Por diversos motivos, leí la versión estenográfica de la conferencia de prensa de ayer miércoles 3 de abril. Antes había visto un tuit en mi opinión un tanto clasista del señor Nacho Rodríguez, alias El Chapucero, en el que se burlaba de la apariencia —juvenil, despreocupada, hipster— de Alberto Rodríguez, reportero de SDP Noticias.

Me dicen que El Chapucero es un youtubero “famoso” por dos razones: la primera —nos enteramos vía o gracias a un acreditado reportero de Proceso, Álvaro Delgado—, ser “amigo para siempre” de Andrés Ganier, ex gobernador de Tabasco acusado de corrupción. La segunda, ser uno de los más apasionados defensores en redes sociales del presidente López Obrador.

Creo que muy probablemente el señor Delgado quiso cobrarle alguna factura a El Chapucero cuando difundió este tuit:

Respeto el trabajo de Álvaro Delgado, a quien considero uno de los más profesionales periodistas de México, pero el enojo con Nacho Rodríguez lo motivó a darle un golpe que considero bajo. Es que en el negocio de la información, como en todas las industrias, las relaciones públicas son importantes. Creo que El Chapucero y su familia, que seguramente han vivido honestamente de la comunicación, lo único que hacían era tratar con cortesía a un político. Esto no es, de ninguna manera, en sí mismo criticable. Tampoco es criticable defender a AMLO, pero por lo que sé —un par de videos de El Chapucero que analicé me convencieron de ello—, Nacho El Chapucero Rodríguez no cumple con las normas mínimas de la objetividad periodística en su apoyo a Andrés Manuel.

Mínimamente se pasa al mentir o exagerar cuando cuestiona a los críticos de López Obrador. El Chapucero no se ahorra epítetos ofensivos cuando habla de no pocos medios de comunicación o periodistas mexicanos, lo que no es ético.

Ayer le tocó el turno a Alberto Rodríguez, de SDP Noticias, a quien descalificó por acudir a la mañanera sin traje y corbata y, a juicio de El Chapucero, mal afeitado. Además de evidentemente vulgar, es inmoral lo que hizo el youtubero. Inmoral por clasista y discriminador.

Dije en Twitter que Alberto Rodríguez quizá no estaba vestido como para una boda fifí, pero que sí hacía muy buenas preguntas (su chamba, al fin y al cabo). 

La pregunta que Rodríguez hizo ayer a López Obrador es un paradigma de inteligencia y respeto a la dignidad de las personas. Cuestionó el periodista de SDP Noticias al presidente de México sobre el tema de enorme complejidad del #MeToo y el suicidio del Vega Gil. Lo que dijo Alberto, además de impecable en sus términos, incluyó una disculpa que lo honra — “yo sé que esta pregunta la tiene que hacer una mujer, pero ya me toca a mí”. Enseguida la pregunta completa:

Por último, quiero decir que no critico a Alberto Rodríguez por su dura respuesta en Twitter a El Chapucero. Donde las dan las toman y el periodista de SDP Noticias simple y sencillamente contestó en los mismos términos. “Por alusiones personales”, como dicen en los debates legislativos: