Destinatarios vía SDP Noticias:
Agustín Basave Benítez, Alejandra Moreno Toscano, Alejandra Rangel, Alejandro Díaz Villalobos, Alejandro Gurza Obregón, Alejandro Junco de la Vega G., Alejandro Mayagoitia, Ana Irene Arellano, Antonio Elosúa Muguerza, Armando Garza Sada, Blanca Avelina Treviño, Carlos Gersherson, Carlos Hank González, Carlos Loret de Mola, Carlos Puig, Carlos Ramírez, Carmen Aristegui, Carmen Lira, Cecilia Corona, Ciro Gómez Leyva, Cuauhtémoc Cárdenas S., Daniel Sertvije Montull, Denise Dresser, Denise Maerker, Diego Fernández de Cevallos, Diego Valadez, Elena Poniatowska, Emilio Goicoechea, Enrique Alduncin, Enrique Caballero Peraza, Enrique Krauze, Enrique Mercado, Enrique Regules, Enrique Zambrano, Ernesto Sánchez Aguilar, Eugenio Elorduy, Eva Gonda, Federico Reyes Heroles, Fernando Belaunzarán, Fernando Canales Clariond, Francisco Búrquez Valenzuela, Francisco González, Francisco Martín Moreno, Gerardo Fernández Noroña, Gustavo de Unanue, Héctor Aguilar Camín, Héctor Fix Zamudio, Hipólito Mora, Humberto Treviño Landois, Ignacio Morales Lechuga, Jaime Cárdenas, Jesús Cantú Escalante, Jesus Silva-Herzog Márquez, Joaquín López Dóriga, Jorge G. Castañeda, Jorge Tello Peón, Jorge Volpi, José Antonio Fernández, José Cárdenas, José Manuel Mireles Valverde, José Martín Carmona, José Rivero Santos, José Woldenberg, Juan A. González Moreno, Juan Ealy Ortiz, Juan Pardinas, Juan Ramón de la Fuente, Juan Villoro, Julia Carabias, Julio Faesler, Leo Zuckerman, Lolita Ayala, Lorenzo Meyer, Luis Nava, Luis Rubio, Manuel Clouthier Carrillo, María Amparo Casar, María Teresa García de Madero, Marieclaire Acosta, Octavio Moreno Toscano, Pablo Gómez, Paco Ignacio Taibo, Patrick Slim, Pedro Aspe Armella, Porfirio Muñoz Ledo, Raúl Livas, Raúl Ugalde, René Pavlovich, Ricardo Martín Bringas, Ricardo Pascoe Pierce, Ricardo Salinas Pliego, Ricardo Villa Escalera, Roberto Gil, Rodolfo Elizondo, Rogelio Sada Zambrano, Roger Bartra, Rolando Cordera, Ruiz Mateos, Salvador Rosas Q., Santiago Pando, Sergio Aguayo, Vidal Garza Cantú, Waldo Fernández, Ximena Peredo
Estimados(as) Conciudadanos(as).
Esta CARTA contiene un llamado urgente a un poco más de cien mexicanos. Veremos cuántos coincidimos en el diagnóstico presentado. Si una gran mayoría coincidimos, más delante propondremos juntos una solución.
MEXICO está enfermo. La enfermedad se ha ido agravando desde cuando menos hace 30 años y ataca las principales instituciones. El atraso comparativo con lo logrado por otros países durante este período no deja duda. En muchos rubros no avanzamos; en otros retrocedemos.
Apelar a las instituciones o a las autoridades resulta inocuo. El colapso es casi total. El inventario de males, que no son menores y no son pocos, se listan más abajo.
Se requiere una acción remedial urgente. El reto le corresponde a personas con probada capacidad y honestidad. Solo se requieren las suficientes para crear una masa crítica que luego crecerá para cubrir todo el país.
