Mark Zuckerberg ha sido acusado públicamente de comprar el resultado actual de la elección presidencial en Estados Unidos. Es la pieza que faltaba para entender las acusaciones de fraude del equipo legal del Presidente Donald J. Trump, y por qué sus reclamos han sido ridiculizados constantemente por los grandes medios de comunicación en aquel país.

El archimillonario Mark Zuckerberg, fundador y dueño mayoritario de Facebook, ha sido señalado de aportar cuando menos 350 millones de dólares, a través de una asociación civil creada por él y su esposa, para celebrar convenios con las maquinarias electorales pro-demócratas en varios condados de estados bisagras. Así lograron generaron los votos —legales e ilegales— necesarios para contrarrestar lo que en realidad ha sido un triunfo contundente del Presidente Donald J. Trump.

Escándalo Visible Silenciado

Esta información, que describe un escándalo sin paralelo, fue divulgada con gran detalle durante la audiencia que legisladores del Estado de Georgia concedieron al equipo de abogados presidido por Rudy Giuliani el pasado 3 de diciembre en la ciudad de Atlanta. También resulta inaudito, el hecho de que nadie haya negado los hechos denunciados y que, sin embargo, la información no hubiera tomado vida propia en los medios de difusión.

En dicha audiencia pública, retransmitida por internet, el señor Scott Walter, dio lujo de detalles de esta maniobra electoral de Zuckerberg. (Youtube, https:///youtu.be/-i-9ERaF2JY) Este investigador de Washington se dedica a seguir de cerca la actuación de las asociaciones privadas de beneficencia. La fundación utilizada por Zuckerberg como interpósita persona es Center for Civic Life, Limited, (CTCL) una asociación sin fines de lucro, que recibió ese dinero de parte del matrimonio Zuckerberg. Cuenta con un estatus fiscal de “501-C3 non-profit”, que la autoriza a hacer obras de beneficencia, mas no de carácter partidista. Al hacer labor partidista sin este tipo de licencia, Zuckerberg estaría violando leyes electorales, fiscales y las relativas al financiamiento de campañas que le deberían acarrear serias consecuencias personales.

De acuerdo a lo manifestado por Scott Walter, CTCL celebró en Georgia 44 contratos con otros tantos condados en ciudades en los que se concentraron las más cuantiosas votaciones en favor de Joe Biden. “Ese dinero hizo una diferencia dramática en su elección (refiriéndose a los legisladores presentes) este noviembre, y no fue una diferencia no-partidista.” No puede esto sorprender, agregó el investigador, porque “sus líderes (de CTCL) vienen todos de otra organización pro-demócrata, sin fines de lucro llamada The New Organizing Institute” a quienes el Washington Post consideró como magos electorales. Nueve de los donativos más grandes que hizo CTCL fueron a condados donde Biden tuvo muchos más votos que los demócratas hace cuatro años.

La Denuncia mas Concreta

Días antes, el 30 de noviembre, se reveló otra fuente que también ha investigado la intervención electoral de Zuckerberg y su fundación cívica. Se trata del ex-procurador de Kansas, Phil Kline, quien fue entrevistado en el canal de cable NEWSMAX por Grant Stinchfield. (Youtube: https://youtu.be/jE3uLAgEywA) NEWSMAX es uno de los pocos canales no alineados a los grandes medios a nivel nacional.

En esa entrevista en vivo, el abogado Kline amplió los detalles que el investigador Scott Walter, presidente del Capitol Research Center, proporcionó a los legisladores del estado de Georgia. Los contratos obtenidos judicialmente, reveló Kline, muestran que para todos efectos prácticos, Zuckerberg, a través de su fundación CTCL, tomó el control de la organización de las elecciones en los estados claves y sobretodo ciudades y condados mayoritariamente demócratas. Con su dinero, la fundación pactó el pago de los sueldos de todos los directivos electorales y de los empleados eventuales contratados para recibir los votos y votantes. Con ese dinero también se compró la seguridad en los conteos, se contrataron las máquinas de Dominion que son enteramente vulnerables a ser hackeadas y sus resultados manipulados. También mandó instalar docenas de buzones receptores de votos “por correo” que carecieron el sello con la fecha de entrega. Ello abrió la puerta a votos recibidos después del 3 de noviembre. Toda esta maniobra electoral con apoyo de tecnología Facebook de primer mundo para mapear preferencias electorales en sectores de la población, fue disfrazada como una aportación de los Zuckerberg, con la excusa de hacer mas segura la elección frente a la amenaza del COVID-19.

