Antier Donald Trump anunció que ha terminado el TLC tal como lo conocíamos y entramos a un nuevo acuerdo bilateral EUA-México, y al que ya bautizó como: “United States-Mexico Trade Agreement” - USMTA en lo sucesivo -. Lo que pase con Canadá en los siguientes días, entre o no a un acuerdo comercial con EUA y México, no afectará a este acuerdo bilateral. Así que podemos considerarlo como el acuerdo en lo general que normará las relaciones comerciales entre estos dos países durante los años que siguen. Incluso así lo dejó ver Robert Lighthizer en declaraciones del día de ayer

He notado que hay mucha confusión entre los mexicanos en torno al balance de resultados para cada país en este acuerdo bilateral. No tienen claridad respecto a si los dos países ganan o si hay un ganador y un perdedor. Veo que esta confusión se debe a que los grandes medios están simulando y hasta ocultando la realidad, con lo cual ponen al auditorio frente a un escenario contradictorio. Por un lado, los medios y el equipo negociador mexicano tratan de difundir la idea de un triunfo del gobierno de EPN, pero, por otro lado, las declaraciones de entera satisfacción de Trump desafían esta posición dejando la idea de que el ganador neto de este arreglo ha sido EUA. Bien, creo que podemos anular esta confusión si hacemos un análisis comparativo del antes y el ahora en esta larga controversia comercial. A eso voy enseguida.

El TLC o la historia de una muerte anunciada:

Empecemos por focalizar lo esencial en la controversia comercial de EUA contra los otros dos países: las reglas de origen en la manufactura - contra México y Canadá -, las pésimas condiciones laborales de los trabajadores mexicanos - contra México - y el proteccionismo en el sector agrícola - especialmente contra Canadá -. El resto de asuntos en la negociación, como la cláusula Sunset y la resolución de controversias, son secundarias. Pero la sustancia de la controversia de EUA en este asunto está en las reglas de origen en la manufactura

Para el gobierno de Donald Trump el TLC tenía una falla fatal: México y Canadá se estaban especializando cada vez más en ensamblar productos elaborados por terceros países, no incluidos en el TLC, para luego introducirlos al mercado norteamericano como productos finales y aprovechando las ventajas normativas del TLC sin pertenecer al mismo. Este comportamiento dio lugar a una puerta trasera de entrada desleal al mercado norteamericano para esos terceros países. Como ocurre en estos casos, el estímulo para la formación de esa falla fatal fueron las ganancias extraordinarias para las corporaciones privadas implicadas en el TLC, toda vez que con sólo ubicarse en México o Canadá podían bajar costos usando insumos importados desde esos terceros países, que son significativamente más baratos, y en el caso de México usando además su mano de obra muy barata. El resultado de todo esto fue que la base industrial norteamericana se desplazó gradualmente hacia México y Canadá, que es el punto principal de controversia de Donald Trump contra el viejo acuerdo comercial o TLC.

Ahí tenemos la contradicción esencial que detonó la controversia un año atrás por iniciativa de EUA: el gobierno de Donald Trump desea un acuerdo comercial que anule la falla fatal a fin de estimular el retorno de su base industrial, en tanto que para EPN y Justin Trudeau lo mejor está en sostener el statu quo o el viejo TLC, gracias al cual se convirtieron en los receptores de la base industrial foránea atraída por el TLC, especialmente la norteamericana.

El conflicto y la muerte del TLC siempre fueron muy predecibles en el campo de Donald Trump. Desde las elecciones presidenciales del 2016 en EUA su posición siempre fue muy clara al respecto: jamás aceptaría un acuerdo comercial que sostuviera la falla fatal. Al convertirse en presidente de los EUA relaja un tanto su posición para darle la oportunidad a México y a Canadá de rediseñar el acuerdo para anular la falla fatal, pero en esencia su posición seguía siendo la misma. Sin embargo, hacia el final de la ronda seis, en enero 29 de este año, ya era evidente que Donald Trump estaba cancelando la oportunidad que le había dado al TLC. Las declaraciones de Robert Lighthizer al final de esa ronda no dejan lugar a dudas en torno a que EUA había renunciado al TLC y ponía distancia con Canadá. Dos meses después, hacia marzo de este año, ya vemos a Donald Trump perfilado a una solución: construir acuerdos bilaterales con México y Canadá que anularan la falla fatal. Fue a partir de entonces que Trump se empezó a mover hacia la ruta bilateral con México y dejando de lado a Canadá temporalmente. Sobre las causas que motivaron esa ruptura con Canadá me ocuparé en el siguiente artículo