Esta carta es un exhorto dirigido a cien mexicanos y mexicanas que visiblemente despliegan un liderazgo visible en su ámbito de actividades. Se trata de validar el diagnóstico siguiente:
Los síntomas de la descomposición y el fracaso institucional son tres:
1.- CORRUPCION: La corrupción está desbordada y obstaculiza cualquier progreso. Los malos ejemplos cunden. Se ha perdido la referencia de lo correcto e incorrecto, de lo legal y lo ilegal. México ha perdido su brújula.
2.- INSEGURIDAD: La inseguridad es la norma, la seguridad es la excepción. Nadie se salva de los secuestros, de las extorsiones, pagos de piso, amenazas, y proliferan todo tipo de violaciones a los derechos humanos. En la vía pública, todos estamos expuestos a infinidad de riesgos. El gobierno es incapaz de brindar seguridad. La gente desconfía de sus autoridades. La enorme cantidad de muertes violentas corrobora el pesimismo. La ley de la selva es la única ley suprema. El surgimiento y fortalecimiento de los grupos de auto-defensas se justifica por la complicidad de autoridades con delincuentes.
3.- IMPUNIDAD: La impunidad impera. La cifra negra resalta como estadística: solo se castiga al 2% de los delitos. Esto implica el fracaso más absoluto de nuestro sistema de justicia y la negación del Estado de Derecho. Las cárceles son escuelas para el crimen y refugios seguros para ejercer la delincuencia.
Las instituciones que están fallando y requieren ser reparadas o rediseñadas con toda urgencia son las siguientes:
1.- EJECUTIVO: Los poderes ejecutivos a todos los niveles se caracterizan por su mal ejemplo, sus gastos excesivos, su afición por la publicidad, su falta de transparencia, su poca preocupación por sus obligaciones principales: la seguridad y la justicia. La Secretaría de Hacienda ha aparecido como una fuente de financiamiento de gobernadores corruptos y del partido en el poder, y cómplice en un esquema de otorgamiento de moches a los diputados. El Presidente de México se comporta como un títere de fuerzas ocultas, sin personalidad propia, cuya preocupación parece ser cooptar a los medios de comunicación. Muchos gobernadores han resultados verdaderas amenazas públicas por su corrupción abierta y sin límite.
2.- LEGISLATIVO: Los partidos se han apoderado del poder legislativo para su beneficio. Unos cuantos líderes controlan las iniciativas y la generación de nuevas leyes. La disfuncionalidad legislativa está produciendo leyes absurdas y manteniendo instituciones inoperantes.
3.- ELECCIONES: Las leyes electorales producen resultados inversos a los deseados. Las fronteras ideológicas de los partidos están borradas, la generación de buenos ciudadanos es nula, el respeto a las fórmulas democráticas es inexistente. Sistemáticamente llevan y mantienen en el poder a los peores en vez de los mejores. Los partidos son un desastre porque son los primeros en eludir su compromiso con la democracia. Los tiempos electorales no se respetan porque son absurdos. Las prohibiciones a la libertad de expresión son un contrasentido. Las candidaturas independientes son prácticamente inoperantes o disfuncionales. Los subsidios son una burla contraproducente. Ninguno de los candidatos de las tres principales coaliciones es producto de un proceso democrático y abierto. La partidocracia ha resultado una fórmula fallida y no logra proponer a los mejores candidatos. La existencia de pre-campañas son un mal chiste y las campañas se adelantan descaradamente.
4.- EDUCACION: La educación está en la ruina más absoluta. Fallan las escuelas públicas y las privadas tienen estándares muy bajos en todos los rubros. Las organizaciones magisteriales están totalmente politizadas y son un estorbo para el fortalecimiento de la educación. Los resultados están a la vista y México está totalmente rezagado. Se requieren acciones radicalmente innovadoras y audaces.
5.- ECONOMIA: El aparato económico está en una situación de gran fragilidad. Apostamos a un TLC que no dio los frutos esperados y está a punto de ser cancelado o modificado en nuestro perjuicio. La pobreza ha crecido. El desarrollo está detenido. No se satisface la demanda interna y la migración sigue siendo la aspiración de más del 50% de los mexicanos.