Corrupción Institucional

Todos estos pactos entre CTCL y los condados resultan en una corrupción institucional sin precedentes. Hay un toma y daca que seguramente es ilegal en los Estados Unidos, pero sin duda totalmente inmoral y contraria al espíritu de la libertad del voto. Los contratos revelan que los condados que entregaron el control de las elecciones a CTCL, recibieron un apoyo económico consistente en millones de dólares cada uno. Son tan corruptos los tratos que acuerdan con un lujo de detalle hasta el personal que debía nombrarse para los puestos importantes, y contienen una cláusula que amenaza cobrar lo sufragado al condado si no se obtienen los de resultados esperados. Para quienes han demandado pruebas del fraude, baste saber que estos documentos son pruebas públicas obtenidas en litigios iniciados bajo leyes de transparencia.

Esta maquinación dolosa para generar votos masivamente y ejercer el control final de los mismos, encaja perfectamente bien y validan las innumerables denuncias bajo juramento que están siendo presentadas por ciudadanos espantados por las ilegalidades que generó el plan de la fundación de Zuckerberg durante los días previos y posteriores, incluyendo el día de la elección. La lista de anomalías es casi interminable porque todo lo que puede ir mal en una elección honesta, salió mal. Hay distintas fallas, algunas de centenares de votos, y otras alcanzan decenas de miles y quizá hasta cientos de miles de votos ilegales. Otro periódico no alineado, The Epoch Times ha preparado un resumen de categorías de los diferentes tipos de denuncias.

Los condados comprados con el dinero de la fundación de los Zuckerberg están en grandes ciudades como Las Vegas, Phoenix, Detroit, Pittsburgh, Philadelphia, Atlanta, Milwaukee y Detroit. Tienen algo en común: las gobiernan maquinarias demócratas con antecedentes de fraude electoral todas ellas. Los empleados de Zuckerberg debieron saber dónde meter su dinero para optimizar resultados. El resultado, sin embargo, se pasó de sucio. Por lo tanto, la queja de los republicanos no es gratuita. Se empadronaron y votaron muertos, personas sin domicilio legal, registrados en lotes baldíos o buzones de correo (PO boxes), o que suplantaron a otros que quisieron y no pudieron votar en persona. Hay miles de votantes que votaron dos veces. Hay muchísimos ilegales que votaron, y otras personas que votaron en dos estados al mismo tiempo. Hay decenas de boletas contabilizadas sin sobre y muchas otras que nunca fueron dobladas y en paquetes impecables. Otras boletas traen los óvalos con el candidato Biden rellenados en forma impresa, con un mismo defecto todas. La lista es más amplia aún.

Miles de Firmas Falsas

El grueso de las anomalías sin embargo, se concentra en los cientos de miles de votos que llegaron por correo a cada condado que entró al pacto con CTCL. Los empleados y personal de seguridad impidieron a los observadores republicanos estar verificando que las firmas de los sobres conteniendo las boletas se cotejaran contra las firmas vigentes en las listas oficiales de votantes. Hay videos donde los empleados aplauden y celebran cuando dichos observadores fueron obligados a retirarse o sacados a empujones del lugar de recepción de votos. En otros casos, se emplearon máquinas para cotejar, pero que eran tan imprecisas que cualquier garabato pasaba como la firma registrada. Y para colmo, esas autoridades compradas desobedecieron y luego apelaron una orden de un juez que les ordenaba dar acceso a los observadores para cumplir con su función. El caso es que los republicanos nunca pudieron ejercer ese derecho en forma efectiva.

En las elecciones anteriores, cuando se verificaban las firmas en forma correcta, aproximadamente un 6 por ciento de los votos eran rechazados. En esta ocasión, con cientos de miles de votos y hasta millones enviados por correo en Estados Unidos, menos del .2 por ciento han sido rechazados. Por ello el Presidente Trump y su equipo están insistiendo en hacer una auditoría a los sobres con las firmas en las que llegaron las boletas con los votos. Los votos rechazados serían muchas veces más que el número de votos por los que supuestamente Biden ganó a Trump. Trump lo dijo en su discurso del día 2 de Diciembre. Me fui a dormir “ganando por mucho y amanecí, perdiendo por muy poquito”. Un caso que ha causado escándalo por el modus operandi como lo fue sacar maletas con votos que estaban ocultas bajo una mesa.

