Mucha fuerza moral se necesita para renunciar a una candidatura para formar parte del Consejo Técnico del nuevo organismo para la Mejora de la educación, que sustituirá al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). El día de ayer, 10 de junio, Arcelia Martínez Bordón, catedrática de la Universidad Iberoamericana (CDMX), renunció a través de una carta dirigida a la Comisión de Educación y a la Junta de Coordinación Política del Senado de la República (JUCOPO) a continuar en el proceso de selección, después de haber quedado en la lista de los candidatos que pasaron a la etapa final para ocupar dicho puesto. Su comparecencia estaba programada para realizarse el día de hoy (11 de junio) en el recinto legislativo de la Cámara Alta del Congreso de la Unión.
La Dra. Martínez, quien hizo pública su renuncia, argumentó que su decisión la tomó después de considerar las condiciones irregulares en que se está realizando el proceso de selección, las que han sido cuestionadas públicamente por su falta de idoneidad y de claridad para seleccionar, de 128 aspirantes, a solo 18 finalistas. Ante la opacidad con que se ha realizado este proceso, hasta el momento, la Dra. Martínez hace votos para que el Senado asuma con mucha responsabilidad e independencia partidista la gran responsabilidad que tiene para seleccionar a los mejores candidatos cuyo único interés debe ser la mejora del sistema educativo nacional. Su carta termina deseando que se reponga el proceso para que el centro nazca con absoluta transparencia y legitimidad.
Dos de las irregularidades más escandalosas en este proceso de selección han sido: 1) la evidencia presentada por Educación Futura sobre el plagio cometido por algunos de los candidatos finalistas en sus “propuestas educativas” y 2) la falta de cumplimiento de los requisitos necesarios para ser considerado como candidato de algunos de estos finalistas. Con base en estas evidencias, especialistas de gran prestigio del país le han pedido a la JUCOPO que detenga el proceso de selección, que revise las irregularidades cometidas y que se abra una nueva convocatoria libre de irregularidades. Sin embargo, la JUCOPO respondió que no se va a cancelar ni a repetir el proceso, toda vez que se dará continuidad con etapa programada para que los candidatos finalistas comparezcan ante la Comisión de Educación del Senado.
La decisión de la Dra. Martínez de renunciar a su candidatura, por las irregularidades antes expuestas y por la negativa del Senado de corregirlas a tiempo, es muestra de su calidad moral como persona, de su gran profesionalismo y del enorme compromiso que tiene hacia la educación del país (y que hubiera tenido hacia la nueva institución para la Mejora continua de la educación). Tomar una decisión como ésta y hacerla pública, también habla de su valentía como mujer y de su firmeza para no actuar en contra de sus principios.
Por el contrario, el Senado actúa conforme al sarcasmo de Graucho Marx: “Estos son mis principios. Si no les gustan tengo otros.”