Cuesta pensar que la clase política ya sean electos por medio del voto, plurinominales o la alta burocracia que vive en el servicio público gozan de sueldos exorbitantes, pues es en realidad es un mito. Países como Brasil, Chile, Argentina, Estados Unidos, Canadá, Italia, España, Finlandia, Noruega, Alemania y hasta Gran Bretaña los políticos no se pelean tan férreamente por los cargos políticos debido a que ganan más aquellos que se dedican a la iniciativa privada que en los cargos públicos.
Países como Canadá, Finlandia, Noruega, Alemania, Gran Bretaña, Suecia, Suiza, Luxemburgo, Francia, entre otros. Los ciudadanos no sueñan con tener un cargo de elección popular o trabajar en la administración pública, pues ganan mucho más en la iniciativa privada provocando que los políticos de esos países realmente estén comprometidos con servir a su país, servir a su gente.
Entonces ¿cuál es el problema? ¿Por qué en México se pelean con uñas y dientes hasta una simple sindicatura o regiduría? Nuestros políticos no van por el salario o las jugosas prestaciones que implica estar en el servicio público. Ellos van más allá, ellos quieren utilizar sus posiciones para sacar jugo de estos abusando de su cargo y autoridad. Podemos recordar casos como el enriquecimiento del hermano del ex presidente Carlos Salinas, Raúl que obtuvo ganancias por más de doscientos cincuenta millones de dólares que permanecieron congelados mientras él estuvo en prisión. Otro caso fue el de la famosa Quina, líder sindical de PEMEX que fue encarcelado por Carlos Salinas por corrupción, Elba Esther Gordillo la líder sindical del SNTE.
Están los casos de corrupción de al menos 22 gobernadores de 2012 a 2018 que vaciaron las arcas de sus estados y peor aún la endeudaron hasta los tuétanos. El mismo caso sucedió con ex presidentes que no tuvieron empacho en inventar obras públicas con costos inflados o a tal descaro que ni siquiera fueron realizados.
Las y los políticos de México no ganan más que un empresario de clase media alta con percepciones de entre 100,000 o 120,000 pesos mensuales. Un empresario de clase alta puede ganar por encima de 200,000 o 250,000 pesos mensuales mínimo.
Hay casos de regidores que tienen sueldos de 40,000 o 45,000 pesos mensuales que otorgan permisos a sus cuates o a quien le llegue al precio que los hace ganar más de 200,000 pesos sin contar con su sueldo como regidor. Lo mismo sucede con alcaldes que ganan 70,000 pesos o menos, pero tienen en sus manos un enorme poder que les permite vender por ejemplo predios que son de uso exclusivo del municipio haciendo un cambio de uso de suelo y vendiéndolo a amigos, cuates y familiares.
Algo en lo que regidores y alcaldes sacan jugo durante todo el año es en el cobro de predial, de agua potable, alcantarillado, dando permisos de construcción de nuevas colonias irregulares que en los siguientes trienios serán un problema para otras administraciones. También están los permisos de alcoholes, mal uso de los recursos para mejorar los servicios públicos.
México está plagado de estos parásitos que solo se dedican a enriquecerse y sacar provecho por medio de la corrupción, la tranza, complicando los procesos y gestiones públicas con el fin de que el ciudadano decida corromperse y entrar al círculo vicioso de corrupto-corruptor-corruptible.
En Sinaloa es bien sabido que un regidor fácilmente se hace de terrenos y propiedades, un alcalde hace convenios de construcción de obra pública a costos elevados y de una pésima calidad que les permita obtener buenos dividendos, en las sindicaturas pasa exactamente lo mismo, los gobernadores se dedican a vender cargos dentro del gobierno, paga con ellos también las lealtades durante su vida como político y el apoyo recibido para llegar al poder.
El Estado está perdido, está enfermo y mientras la sociedad no decida en cambiar como país, como sociedad, los cambios no se van a dar. Se siguen ganando elecciones a base de billetazos, gracias a la movilización de las estructuras políticas de los partidos que llevan masivamente al ciudadano a votar. Las y los candidatos prometen y prometen pues nada les cuesta ya que simple y sencillamente no están obligados a cumplir.
Se culpa al PRI, PAN e incluso al PRD de todas las tragedias de México, aunque en realidad la mayoría de los partidos si no es que todos son corruptos, están coludidos con el crimen organizado, el narcotráfico y hasta en la trata de personas. Un ejemplo es Morena que se dicen incorruptibles, su gobernador en Tabasco es el penúltimo gobernador peor evaluado y le sigue el impresentable gobernador Morenista de Veracruz, en cambio el gobernador priísta de Sinaloa Quirino Ordaz está en primer lugar y le siguen tres gobiernos panistas.
Uno de los casos más graves de México es que en los congresos federales o estatales no importa si tienen 3, 5, 10 o 20 diputados, todos votarán según el coordinador de bancada así lo decida o lo que es peor, les tiran línea desde el poder ejecutivo o el líder del partido. El diputado o senador no decide libremente, no vota en beneficio de a quienes representa, en pocas palabras deciden en bloque y aquél que decida votar por su cuenta pone en riesgo su poder político dentro y fuera del partido.
Es hora que las y los ciudadanos se armen de valor y exijan facilidades para que cualquier mexicano pueda competir en igualdad de condiciones que aquellos mexicanos que deciden participar por medio de un partido político. Las trabas que le ponen a las candidaturas independientes, los limitados recursos que gozan hacen casi imposible levantar una campaña. La última reforma electoral si bien puso reglas del juego, están cargadas de requisitos difíciles de cumplir por el ciudadano de a pie y lo pone al servicio de aquellos que tienen la capacidad económica de autofinanciar la elección.