Este movimiento de Trump hacia la ruta bilateral con México fue una estrategia muy eficaz. Al construir un acuerdo bilateral con México - USMTA - en las entrañas de un acuerdo trilateral - TLC - Trump se está ahorrando todo el trámite de rigor para el logro de sus objetivos. Se ahorra el tramo de tiempo exigido para dar por terminado el TLC de manera oficial y empezar nuevos acuerdos bilaterales. Eso, a la vez que le ahorra tiempo, le ahorra presiones del lobby globalista, que pugna por sostener el TLC. Y por supuesto que la eficacia de esta estrategia queda demostrada al darle los resultados que deseaba: consigue un acuerdo bilateral con México y pone a Canadá en situación muy difícil, sin apalancamiento de negociación. Si Canadá vuelve, solo tiene dos opciones: o toma la propuesta de Trump o adiós.

Las disposiciones claves en el acuerdo bilateral México-EUA

Las disposiciones más importantes del acuerdo bilateral USMTA se refieren al aumento en el contenido de origen regional obligatorio en el sector automotriz, que pasa del 62.5% al 75%, y en los salarios del mismo sector: entre el 40% y 45% del contenido automotriz deberá ser realizado por trabajadores que ganen un salario base promedio de 16 dólares la hora. A modo grueso, esto significa que cada planta de autos en México tendrá ahora que fabricar el 75% de sus insumos en México o EUA, no en otros terceros países fuera del acuerdo, y con un 45% de trabajadores que ganen al menos 16 dólares la hora. De igual forma, se han acordado normas de origen más estrictas para otros productos industriales, como los químicos, textiles, intensivos en acero y vidrio.

También se acordaron normas estrictas de seguridad para la fabricación de alimentos y se eliminan subsidios y aranceles en el comercio agrícola binacional. Este tema nos podría ocupar otro artículo.

Pero creo que las disposiciones más interesantes para los mexicanos están en el apartado laboral del acuerdo bilateral. Son disposiciones que podrían aumentar el nivel de vida de los trabajadores mexicanos si AMLO se cuida bien en ponerlas en vías de hechos en este país. Y como creo que es muy importante que los mexicanos se enteren de esto de pasada, he optado por consignar textualmente este apartado, tal como aparece en el comunicado de la Oficina de Representación Comercial de los EUA. Dice este comunicado oficial lo siguiente:

"Los Estados Unidos y México han acordado un capítulo del Trabajo que incluye las obligaciones laborales en el centro del acuerdo, las hace plenamente aplicables y representa las disposiciones más sólidas de cualquier acuerdo comercial.

Logro clave: Representación de los trabajadores en las negociaciones colectivas: El capítulo del Trabajo incluye un Anexo sobre la Representación de los Trabajadores en la Negociación Colectiva en México, en virtud del cual México se compromete a adoptar medidas legislativas específicas para prever el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva.

Logro clave: Derechos laborales reconocidos por la Organización Internacional del Trabajo: El capítulo del Trabajo requiere que las partes adopten y mantengan en la ley y practiquen los derechos laborales reconocidos por la Organización Internacional del Trabajo, para hacer cumplir efectivamente sus leyes laborales, y no renunciar o derogar sus leyes laborales. Además, el capítulo incluye nuevas disposiciones para tomar medidas para prohibir la importación de bienes producidos por el trabajo forzoso, para abordar la violencia contra los trabajadores que ejercen sus derechos laborales, y para garantizar que los trabajadores migrantes estén protegidos por la legislación laboral.