Videos dan razón a denunciantes

La parte que jugaron los equipos de funcionarios electorales escogidos por parte de los funcionarios pro-demócratas de la fundación de Zuckerberg, fue clave para que decenas de miles de votos espurios fueran contabilizados como válidos en los estados bisagra que decidirán la elección. En la misma sesión de Atlanta concedida a Giuliani, se mostró un video en el que se ve cómo los funcionarios electorales de un centro de conteo informan que se va a suspender el trabajo hasta el día siguiente. Con ese engaño remueven a los observadores y a los periodistas presentes. Luego ya solos, el video los muestra sacando unas maletas que estaban escondidas bajo una mesa con mantel hasta el piso, con miles y miles de votos. Luego se ve claramente cómo los incorporan al conteo durante más de dos horas, sin supervisión alguna. Hasta la fecha nadie ha explicado el origen de esas maletas con boletas. En una gráfica sobre de la contabilidad de votos de esa noche se logra apreciar el pico repentino de votos agregados.

Acuerdo Ilegal afecta votos por correo

La combinación de los votos por correo con la campaña de “promoción del voto” hecha por la fundación de Zuckerberg, esa sí totalmente legítima, generó un verdadero alud de votos que han servido de justificación para no revisar con el cuidado debido las firmas que los validan. Sin embargo, el camino para esta laxitud ya había sido preparado anteriormente. Lo dispuesto por la legislación electoral en materia de votos por correo fue modificada por un acuerdo entre el Secretario de Gobierno de Georgia, encargado principal de organizar las elecciones, y la activista y ex-candidata a Gobernador, la demócrata Stacey Adams. Esta lideresa Afro-americana logró convencer al Secretario de modificar las formalidades de las firmas con la excusa de propiciar la facilidad para inscribirse y de paso la participación en la elección. Ese mismo ambiente de relajar el sistema de votación, combinado con una tradición de considerar el comportamiento ciudadano con total buena fe, resultó fatal para mantener el orden que garantiza legalidad. Al parecer cada pieza del rompecabezas cayó en su lugar.

Estadísticas revelan imposibles

El Presidente Trump ha dicho que no va a conceder porque está convencido que ganó con votos limpios. Hay muchísimas hechos y estadísticas que lo apoyan. Por ejemplo, ganó Ohio y Florida, lo cual en otras elecciones conducía a un triunfo seguro. Biden en cambio, perdió contra los votos obtenidos por la señora Hillary Clinton en todo Estados Unidos hace cuatro años, salvo los condados donde interviene el plan financiado por los Zuckerberg. All, Biden, que nunca hizo campaña y se la pasó casi toda encerrado en el sótano de su casa, le gana inclusive a Obama que era tremendamente popular. Muchas otras estadísticas muestran comportamientos “imposibles” y otros números son de plano ridículos, como el caso de secciones electorales o “precincts” que recibieron más votos que el número total de habitantes.

Las Máquinas Dominion

Es realmente inconcebible que tantos estados de la unión americana hayan contratado a una empresa llamada Dominion para hacerse cargo de instalar el equipo de recepción electrónica de votación y las computadoras que sacan los totales. Basta decir que estas máquinas y su software se originaron en el gobierno de Hugo Chavez para hacer fraude. Esta característica sigue presente, al decir de otro experto, Phil Waldron que compareció en las audiencias de Georgia, Pennsylvania y otras más. El ha dicho que las máquinas están conectadas a internet innecesariamente, lo cual las hace vulnerables a hackeos y tienen puertos de entrada para tomar control de ellas. Su software es propietario y secreto, en vez de contar con un código abierto que pueda ser emulado y probado por cualquier persona. Algunas de las estadísticas muestran comportamientos totalmente anti-naturales en los conteos de votos, y existe una grave presunción de que eso solo se logra mediante un algoritmo único aplicado a todas las máquinas con el fin de producir cifras que no despierten tanta sospecha. Como en el caso de los votos por correo, al parecer, las huellas del fraude se hacen presente por lo exagerado del mismo. Cómo es que con esos antecedentes se sigan vendiendo en más de cien millones de dólares en cada estado, arroja sospechas de corrupción por parte de los funcionarios que han tomado la decisión.

