¨Después de la tormenta viene la calma¨ dice el refrán, pero a raíz del sismo, no podemos aplicarlo porque después de la destrucción es necesario iniciar la reconstrucción.
Hay mucho por hacer, son miles los edificios, casas, oficinas, carreteras, puentes que resultaron afectados en la república mexicana por los terremotos.
Pero, como dice el dictum teatral ¨the show must go on¨ no nos queda otro remedio a todos los mexicanos, y digo todos, porque poner de pie a un país derrumbado es un trabajo arduo que requiere de las manos, el cerebro y el corazón de cada uno.
Pero aparte de la buena voluntad, hay otro factor indispensable para la reconstrucción: dinero.
Se han mencionado muchas cifras. El presidente Enrique Peña Nieto, habló de 39 mil millones de pesos, Andrés Manuel López Obrador dice que se requiere mucho más. Pero fuere cual fuere la cantidad que se necesite, es urgente empezar a juntarla y administrarla.
Sin caer en lugares comunes, sabemos que el pueblo de México es generoso por naturaleza y que políticos, empresarios, intelectuales, medios de comunicación, deportistas y actores han mostrado su disposición para colaborar y el dinero ha empezado a fluir.
Solo por citar un ejemplo, la propuesta de los actores Gael García y Diego Luna, ha reunido más de medio millón de dólares.
También los partidos políticos se han mostrado proclives a colaborar, renunciado a un porcentaje de los fondos que el INE pone a su disposición para las campañas electorales que se avecinan, porcentaje que va desde el 20% hasta el total de los ingresos. Hay que recordar que los partidos cuentan con tiempo y espacio gratuitos en los medios de comunicación que pueden utilizar para sus campañas electorales. Y los ciudadanos agradeceremos no verles la cara en postes y espectaculares. También reciben ¨coperacha¨ de los militantes de sus partidos que se cuentan por millones.
Todo parece indicar que con la buena voluntad de todos podremos reunir el dinero, pero…
¿Quién y cómo lo van a administrar?
Los ciudadanos no confiamos en los políticos para manejar esta gran cantidad de dinero.
¡Los conocemos bien!
Por eso, debemos escuchar la más lúcida de las propuestas que para este fin expresó Enrique Krauze, el historiador y escritor liberal mexicano, director de la editorial Clio y de la revista Letras Libres.
Lo que Krauze propone es:
La integración de una comisión de reconstrucción para las entidades afectadas con una mayoría ciudadana. Sugiere el historiador, convencer a una decena de empresarios, intelectuales, académicos, periodistas, religiosos y está seguro de que sobran en México.
Es muy importante que los jóvenes que han respondido de manera heroica y solidaria a la crisis participen activamente en esta comisión. También propone Krauze, que participen en el grupo auditores y contralores expertos con una trayectoria impecable.
A los fondos oficiales etiquetados para casos de desastre habrá que agregar los recursos que nos ahorraremos de los partidos políticos, donaciones privadas y ciudadanos.
Estoy seguro de que, si la gente confía a carta cabal en los administradores, el dinero fluirá como un río de vida para poner a México nuevamente de pie.
Lo que quiere Krauze es que la conmovedora y eficiente solidaridad de los mexicanos se mantenga viva por siempre y de paso que se vuelvan auditores de los políticos.
Sinceramente creo que deberíamos escuchar a Krauze. Al margen de preferencias y colores, su propuesta es congruente y puede ser efectiva. No importa la ideología, ni tus preferencias electorales, en este momento, el único partido político se llama: México.