La caída del tráfico en los centros comerciales de Estados Unidos es una mala noticia para este tipo de puntos de venta.
El impacto del Covid-19 dejará grandes cambios en aspectos sociales, laborales y económicos.
De acuerdo a reportes del portal especializado Retail Dive, las vacantes en los Centros Comerciales de EU han rebasado el 11%, un aumento del 90% respecto al trimestre anterior.
Esta crisis, conforme las personas se vuelcan cada vez más a las compras en línea o a métodos como recoger las órdenes en las afueras de las tiendas (curb-side pick-up), adelantan un duro año para estos centros que durante décadas fueron el principal punto de comercio tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo.
El inepto manejo de la pandemia por parte de Estados Unidos, tanto en la administración Trump como en la de Biden y el fracaso de las políticas neoliberales para contenerlo, habrían dado lo que puede ser la estocada final a estos verdaderos “elefantes blancos” de la economía mundial.
Análisis como el del economista de la calificadora Moody’s, Thomas La Salvia, vaticinan que los centros comerciales aún no han tocado fondo en el nuevo contexto pandémico y post-pandémico que viene.
Por esta situación, cadenas departamentales denominadas “tiendas anclas” (es decir, las que atraen buen número de tráfico a los centros comerciales) como Macy’s y Nordstrom cada vez están más reticentes a abrir nuevas sucursales en los centros comerciales.
Esto, aunado a las aún altas rentas, vaticina un panorama negro para estos lugares que cada vez más lucen como una reliquia de la década de los noventa.