El Procurador Barr y el Departamento de Justicia

En la entrevista con NEWSMAX, en la cual el ex-procurador Kline denuncia la maniobra de Zuckerberg, deja entrever que el FBI tiene abierta una investigación en una oficina en California. Afirma de paso, sin dar detalles, que lo que sucedió fue ilegal, implicando la comisión de un delito federal. Sin embargo, casi al mismo tiempo el Procurador General de Estados Unidos, William Barr afirmó en entrevista con la Associated Press, que “hasta el momento, no había pruebas de un fraude masivo.” La prensa anti-Trump tomó esa frase para difundir que Barr y el Departamento de Justicia decían que no había habido fraude. A su vez, los abogados de Trump de inmediato respondieron que quizá lo decía porque no habían buscado, que denuncias había muchas e incluso indebidamente ignoradas por el Departamento de Justicia y el FBI. Barr no dijo que hubiera una investigación penal, pero tampoco lo negó. En todo caso, si hay alguna no se ha concluido. Lo que sí queda claro, es que Barr es partidario de no resolver hechos indebidos en una elección, mediante procesos penales. En todo caso, las controversias en materia electoral en Estados Unidos se considera corresponde decidirlas a la justicia civil. Las pruebas de hechos criminales tienen una barrera mucho más alta que en materia civil. Trump tiene aún algo de tiempo, no mucho, para que alguna o varias de las controversias iniciadas sean admitidas en apelación ante la Suprema Corte de Justicia.

Legislaturas empoderadas por la Constitución de EUA

El antecedente judicial de lo sucedido en Florida en el año 2000, en la controversia electoral entre George W. Bush y Al Gore, es extremadamente relevante en esta situación. El abogado y profesor de derecho constitucional John Eastman aportó razonamientos altamente ilustrativos que crearon gran impacto en los legisladores. En resumidas cuentas les dijo: que la Constitución de los Estados Unidos les dio a las legislaturas una facultad directa para establecer “la manera de decidir la designación de los electores que acudirán al colegio electoral.” Si esta facultad fue conferida a los ciudadanos para que lo decidieran mediante una elección abierta, y si existen pruebas suficientes de que esa elección no generó un resultado confiable, entonces la misma disposición constitucional les permite y hasta obliga a retomar la facultad y nombrar directamente a los electores que representen a Georgia ante el Congreso Federal que deberá calificar la elección presidencial en última instancia. Inclusive, les dijo Eastman, si el Gobernador se niega a convocar una sesión de la Asamblea de Georgia, ellos deben cumplir con la Constitución Federal que los designó directamente. Ninguna ley del Estado puede impedir el mecanismo constitucional federal. Además de Georgia, lo mismo aplicaría a otros estados con resultados electorales apretados y altamente inverosímiles, como son Nevada, Arizona, Wisconsin, Michigan y Pennsylvania.

Fraude Deja Huella

La experiencia dice que un fraude así, con caídas de sistema y números imposibles deja huella y existen en cantidades asombrosas. La intervención de Zuckerberg a través de su asociación civil nos ha dado la explicación que muchos buscaban, pero nadie lo ha acusado formalmente y tampoco nos toca hacer eso. Lo que sí es indudable es que las elecciones en varios estado bisagra han sido afectadas por grandes dudas y muchos actos ilegales. En esas condiciones la influencia de Zuckerberg pudiera resultarle contraproducente, si los legisladores estatales retoman el control de la designación de los enviados al Colegio Electoral.

En esta ocasión, sin embargo, es difícil para cualquier autoridad ignorar la gran cantidad de ciudadanos norteamericanos que están denunciando valientemente ante quienes quieran escucharlos. La elección no ha terminado y la proclama de Biden como Presidente electo hecha por los medios de comunicación es un indicio muy claro de que estamos viviendo un momento coyuntural de primera magnitud. Las diferencias entre republicanos y demócratas son tan hondas y tan intensas que cualquiera que sea el resultado final de la elección, será solamente el principio de una nueva etapa interna con repercusiones en todo el planeta, especialmente Latinoamérica.

Si bien la OEA nunca ha logrado verse muy funcional en su actuar para defender el derecho a votar y a elecciones limpias, en el Pacto de San José queda muy claro que es obligación de todos los ciudadanos de este continente pugnar y hacer algo por la transparencia y certeza de los resultados electorales. Esperamos que Estados Unidos dé un ejemplo de ello al resto del Continente.