No es tan difícil de entender: el semáforo nacional de riesgo epidemiológico, es para ir -escalonadamente y por región- retomando las actividades poco a poco, con todas las medidas preventivas recomendadas por la propia Secretaría de Salud. Es un proceso y NO hay que sobrerreaccionar ante los titulares sensacionalistas de la prensa, en concreto hay que mantener la calma e informarse adecuadamente.
Como puede observarse en la primera parte de este análisis en curso para SDP la clave estriba en que las pérdidas humanas por la pandemia mundial del COVID19 sean en México las menores posibles.
Como ejemplo de ello, podemos ver que en la CDMX muchos lugares -con riesgo de contagio mayor- siguen sin poder abrir por indicación oficial, pero otros con menor riesgo de contagio ya lo pueden hacer, porque si no fuera así no podrían sobrevivir económicamente hablando. Ese es el equilibrio óptimo: primero la salud de los mexicanos y después lo económico (que con el tiempo se va haciendo cada vez más importante).
Aquí está el quid del asunto, suena duro pero eso es gobernar adecuadamente en tiempos de crisis: gestionar con asertividad y humanismo la emergencia sanitaria (ya que aún no hay una vacuna disponible contra el virus), minimizar los riesgos y tomar las mejores decisiones éticas en el marco de la ley, con transparencia, rendición de cuentas, dependiendo de la evolución de la propia pandemia y de los recursos institucionales, operativos y presupuestales a la mano.
En esencia, el objetivo ético del actual Gobierno Federal es justo el de disminuir la pérdida de vidas humanas lo más posible (por ejemplo en nuestro país: la tasa de mortalidad del COVID19 por número total de habitantes es de alrededor del 0.030%, por número total de personas mayores de edad 0.040%, por número total de contagiados es aproximadamente del 10% y la tasa total de recuperados es superior al 60%: más de 160 mil mexicanos).
Y todo lo razonablemente apuntado, considerando también -en el mediano plazo- la actividad económica: que el daño -en ambas esferas fundamentales en la vida pública del país- sea el menor posible, en especial para los más débiles y los más vulnerables.
Lamentablemente seguirá habiendo pérdidas, pero muchas menos de las que pudieran ser si no se actuaba a tiempo con las medidas de sana distancia (tomando en cuenta la alta cantidad -más de 40 millones- de personas con enfermedades crónico-degenerativas, de origen cardiovascular y respiratorias en México).
Así que la apuesta en lo económico y social, es que la actividad económica irá poco a poco recuperándose y el comportamiento de la gente es lo que va a definir en mayor medida, si la reapertura controlada sale bien o hay que reajustar de nuevo.
Por cierto, no está de más apuntar en este punto del análisis, que a la oposición golpista de derecha (al PRIAN, Calderón, Claudio X Glez, los mercenarios del hampa del "periodismo" y compañía): no les importa nada de lo mencionado, para ellos "lo mejor" es que haya muchos más muertos y que no haya una recuperación económica sólida, para que ellos -los que dejaron hecho un desastre el país- vuelvan al poder para seguir robando. Esos son sus inexistentes escrúpulos morales y su estatura inmoral: Son unos miserables empezando -en esta ocasión- por un farsante llamado Samuel García de MC.
Por el contrario, muchos de los que estamos apoyando a la 4T, esperamos con firmeza que la recuperación económica sea en forma de V como bien apuntó el Presidente Andrés Manuel, es decir, ya se tocó fondo y vendrá poco a poco -ascendentemente- la reactivación económica (por ello la reapertura paulatina de actividades productivas).
El indicador más claro de la caída y el posterior restablecimiento de la actividad económica, es el de los empleos registrados ante el IMSS (economía formal): en abril se perdieron más de 500 mil empleos, en mayo aproximadamente 300 mil y en junio alrededor de 7 mil, por lo cual hoy podemos afirmar, que ha habido un descenso mes a mes en el número total de empleos perdidos (ergo lo peor en ese importante rubro ya pasó).
Así que el pronóstico nodal: es que para éste mes de julio ya NO haya una significativa pérdida de empleos y a partir de ahí cada mes -empezando en agosto- la cifra de empleos formales creados/recuperados va a ir a la alza, hasta alcanzar un punto máximo de estabilización.
Además, ya lo habíamos mencionado con anterioridad: El nuevo T-MEC no es la panacea, pero sin duda se vuelve vital para poder reactivar la economía mexicana, generar confianza al exterior y para los flujos de inversión y comerciales de ida y vuelta en la economía nacional. Hoy el T-MEC es un aliado importante para el gobierno del Presidente AMLO.
Sumado a ello, en cuanto a los créditos para el desarrollo dirigidos a los micronegocios familiares (incluyendo a micro, pequeños y medianos comerciantes), la meta es que se entregarán 4 millones de créditos en todo 2020 (hasta ahora se han entregado poco más de 1 millón 300 mil).
Adicional, pero no menos importante, los programas universales del bienestar estarán llegando incluso antes del término del 2020: al 100% de las familias que hoy laboran en el sector informal de la economía, en total se espera que más de 25 millones de familias estén recibiendo apoyo económico mes a mes, para poder enfrentar con mayor certidumbre la crisis sanitaria y económica mundial.
Así que como conclusión general: pedimos y deseamos que la gran mayoría de mexicanos -aparte de cuidar nuestra salud- nos mantengamos fuertes física, emocional, mental y que también hagamos caso de todas las indicaciones de los expertos médicos y científicos del sector salud del Gobierno Federal.
No sera nada fácil pero considerando el buen gobierno que tenemos hoy en día (encabezado por un líder histórico y honesto como el Presidente Andrés Manuel), la reconstrucción casi total del sistema público de salud (con la expansión y reconversión de hospitales, camas, unidades de cuidados intensivos e insumos médicos y por ende un considerable aumento -8 veces más grande- de la capacidad hospitalaria), además que todos los días -a las 7 pm- se informa de manera veraz y oportuna por parte de las autoridades sanitarias. Ante todo ello, creemos con mucha fuerza que saldremos adelante como nación.