenemos los mexicanos? ¿De plano su ceguera es tal, que nada bueno ven? Me parece una falta de seriedad.
En efecto, la razón de la fuerza de nuestro presidente es su ética inamovible y su gran capacidad administrativa. Pero la razón de la guerra sucia de la oposición es su debilidad, y su desconocimiento de la persona que sí es AMLO. Somos millones de mexicanos y de mexicanas, tú incluido me consta, que por sus actos lo reconocemos como gran líder. Por lo que, lo que nuestro presidente pueda parecer ser, frente a los que pretendían conservar lo de antes, carece de importancia, porque la oposición al proyecto de la 4T se ha auto denigrado, se auto degrada a diario frente a los ojos e intuición de los ciudadanos precisamente por carecer de ética.