El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), acaba de anunciar que la nueva Secretaria de Educación Pública será la Profra. Delfina Gómez Álvarez, quien sustituye a Esteban Moctezuma Barragán, quien es el nuevo Embajador de México en Estados Unidos. En su anuncio, AMLO comentó que "nunca había ocupado la Secretaría de Educación Pública una maestra de primaria”.
La profesora estudió la licenciatura en Educación Básica en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), una maestría de Pedagogía y otra en Educación con especialidad. Su carrera como docente comenzó en 1982, que desempeñó durante 17 años. Posteriormente, fue subdirectora auxiliar de Proyectos en la Secretaría de Educación del Estado de México de 1998 a 2012, lapso en el que también fue directora escolar de un colegio privado.
En 2012 inició su carrera política al ser candidata de Movimiento Ciudadano y el Partido del Trabajo a la Presidencia Municipal de Texcoco, cargo que ocupó de 2013 a 2015. En 2017, con Morena, buscó y perdió la gobernatura del Estado de México ante Alfredo del Mazo. Fue diputada federal por Morena (secretaria de la Comisión de Fortalecimiento al Federalismo e integrante de la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos) y es senadora con licencia desde diciembre de 2018. Actualmente, se desempeñaba como delegada federal de los programas del Bienestar en el Estado de México.
De acuerdo con Gilberto Guevara Niebla, la designación de la profesora pierde importancia “frente a la duda fundamental que tenemos sobre lo que quiere hacer AMLO en materia de educación. ¿Piensa acaso que los programas de becas y de apoyo a las escuelas son acciones suficientes en materia educativa? ¿Se abstendrá de realizar políticas dirigidas a mejorar la calidad de la educación?”
Yo agregaría que la nueva secretaria enfrentará grandes retos educativos que dejaron Esteban Moctezuma y la pandemia, entre los que se encuentran los siguientes:
1.- Sustituir la anterior reforma educativa (que desbarató la 4T) por una nueva, que no ha podido iniciar. Por lo que se percibe un vacío que vemos difícil de llenar, sobre todo si no se tienen los recursos necesarios para ello. El recorte presupuestal en materia educativa de 2021 es catastrófico (si no se cuentan los programas de becas estudiantiles).
2.- Reparar el daño ocasionado por la eliminación de programas educativos, ya sea de facto o por inanición financiera, como es el caso de las escuelas de tiempo completo y los programas de capacitación docente.
3.- Salvar a la educación normalista de su muerte por asfixia financiera y por la poca relevancia de sus planes y programas de estudio ante la realidad impuesta por el covid-19. Este sistema educativo requiere de una reingeniería a fondo, que tome en cuenta la educación a distancia, con el uso de las nuevas tecnologías de la información con propósitos pedagógicos.
4.- Lo mismo se puede decir de los programas de capacitación docente, que carecen de presupuesto.
5.- Implementar programas y política educativas para evitar la caída de la matrícula, la pérdida de aprendizajes, el abandono escolar y la baja eficiencia terminal.
6.- Rehacer un sistema de evaluación sobre el sistema educativo que genere indicadores válidos y confiables, con el fin de monitorear el estado en que se encuentra el Sistema Educativo Nacional, y poder tomar decisiones basadas en evidencias y no en ocurrencias.
A primera vista, parece que la designación de Delfina es una decisión política, que obedece a su buena relación con AMLO y a su inmediata aprobación por el SNTE y la CNTE. Pero tener buenas relaciones con el mandatario y con las cúpulas sindicales no basta para poder dar buenos resultados en materia educativa. Se requiere, además de la confianza, contar con la capacidad y voluntad política para resolver los grandes retos que enfrenta actualmente la educación en México. El tiempo dirá si fue una buena elección presidencial.
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(El autor es presidente del Consejo Directivo de Métrica Educativa, A. C.)