Hace poco leía un artículo en Comunidad-biológica.com que mostraba cómo las células cancerosas activan un viejo truco evolutivo. Hacen uso de la hibernación para sobrevivir a los efectos de la quimioterapia. Entran en un estado de división lenta. Entra en un proceso de autofagia. Se alimentan de sí mismos, es decir, autodevoran sus propias proteínas o sustancias en el citoplasma para evitar el tratamiento médico. Lo mismo pasa con los viejos políticos y el sistema democrático, en donde el primero es la célula cancerosa y el segundo es el tumor.
Un ejemplo. Morena en Baja California Sur sigue padeciendo de una enfermedad que lo mantiene lejos de la tan soñada “unidad”: Leonel Cota Montaño. Hay que recordar que este político salió del PRD cuando no consiguió influir en Narciso Agúndez. Transitó por varios partidos políticos de derecha y de izquierda. Le levantó la mano a Ricardo Barroso, candidato en 2011 por el PRI a la gubernatura, el partido al que pertenecía y venció en 1999 con el sol azteca. Desde su regreso a Morena, la base de Morena criticó la presencia del exgobernador y no es por nada: las crisis al interior son más recurrentes desde su llegada.
Cuando Marcos Covarrubias Villaseñor brincó del PRD al PAN en 2011, comenzó una época dorada para la derecha, un periodo en el que Cota Montaño hibernó en pequeñas posiciones esperando un ambiente menos hostil. Pasó desapercibido con alguna esporádica apariciones en medios de comunicación hasta que con Morena se encumbró como Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Hace unas semanas fracasó en su afán de imponer a Rubén Muñoz Álvarez, presidente municipal de La Paz y a Armida Castro Guzmán, alcaldesa de Los Cabos, en lugar del actual coordinador estatal para la defensa de la 4T, Víctor Castro Cosío. Leonel pasó en total inactividad unas semanas, hasta que él y su equipo emprendieron una nueva estrategia muy parecida a la del PAN: atacar y desconocer la alianza Morena-PT.
Ayer Armida dio una conferencia de prensa al lado de la secretaria general, Rosa Delia Cota Montaño, el día de ayer anunciando que interpusieron 3 recursos ante el Tribunal Estatal Electoral para pelear su derecho constitucional a reelegirse, porque la dirigencia estatal, encabezada por Alberto Rentería, anunció que en Los Cabos, el PT de Narciso Agúndez Montaño seleccionaría al candidato y sería varón. Dejando abierto el camino para Ernesto Ibarra de ese partido y al exdelegado de Cabo San Lucas, Óscar Legg.
Rápidamente, Armida se adelantó cinco días al convenio de ambos partidos políticos con numeral IEEBCS-CG001-Enero2021 y presentó su deseo de reelegirse. El acuerdo permitía al PT la candidatura a la presidencia de Los Cabos al PT, así como la sindicatura y las regidurías 1, 6 y 7; Morena se quedaría con las regidurías 2, 3, 4 y 5 de ese municipio. No te extrañe que en una de esa, veamos al alcalde de La Paz emprendiendo las mismas acciones legales o del hijo de Leonel: Manuel Cota, para quiere quiera La Paz, pero la decisión que más resuena es que sea en la capital una mujer sea la elegida y muchos apoyan a la diputada Milena Quiroga.
La telenovela electoral no queda allí. El PAN atacó también la alianza Morena-PT. Es como si el TUMOR (Todos Unidos contra Morena) o PAN-PRI-PRD, no alcanzará para vencer o, al menos eso parece con su impugnación ante Tribunal Federal Electoral, cuestionando la información relativa al método de selección. ¿Coincidencia?
Tanto leonelistas como el PAN pareciera que buscan entorpecer el proceso interno; ¿será acaso que Leonel sea parte del TUMOR enquistado al interior de Morena?