Logro clave: Nueva regla de contenido de valor laboral: Para apoyar los empleos en América del Norte, el acuerdo requiere nuevas reglas de origen comerciales para impulsar salarios más altos al exigir que el 40-45 por ciento del contenido del automóvil sea hecho por trabajadores que ganan al menos 16 dólares por hora" - ya lo vimos arriba -.

La apuesta de Trump por AMLO empezó a funcionar:

En mis dos anteriores artículos en este diario me ocupé en el papel que jugó Donald Trump en las elecciones presidenciales en México. Fue más importante de lo que creemos. Una de las cosas que decía ahí era que Donald Trump terminó apostando por AMLO y que su móvil fue la economía de esfuerzo en lo que le interesa a Trump en el fondo: la expansión y consolidación de su programa America First en EUA y en la parte del mundo que le corresponde a México. Y por supuesto que la relación comercial bilateral es un capítulo principal de ese programa - ver nota de pie al final -. Se trató de una apuesta muy razonable porque AMLO le ofrecía dos premios bastante atractivos que no le ofrecían ni Anaya ni José Antonio Meade: 1) un programa para el Estado mexicano que tiene un espíritu muy amistoso con el America First; 2) autonomía política respecto del establishment mexicano y externo, que son enemigos de Trump por definición. Y también era una apuesta razonable en el momento de darse porque era de mínimo riesgo si consideramos la clara ventaja que tenía AMLO en las preferencias electorales. Era tan amplia la ventaja, que la apuesta de Trump sólo necesitaba lo que ocurrió: que EUA no estorbara en el proceso democrático en México

El factor 1 anterior, el más importante, se cristalizó desde el arranque de las campañas en México, cuando AMLO empezó a lanzar declaraciones que lo acomodaban bastante bien con las pretensiones del programa comercial de Trump. A nuestro propósito, se resaltan los siguientes dos acuerdos declarados por AMLO: está de acuerdo con Trump en el aumento del contenido regional - con lo cual reconoce el problema de la falla fatal del TLC - y en la homologación de las condiciones laborales entre México y EUA.

Ni duda cabe que esa apuesta por AMLO fue el dato fundamental de Trump para atreverse a explorar la ruta del acuerdo bilateral con México dejando de lado a Canadá. Y el triunfo de AMLO en las elecciones presidenciales y la concreción de un acuerdo bilateral son la demostración palmaria de que la apuesta de Trump está funcionando hasta este momento.

Pero la sinergia entre AMLO y Trump en el capítulo comercial puede ser más estrecha de lo que creemos, llegando incluso a la colaboración silenciosa en ciertos temas. Sé por buenas fuentes - no mexicanas -, por ejemplo, que Robert Lighthizer le ha pedido hasta en dos ocasiones a Jesús Seade que se quede a platicar con él a solas luego de concluidas las sesiones de trabajo con el equipo de EPN. ¿Qué han platicado Seade y Lighthizer? Bueno, todo parece indicar que asuntos de mucho interés para AMLO, como el aumento del contenido regional pero especialmente la mejora de las condiciones laborales de los mexicanos, dos puntos que han salido triunfantes en el acuerdo bilateral.   

El balance del acuerdo bilateral EUA-México: ganadores y perdedores.

Las disposiciones de origen y laborales del acuerdo bilateral USMTA avanzan significativamente en la anulación de la falla fatal y en el aumento de salarios y prestaciones para los trabajadores mexicanos. El efecto combinado de estos dos factores será eliminar gran parte de los dos móviles que llevaban a las corporaciones privadas de EUA y el resto del mundo a desplazarse a México: entrada desleal al mercado norteamericano y los bajos salarios de los trabajadores mexicanos. A partir de estas nuevas disposiciones las empresas ensambladoras en México tendrán que decidir si seguir en México o moverse a EUA. Otro efecto importante es que los terceros países que ensamblan productos en México o EUA tendrán que producir un mayor porcentaje de sus insumos en cualquiera de estos dos países.

