Como en los años 60s y 70s Andrés Manuel López Obrador gobierna sin oposición alguna. El PRI, PAN y PRD se encuentran en un proceso de degeneración interna que deja el camino libre a Morena para actuar como partido único y hegemónico no solo a nivel federal sino en 20 de los 32 congresos locales donde son mayoría. Esta es una mala señal, ya que un gobierno sin contrapesos es un gobierno que puede llevarnos por caminos oscuros que creíamos haber desterrado desde hace treinta años.
El PAN acaba de estrenar un muy lamentable spot donde intenta golpear al gobierno federal y específicamente a AMLO comparándolo con Stalin, Hitler, Hugo Chávez, Maduro y otros dictadores del mundo. Ese spot no engaña a nadie y sí muestra la mala leche y la rabia que tienen los del partido de Gómez Morín hacia el presidente. Se olvidan que fue el PAN a finales de los años 30 y principios de los años 40s que apoyaron precisamente a dictadores como Hitler, Franco y Mussolini mientras el gobierno post revolucionario de Lázaro Cárdenas declaraba a México como un país afín a los aliados.
Es una pena que un partido utilice la desinformación, la mentira y la calumnia para mostrarse como oposición ante un partido en el gobierno que arrasó e hizo trizas a sus adversarios el primero de julio logrando ganar (hasta el momento, ya que falta Puebla) cinco gubernaturas de golpe junto a la presidencia. ¿Tan noqueados están los panistas que no tienen más parque para dar una verdadera batalla? El PAN tiene los años contados pues su tiempo ya expiró y no queda más que esperar a que lo devore el partido que seguramente construirá Margarita Zavala y Calderón en 2021.
El PRI está totalmente rebasado, humillado y desfigurado, pues aun cuando intentan mostrarse como un partido que internamente está bajo un proceso de reflexión junto a su militancia, en los hechos no es más que un engaño, pues al final de cuentas se hará lo que las cúpulas decidan a puertas cerradas y solo harán circo para tratar de conservar la mayor cantidad de militantes que pueda, pues no son pocos que ya no ven futuro en ese partido y no dudan en irse a Morena como muchos ya lo hicieron desde hace bastante tiempo.
Hablando del PRD, creo que su fin será en 2021, pues si bien en su congreso extraordinario acordaron crear una dirigencia colegiada al estilo del PT y eliminaron aparentemente las corrientes. En los hechos fue atole con el dedo a los militantes, pues la dirigencia colegiada está ocupada por las cinco corrientes que quedaron después de que varias se fueron al partido lopezobradorista. Lo que hicieron fue repartirse equitativamente la dirigencia nacional y así sucederá con las dirigencias estatales. La marca del PRD está acabada y a menos que decidan hacer una profunda reforma a sus documentos básicos, cambio de nombre, colores y hasta la expulsión de algunos de sus militantes su destino es la aniquilación por parte no solo de Morena sino de Movimiento Ciudadano y el PT.
Este asunto no es menor, ya que en recientes encuestas Morena ganaría con el 44% de los votos la mayoría de las diputaciones federales, aunque sus actuales aliados regresarían a sus niveles previo al boom de la alianza “Juntos Haremos Historia” pues el PT solo obtendría 2% y el PES ya no competiría, pues perdió el registro irónicamente dado que tiene más diputados que el propio PRD, Movimiento Ciudadano y el Partido Verde. Por su parte el PRI y PAN lograrían una votación de 10% cada uno y el PRD al igual que el Verde solo conseguirían el 3% salvando el registro solamente.
El futuro luce sombrío para la oposición y dado los datos es probable que tanto el PRI como el PAN sigan perdiendo gubernaturas, alcaldías y congresos, lo que resulta alarmante. Falta ver cuántos partidos se formarán y bajo qué línea actuarán. Hasta el momento se espera que Elba Esther Gordillo junto a Cuauhtémoc Blanco y ex miembros del PES intenten construir otro partido, también el partido Calderonista y quizá también otros dos que sean escisiones tanto del PRI como del PRD.