México en el séptimo lugar de litio en el mundo
Uno de los reporteros levantó ayer la mano para hacer una pregunta a los Presidentes de Bolivia y de México:
“México está ya catalogado como el séptimo país con litio en el mundo y usted ya impidió que se dieran más concesiones a mineras. Sin embargo, las mineras han tomado una estrategia distinta y tanto en 2019 como 2020, venden la concesión que tienen a otra empresa minera. En el 2019, la empresa Ganfeng Lithium, la mayor productora del mundo de litio, adquirió el 22.5 por ciento del proyecto Sonora Lithium de la empresa Bacanora Lithium -que es de Inglaterra- que tiene una concesión de más de 100 mil hectáreas en Sonora. Bacanora, en octubre de 2020, vendió su participación del 50 por ciento a Deutsche Lithium y de ahí a su vez a Zinnwald Lithium”.
Y el reportero siguió:
“El caso de Bolivia es emblemático porque ustedes nacionalizaron el litio y lo están industrializando también. La pregunta para el presidente Arce: ¿qué beneficios ha tenido para Bolivia el hecho de que se haya nacionalizado el litio y en qué se traduce en términos de ingresos económicos para los bolivianos y sus programas sociales?”
El Presidente Luis Alberto Arce dijo: “En realidad, fue justamente éste uno de los objetivos del golpe de Estado. Bolivia estaba avanzando en la industrialización, teníamos un acuerdo con una empresa alemana. Bolivia entraba como socio mayoritario, íbamos a beneficiarnos de la planta, la tecnología. Y todo ello en Bolivia, para producir y exportar baterías de litio desde Bolivia. Nosotros habíamos avanzado en la minería, nosotros estábamos ya en la separación del cloruro de potasio, el carbonato de litio, ya lo estábamos produciendo. En Cochabamba había una empresa que estaba produciendo vehículos con batería hecha en Bolivia. Aunque evidentemente la producción era bastante pequeña, pero ya era prometedora, con litio boliviano teníamos nuestros propios vehículos que circulaban en ese departamento”.
AMLO dijo: “Nosotros estamos analizando la posibilidad de tener una mayor participación en la explotación del litio, vamos a seguir revisando la importancia para nuestra economía de explotar este recurso natural”. Y volvió a su mensaje confrontacional: “En el caso de las concesiones, se dieron tantas en el periodo neoliberal que sí cuesta trabajo regular todo lo que significa el comercio, la venta de estas mismas concesiones; porque en sentido estricto se entregaron estas concesiones en demasía, no para producir, ni oro ni planta, ni cobre, ni litio, sino fundamentalmente -aunque parezca increíble- para especular en el mercado financiero. “Llegaron a concesionar el 60 por ciento del territorio nacional, 120 millones de hectáreas”. Luego se desvió a su tema favorito: petróleo.
Lo que no explicaron los presidentes de México y Bolivia es que es el litio, y no el petróleo, lo que ya está influyendo en una nueva conformación geopolítica global. Así como los países petroleros fueron clave en el crecimiento económico global después de la Segunda Guerra Mundial, hay naciones que tienen depósitos de litio que se beneficiarán de la revolución de la energía limpia.
Hace unas semanas escribí aquí
General Motors y sus autos de cero emisiones
Que General Motors sorprendió al mundo cuando anunció que buscaría vender sólo automóviles de cero emisiones en menos de quince años. Cambiará toda su nueva flota a vehículos eléctricos como parte de un plan más amplio para alcanzar la neutralidad de carbono para 2040.
Debemos analizar esta noticia en otro contexto también. El gobierno chino ya anunció que va a hacer la transición de su mercado automotor para 2035. La mitad de todas las ventas de automóviles ese año serán vehículos eléctricos, híbridos o impulsados por celdas de combustible de hidrógeno.
Los productos del petróleo perderán el dominio en la cadena de suministro de transporte que han disfrutado durante mucho tiempo. La geopolítica de los últimos 80 años cambiará. Las potencias redefinirán sus estrategias de política exterior. Serán afectados los que dependan de los ingresos de la producción y venta de productos petrolíferos para financiar sus gastos presupuestarios; los que no sepan cómo diversificarse.