Dado lo anterior, es bastante predecible que la producción de bienes finales y de insumos se desplazará de manera preferente a los EUA y que México perderá inevitablemente alguna parte de la base industrial que ganó durante la vigencia del TLC. La misma pérdida sufriría Canadá si se suma a un acuerdo bilateral con EUA en los mismos términos que se han dado con México. Esta inferencia se refuerza si toma en cuenta la colosal palanca del Estado norteamericano en los ámbitos financiero, político y de gestión de inversiones, así como la enorme riqueza subyacente de EUA. Así pues, ni duda cabe que el gran ganador con este acuerdo bilateral es EUA. Se trata de otro triunfo más de Donald Trump en la implementación de su programa comercial en el mundo, donde está doblando a todos: Unión Europea, China, Corea del Sur y Canadá.

Los dos grandes perdedores con este acuerdo bilateral son las corporaciones privadas insertadas en el marco del TLC y Wall Street. De un golpe han perdido la puerta trasera desleal al mercado norteamericano y verán incrementados sus costos por el factor trabajo mexicano. No son minucias las pérdidas que reportarán en estos dos departamentos, se trata de ganancias extraordinarias que se cifran en billones de dólares. Están en riesgo también inversiones trillonarias que las corporaciones privadas han aplicado en México durante la vigencia del TLC.

Pierden algunos países asiáticos y europeos que usaban la puerta trasera desleal a EUA inserta en el TLC y los bajos salarios mexicanos. Los dos grandes perdedores en este departamento son China y Alemania. Solo China perdería una infraestructura billonaria de industria y transporte marítimo diseñada especialmente para usar esa puerta trasera desleal vía México y Canadá. La única alternativa de todos estos perdedores – corporaciones privadas y gobiernos - sería producir un mayor porcentaje de sus insumos en México, lo cual implica pérdida de base industrial y merma de ganancia extraordinaria.

Pierden EPN y su equipo negociador. Sus posiciones de negociación se degradaron horriblemente a lo largo del tiempo. Pasaron de postular por el sostenimiento del statu quo en el TLC a satisfacer la sustancia de las pretensiones del programa comercial de Donald Trump. Pierde también el UNIPARTY, la asociación informal y orgánica entre el Republicano y el Demócrata - el PRIAN de EUA -, toda vez que también postulan por el sostenimiento del statu quo en el TLC.

¿Y AMLO? Yo creo que el resultado para AMLO es una ganancia condicional por los siguientes factores. Las disposiciones del capítulo laboral del acuerdo bilateral le dan a AMLO las bases suficientes para poner en marcha una política laboral que aumente de manera significativa el nivel de vida de los trabajadores mexicanos. Sin embargo, creo que enfrentará resistencias de la élite empresarial mexicana por cuanto el giro de ésta no es la mejora del nivel de vida de los trabajadores, sino su empobrecimiento. Se puede prever incluso que, en respuesta al capítulo laboral del acuerdo bilateral, la élite empresarial busque sustituir mano de obra con capital. A este respecto es bastante sugerente lo que decía antier Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, sobre una de las virtudes del acuerdo bilateral: estimula el trabajo con más tecnología. En fin, creo que esto dependerá de la capacidad de maniobra de AMLO con la élite empresarial.En cuanto a base industrial y empleo, lo ideal para AMLO sería que, en el marco del acuerdo bilateral, pudiera llegar a una suerte de asociación de fabricación estratégica con EUA que le permita retener una parte significativa de sus inversiones actuales y expansionarlas a futuro. Pero yo no estoy todavía cierto en torno a si esto se podría lograr por los siguientes factores.

Las palabras de Jesús Seade antier en la conferencia de prensa del equipo "negociador" mexicano - ¿alguna vez México ha podido negociar con EUA? -, dejan claro implícitamente que el acuerdo bilateral pondrá a México en la condición de perder base industrial en favor de EUA, especialmente en la zona de altos salarios. Para esto, note el lector que Seade definió al acuerdo bilateral como un "ejercicio de control de daños" en un acuerdo trilateral - TLC - que había sido muy bueno para México. Así pues, es claro que el control de daños será en favor de EUA en la forma de retorno de base industrial a ese país. Pero en esa rueda de prensa Seade se mostró muy optimista en torno a las posibilidades del gobierno de AMLO para compensar ese impacto negativo expansionando la inversión en México. Pero, para ser sinceros, a este momento yo no sé hasta qué grado AMLO sea capaz de lograr eso si me atengo a la cruda realidad.

