Andrés Manuel López Obrador fue el líder opositor más importante en los gobiernos de Vicente Fox de 2000 a 2006, de Felipe Calderón de 2006 a 2012 y de Enrique Peña Nieto de 2012 a 2018. A Vicente Fox lo atacó ya en el segundo trienio como Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal. Fue implacable contra Calderón y peor aún contra Enrique Peña Nieto.
Los seguidores de Andrés Manuel supieron aprovechar el Internet y las redes sociales para incluso marcar agenda a nivel nacional durante el Calderonato y Peñanietismo. Fueron ataques directos con un alto grado de veneno y se iban con todo sin importar nada. ¿A qué me refiero? Poniendo un ejemplo, al hijo de Felipe Calderón lo criticaron, hostigaron y atacaron cuando salió vestido de militar en un evento de las fuerzas armadas de México junto a su padre. Las hijas e hijastras de Peña Nieto las atacaron desde la campaña aun cuando era una niña la que lanzó el famoso tuit de “proles”. Durante todo el gobierno se dedicaron a satirizar a Angélica Rivera tachándola de prostituta, de corrupta, entre otras ofensas. Lo mismo sucedió con las hijas e hijastras de EPN a quienes no bajaban de putas, fresas, despilfarradoras, etc.
Durante el 2006 y 2018 los presidentes soportaron todo tipo de agresiones en redes sociales y en las calles. Se les atacaba un día sí y el otro también. Hoy que AMLO es presidente y le toca bailar con la más fea lanza ataques a sus opositores llamándolos fifís, canallas, mezquinos, neofascistas, entre otras ofensas más. No recuerdo ni a Fox ni a Calderón ni a Peña Nieto actuar de esa manera. Tampoco me tocó ver que se organizaban panistas y/o priístas en las redes sociales con la intención de reportar masivamente a quienes piensan diferente al presidente. Ya hay decenas de cuentas en tuiter que son cerradas por los reportes masivos que organizan los lopezobradoristas atentando contra la libertad de expresión incluso contra medios de comunicación no alineada al obradorismo.
Movimientos como #CPT #OPCmx y #Tucam son víctimas de la censura instaurada por los morenistas que, en lugar de incentivar el debate en las redes, incentivan y promueven el silencio. Esto es alarmante ya que el gobierno de AMLO apenas lleva cuarenta días y ha logrado un alto grado de división y polarización entre los mexicanos. También me atrevo a decir que en esos 40 días mucha gente se ha desencantado del rayito de esperanza pues parece que, de tanto libro, de tanta promesa de lengua se ha comido varios tacos.
Los morenistas se dedican 24/7 a defender el gobierno de López Obrador aun cuando se le exige en la oposición solamente lo que él mismo prometió y no está cumpliendo. ¿Acaso no sabía desde la precampaña que su promesa de bajar los precios de las gasolinas, diésel, gas y electricidad golpearían las finanzas públicas? ¡Claro que sí! ¿Entonces para qué prometió bajarlos? Pues simple y llanamente porque prometer no hace daño y sí da muchos votos. Prometió vender el Avión Presidencial ¿No sabía que ni siquiera es del gobierno mexicano y que era arrendado? ¡Claro que sí! Pero decir la verdad tampoco reditúa en votos.
En el PEF de 2019 viene contemplado más de 250 millones de pesos para el avión presidencial que ya ni en México está y se tiene contemplado que gastará 220 millones de pesos en vuelos para todo el 2019. No nos estamos ahorrando nada y como dice Andrés Manuel: “Me canso ganso que para antes que termine el año va a usar el avión presidencial que tanto desprecia” ¿Cómo lo sé? Es fácil pues con tan solo cuarenta días de gobierno empezó con un mínimo de seguridad y en sus más recientes visitas a Tabasco y Tamaulipas fue escoltado por el ejército mismo así que el miedo no anda en burro.
Hoy Andrés Manuel está recibiendo toda esta crítica y le llueven garrotazos por todos lados gracias a su conducta como líder opositor que fue. En ningún momento tuvo la audacia política la mesura que en muchos momentos pudo coadyuvar a sacar adelante al país. Si bien 30,000,000 votamos por él, 60,000,000 no votaron ni por él ni por ningún otro candidato. Todos los ataques que recibe a diario se los ganó a pulso pues con ningún gobierno se sentó a dialogar para lograr acuerdos que pudieron beneficiar a todos los mexicanos en su momento.
He seguido a López Obrador desde el desafuero y me atrevo a decir que aquel que dio un discurso ejemplar en la cámara de diputados no es y por mucho el López Obrador que actualmente nos gobierna.
Sé que seguirá la guerra entre los Pro-AMLO y los Anti-AMLO. Lo que yo espero es que ambas partes tengan la misma oportunidad de expresarse, de criticar o felicitar al gobierno y también espero que no regresen las épocas oscuras en las que los medios, prensa y opinólogos sean censurados por el simple hecho de no estar con el gobernante en turno. Ha sido un camino muy difícil y sinuoso para lograr medios de comunicación libres así que defendámoslo como lo más preciado en una democracia.