Hace un año (diciembre del 2018) salió al aire en tv nacional aquél spot ¡Hagámoslo Juntos!
El cual fue muy especial para mí, ello porque se trataba del 1er spot del Primer Gobierno Progresista democráticamente electo en la historia de nuestro querido país, y obvio el hecho fue algo totalmente histórico y que fue esperado (quizá desde tiempos del Gral. Lázaro Cárdenas) por muchas generaciones durante muchas décadas de lucha.
Hoy a un año de distancia de ese hecho que quedará en la memoria colectiva, podemos ver que es cierto, que aún falta muchísimo por hacer, ya que ha habido -y seguirá habiendo- aciertos, avances, errores, rectificaciones, resistencias, idas y venidas, pero el deseo que dan las fuertes convicciones personales de izquierda progresista, es que tengamos una patria menos injusta y más equitativa para todos más temprano que tarde.
Quería compartir y expresar esta sincera remembranza, ya que el ver y escuchar aquel mensaje comentado en un inicio, tocó profundas fibras positivas en mí y en especial esas imágenes claras y resplandecientes dando esa breve pero muy aleccionadora y esperanzadora reflexión, acerca de lo que mexicanos en común deseaban y esperaban para nuestra nación con el inicio de la #4T. En especial, me quedo con uno de ellos: igualdad de oportunidades para todos (sin importar género o condición social). Ello fue totalmente paradigmático por todo el contexto explicado con anterioridad, y hoy podemos ver que justo el impulsar la movilidad social y poner un piso mínimo de bienestar con programas sociales universales para incentivar -no sólo económica sino emocionalmente- a sectores vulnerables, son la clave ética y programática (y de acción de gobierno) del Presidente Andrés Manuel, para sentar las bases y cimientos sólidos de una paz y tranquilidad social duradera a futuro, que siempre será fruto de la justicia y la equidad.
Sé que sumada a esa anhelada voz sobre la igualdad de oportunidades, también hubo más voces de mexicanos emprendedores que deseaban un mejor y más digno presente y futuro como país, pero como es evidente me quedé con esa esencia visual, sonrisa, voz y mensaje reflexivo acerca de la importancia del hecho de que el futuro de un niño no venga condicionado por la situación económica de sus padres.
Dada la fecha especial que se celebró de manera muy sintomática para muchos el pasado 1ero de diciembre en un abarrotado, inmenso y esplendoroso Zócalo capitalino (corazón político y cultural de México) con el Presidente Andrés Manuel, quería expresar este pensamiento por esta vía.
Sin duda admiro mucho la valentía y conciencia social para expresar aquel mensaje que marcó el inicio de todo un hito transformador que aún está en marcha.
No será nada fácil (por el contrario), van a pasar muchos años para ver cristalizados los objetivos ética y programáticamente marcados vía un proyecto alternativo, un movimiento amplio y plural y un liderazgo carismático, histórico y honesto, pero creo que las sólidas bases de un mejor país -con regeneración del tejido social- se están cimentando y construyendo. De absolutamente todos juntos depende lograrlo.