De entrada, habría que esperar a ver los detalles del acuerdo bilateral para saber si sus disposiciones en lo granular permiten plantearse ese fin optimista. Seade las conoce ya, y tal vez a eso responde en parte su optimismo. Luego, como AMLO gestionará un Estado que no cuenta con riqueza subyacente, es claro que todo su esfuerzo descansará en su capacidad de gestión de inversiones en el sector privado nativo y externo. Sin embargo, EUA también estará aplicado a la misma tarea y yo no veo cómo México pueda acercarse a la poderosa palanca de ese país en lo financiero, político y gestión de negocios.

Por todo lo anterior, prefiero afirmar que AMLO logró avances importantes con el acuerdo bilateral poniendo las bases para lograr cosas valiosas en materia económica, laboral y social para este país. Pero está por verse si podrá convertir esos avances en triunfos definitivos para México. Todo dependerá de su capacidad de gestión.

Vuelvo a la rueda de prensa que dio antier el equipo "negociador" mexicano. Fue muy importante en varios aspectos, pero mucho más en la señal implícita que nos mandó sobre el saldo final de las negociaciones bilaterales, y que ya describí arriba: el gran ganador fue Donald Trump, el perdedor fue EPN y AMLO se queda fecundo en posibilidades. Basta ver las actitudes de los personajes para darse cuenta de esto. El Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, se vio aburrido, con poco interés, por momentos desencajado y tratando de diluir la derrota tremolando banderas de triunfos o empates en temas secundarios, como la cláusula Sunset y la resolución de controversias. Luis Videgaray se vio tranquilo y satisfecho, mas no feliz. Normal, se llegó a la solución que él había anticipado meses antes. Pero Seade estuvo a punto de confesar la realidad: se trató de un ejercicio de control de daños de un acuerdo que había funcionado muy bien para México, pero el gobierno de AMLO podrá más que compensar las pérdidas.

La simulación mediática en torno al acuerdo bilateral México-EUA:

Aclarado el saldo final de estas negociaciones bilaterales entre EUA y México, y sin ir a lo granular, nos queda claro ya que los grandes medios mexicanos y extranjeros están simulando y hasta ocultando la realidad de este acuerdo bilateral. Un ejemplo de simulación es eso de buscar sembrar la idea de que el equipo "negociador" de EPN logró un triunfo arrollador. Ejemplo de ocultamiento es la nula difusión que le dan al capítulo laboral del acuerdo bilateral. ¿Y por qué están simulando y ocultando la realidad?

La respuesta a esa pregunta es muy simple. Pero antes de responder, es preciso tener a la vista la justa verdad en este asunto. En primer lugar, el acuerdo bilateral es una derrota en redondo para las corporaciones privadas multinacionales y su matriz financiera: Wall Street. En segundo lugar, el acuerdo bilateral pone las bases para el logro de mejoras significativas en el nivel de vida de los trabajadores mexicanos y yanquis. Y en tercer lugar, la derrota fue infligida por Donald Trump y AMLO. En efecto, entre los dos mataron al TLC y le dieron un tiro de muerte a las corporaciones privadas y a Wall Street. Pero difundir esta justa verdad sería para los grandes medios aceptar la realidad: que Donald Trump está avanzando en la demolición del viejo orden globalista. Y eso no lo pueden decir. Por eso simulan y ocultan la verdad

   Nota de pie:

https://www.sdpnoticias.com/nacional/2018/07/31/a-lo-dicho-amlo-es-y-fue-la-apuesta-de-trump

https://www.sdpnoticias.com/nacional/2018/06/15/si-no-ocurre-un-milagro-amlo-sera-presidente-a-pesar-de-la-elite-empresarial

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