El Doctor José Manuel Mireles Valverde adquirió fama nacional por ser uno de los líderes del movimiento de autodefensas en Michoacán. El e Hipólito Mora me platicaron de viva voz durante cinco horas con lujo de detalle las circunstancias extremas que los obligaron a iniciar “la guerra” contra los narcos, extorsionadores, violadores y las autoridades compradas en su momento por Nazario y La Tuta. El 24 de febrero de 2012 usando armas de cacería enfrentaron a los narcos que arribaban a una escuela para hacer de las suyas con las niñas.
Las primeras batallas generaron armas que luego los MP regresaron a los delincuentes. Eventualmente, el Doctor e Hipólito capturaron más armas y se ganaron la confianza de los militares enviados por Peña Nieto y capitaneados por el nefasto “el Virrey” Alfredo Castillo, nombrado comisionado presidencial. La luna de miel entre militares y autodefensas daría grandes frutos. Treinta municipios estaban armados y apoyando una eficaz pesquisa de narcos.
Castillo tenía otros planes. Encarcelar a Mireles y amedrentar a Hipólito serían su objetivo siniestro, oculto, perverso. Los acuerdos entre el corrupto Virrey y los autodefensas fueron una trampa para hacerlos aparecer como incumplidos. El Dr. Mireles luego casi se mata en un accidente en una avioneta. A Hipólito le mataron a uno de sus hijos. Puras desgracias.
Muchos de los falsos autodefensas fueron nombrados policías por Castillo. Por esa razón no aceptó Mireles unírseles. El siguió en plan de “organizador” de autodefensas hasta el día que lo capturaron en un restaurante de pollos. Las actas en su juicio dicen que en la calle. Los policías y renunciaron y no son localizables; o simplemente no son obligados a acudir a las diligencias o careos. Es virtualmente imposible que su juicio iniciado hace casi tres años pueda avanzar.
Yo entré a coordinar su equipo de defensa cuando se quedó sin abogados y fui de las contadas personas que lo visitaron durante su estancia de más de dos años en el CEFERESO 11 de Hermosillo. Allí, castigaban a los reos y celadores que le dirigían la palabra, le secuestraban su correo, los mismos libros durante meses. Mis quejas ante derechos humanos sirvieron de nada. Muy gachos e inhumanos con él, pero al menos lo mantuvieron vivo. Malo de la espalda, con diabetes avanzada, el Manuel Mireles sobrevive de milagro, y hace unos meses fue trasladado al Penal de Nayarit.
El documental CARTEL LAND de Mathew Heineman y Katheryn Bigellow destaca la lucha de Mireles contra la delincuencia organizada. Ahora Mireles es famoso a nivel internacional, pero ni eso le ha servido como palanca para accionar la justicia. Las acusaciones de acopio de armas y posesión de drogas fueron un total invento para poder encarcelarlo e incomunicarlo. El día anterior, Mireles había celebrado una asamblea popular para que la gente de La Mira eligiera a sus autodefensas. Al parecer la democracia griega es enemiga del sistema político mexicano en su conjunto porque NINGUN partido político ha protestado contra el encarcelamiento injusto de los auténticos autodefensas.
Por cierto Castillo hizo negocio de cientos de millones de dólares con minerales embarcados sin rastro en el puerto de Lázaro Cardenas, pero recibidos y contabilizados por las autoridades comerciales chinas, según datos oficiales que me fueron proporcionados por especialistas en la materia. Ya que cumplió su misión y aprovechó para hacer despojos, Castillo es enviado por Peña al Instituto del Deporte, donde se ríe tranquilamente.
La justicia mexicana no tiene pena, ni tiempos, ni vergüenza: es ciega, sorda, muda, lenta y torcida por el poder. Es injusticia imperial. La señora procuradora Arely Gómez como que quizo haberse desistido de la acción penal, pero algo la detuvo. La PGR tiene una supervisión especial en este caso. Basta haber estado en el juzgado para darse cuenta. Cuando una audiencia se difiere, ¡se re-programa para dentro de seis meses! Los exhortos con notificaciones personales entre Uruapan y Hermosillo podían tardar seis o siete semanas en ir y venir. El sistema de internet, colapsado.
Hoy por hoy, los nuevos procedimientos penales han abierto una posibilidad para que Mireles enfrente el proceso en libertad, desde su casa. Otros trescientos autodefensas más que nunca recibieron los reflectores de Mireles, también habían sido encarcelados como “enemigos del Estado” según los etiquetó Castillo para engañar a los mexicanos a los que todo esto les vale madre. Sin embargo el juez 6º de distrito en Uruapan ya liberó como a cien de ellos. Falta Mireles.
Este video obtenido subrepticiamente por su actual defensor, mi amigo, el abogado Ignacio Mendoza, nos pone a todos al corriente de la situación del Doctor. El juez 5º de Distrito en Uruapan es nuevo. Apenas llegó en noviembre. El tiene la palabra. Mireles no va a huir porque no es culpable ni cobarde. Ahora que, qué tanto miedo le tiene “el sistema” eso es otra cosa.
Ojalá la indignación colectiva de cientos de miles de lectores y cibernautas de todo el país empuje a que por ciega y sorda que sea, la dama de la justicia ordene que el proceso contra el Doctor Mireles se siga con él en libertad. Pudiera ser una decisión o sentencia de vida o muerte.
Por el derecho a defendernos de delincuentes… y del mal gobierno.
Atentamente.
Mayo 10, 2017
San Pedro NL