EU, principal consumidor de energía
Si los principales consumidores de energía como Estados Unidos, Europa, Japón, China cumplen con su promesa de hacer la transición a vehículos eléctricos e híbridos, los cambios en las cadenas de suministro tendrán un impacto en el comercio internacional. ¿Qué países tendrán ahora el peso geopolítico? Los que aporten a la fabricación de las baterías.
La prisa por asegurar los recursos se centrará principalmente en algunas materias primas: litio, cobalto, níquel, grafito. La demanda mundial del litio se duplicará en cuatro años para alcanzar un millón de toneladas métricas. La demanda de cobalto se duplicará para 2025. La demanda de níquel se duplicará a 4 millones de toneladas métricas para 2030.
Los mayores depósitos de litio se encuentran en Chile y Australia
Los países que posean los mayores depósitos de estos minerales se beneficiarán más de la revolución de la energía limpia. Las ganancias serán mayores que con la extracción y refinación de petróleo.
Los mayores depósitos de litio del mundo se concentran principalmente en Chile y Australia. En el caso del cobalto, de los siete millones de toneladas métricas que hay en todo el mundo, más de la mitad están en la República Democrática del Congo. Le sigue Australia con más de un millón de toneladas métricas. Luego Cuba, Filipinas y Rusia. Las reservas de níquel son grandes en Australia, Indonesia y Sudáfrica.
Pero no debemos sorprendernos cuando leemos que China ha ganado el control sobre gran parte de la producción y el procesamiento mundial del cobalto, grafito, litio, manganeso y níquel utilizados en las baterías de iones de litio para los vehículos eléctricos.
Aunque China no tiene grandes reservas en su terriotrio, las empresas chinas sí han estado adquiriendo recientemente participaciones de control en el extranjero, como la mina de cobalto Kisanfu en la República Democrática del Congo. Las empresas chinas ahora controlan casi la mitad de la producción de cobalto de la República Democrática del Congo.
Además, China ha llegado a dominar el refinado y procesamiento de esos minerales. El ochenta por ciento de los sulfatos y óxidos de cobalto utilizados para los cátodos de baterías de iones de litio se procesan en China. China también procesa todo el grafito esférico del mundo.
Como decía el reportero de la mañanera, aunque China controla una parte más pequeña de la producción mundial de litio, ha estado comprando participaciones en minas de litio en todas partes.
Tianqi Lithium ahora posee el 51 por ciento de la reserva de litio más grande del mundo en Australia. Es el segundo mayor accionista de Sociedad Química y Minera, el mayor productor de litio de Chile. Ganfeng Lithium, tiene un acuerdo a largo plazo para suscribir todas las materias primas de litio producidas por la mina Mount Marion de Australia, la segunda reserva de litio más grande del mundo.
Y China no se ha detenido ahí. Ascendiendo en la cadena de valor, se espera que construya más de 100 plantas de fabricación de baterías de iones de litio.
¿Por qué todos hablan del litio en Estados Unidos?
Porque sólo el 1% del litio mundial se extrae actualmente en Estados Unidos. Por eso, el mes pasado, el presidente Biden firmó una orden ejecutiva que exige una revisión de las cadenas de suministro nacionales para materiales críticos, incluidos los minerales que son cruciales para el futuro de la industria automotriz.
Ahora sabemos por qué Tesla está tan ocupado con la recolección de su propio litio en Nevada. El CEO de la compañía, Elon Musk, dijo que está cambiando sus baterías de automóvil de rango estándar de iones de litio a cátodos de hierro. Tesla tiene una estrategia agresiva para la producción de baterías de litio. Si planea producir 20 millones de automóviles por año para 2030 va a requerir mucho más litio del que se extrae.
Es una lástima que, mientras el litio está cambiando la geopolítica del mundo, los Presidentes de México y de Bolivia hablaron de la minería como si todavía viviéramos en los albores del siglo XX.