EU-China
Los 2 mil 300 billones de dólares anunciados por Joe Biden palidecen ante la cantidad que China invierte en infraestructura.
Medios norteamericanos han alabado el “valiente” plan de Joe Biden para dedicar 2 mil 300 “trillones” (billones, de acuerdo a los numerales que utilizamos en el resto del mundo) de dólares para intentar parchar la derruida infraestructura norteamericana.
La inversión de China
La cifra parecería imponente, hasta que se le compara con las cantidades que invierte la que ya sería la primera potencia económica del mundo, China, en ese rubro.
De acuerdo a datos del analista brasileño Pepe Escobar, el plan de Joe Biden otorgaría 180 mil millones de dólares a las universidades de su país como presupuesto, principalmente, para estudiar el calentamiento global. Anualmente, esto constituiría una cifra de 22 mil 500 millones de dólares.
China, por su parte, destina 560 mil millones de dólares en universidades y otras instituciones que investigan nuevas tecnologías, como parte de sus planes quinquenales de desarrollo.
Las cifras de Estados Unidos, pues, palidecen respecto a la de una República Popular de China que presume haber sacado a 800 millones de personas de la pobreza y pobreza extrema en las dos décadas que van de este siglo.
A esto hay que sumarle otras obras de infraestructura que están a años luz de las de Estados Unidos, como los miles de kilómetros de trenes de alta velocidad que existen en China, así como su iniciativa de la “nueva ruta de la seda”, que sin duda pondrá al país asiático en una posición inalcanzable dentro de algunos años.
A estas alturas, pues, los dichos de Joe Biden sobre “construir de nuevo y mejor” a su país parecen palabras vacías, o como se dice popularmente, “patadas de ahogado”.