6.- JUSTICIA: El nuevo sistema de justicia penal ha resultado en un fracaso estrepitoso. La Suprema Corte se bambolea en la incertidumbre. Decenas de miles de personas peligrosas bajo proceso han salido a la calle. No existe sintonía entre las capacidades de los policías que realizan las aprehensiones y los ministerios públicos que formulan las acusaciones. Los jueces están totalmente rebasados por leyes que los obligan a actuar en contra del sentido común. Las víctimas se duelen y los delincuentes celebran.
7.- DIVISAS: Las fuentes de divisas se están secando. Salvo las remesas, las tres principales fuentes de divisas se están secando. Las armadoras pueden sucumbir a la renegociación del tratado de libre comercio. PEMEX es zona de desastre. Las reformas llegaron tarde y peor aún, sin prisa. Estamos importando las tres cuartas partes de toda la gasolina que usamos. Las exportaciones sufren por partida doble, baja en la producción y precios muy por abajo de los récords históricos. Los ingresos por turismo están en peligro por problemas de inseguridad. Cada uno de estos temas ameritaría ser tratado individualmente con mayor detalle.
8.- JOVENES: La juventud está desorientada y desmotivada. No hay fuentes de empleo a la vista para absorber la demanda. El ocio y las tentaciones por el dinero fácil hacen una combinación muy peligrosa. El consumo de drogas va en aumento y existe una confusión peligrosa sobre los efectos de drogas como mariguana, cocaína, meta-anfetaminas. La ausencia de criterios morales siembra el campo para el aumento de actividades delincuenciales en la juventud. Faltan buenos ejemplos entre los adultos.
9.- RELACIONES EXTERIORES.- Tirantez en las relaciones exteriores. Principalmente respecto a los Estados Unidos, nuestros países carecen de una estrategia ganar-ganar entre nuestras relaciones económicas, culturales, migratorias, etc. Es urgente replantear un marco de colaboración que respete el marco legal soberano y de derechos humanos de ambos países.
10.- BUROCRATIZACION EXTREMA.- Durante los últimos 30 años hemos confiado hasta el punto de una fe ciega en la burocratización extrema. La fórmula se ha estado replicando en los reglamentos que emanan del Ejecutivo, del Congreso, y en la creación de órganos autónomos como el IFE/INE, IFAI, COFETEL, COFECO, y amenaza con seguir hacia otros como el SISTEMA ANTI-CORRUPCION. No digamos lo que ha sucedido con los partidos políticos subsidiados y la paz comprada en las principales universidades, verdaderos feudos extra-territoriales en cuanto a la aplicación de la ley se refiere. Lo que nadie o pocos se percatan es que todas estas soluciones, contrarias a la modernidad, son la causa principal del desorden y el caos imperantes. Si tras la elección de 2018 se sigue recurriendo a este tipo de soluciones, entonces la enfermedad de la que hablamos se puede convertir en terminal.
Esta carta contiene tres manifestaciones o síntomas de la descomposición del país. Los diez puntos de diagnóstico son meramente la enumeración de las fallas institucionales más obvias.
Si coincidimos en la existencia de la enfermedad y el tiempo que tiene gestándose, hay que revisar a fondo las consecuencias. Las ofertas políticas y programáticas pueden ser producto o expresión de ese mismo mal. En otras palabras, un organismo enfermo quizá solo puede ofrecer soluciones igual o peor de enfermas. Averiguar si ese es el caso es lo que los cien convocados tendrán como misión inicial.
Se solicita a los convocados a responder con cualquiera de dos pares de opciones. Coinciden o no con el diagnóstico en lo básico. Aceptan o declinan participar. Las no respuestas en 15 días abrirán la invitación a otros hasta completar los primeros cien participantes. Los invitados iniciales tendrán derecho a sugerir cuatro nombres para agregar a la lista aunque decidan no participar en lo personal.
Atentamente,
Javier Livas
Abogado
San Pedro GG, NL