Los motores de la Fórmula 3 llegaban al circuito Spa-Francorchamps en el Gran Premio de Bélgica donde se vivió un aparatoso accidente entre Oliver Goethe y Zane Maloney.
El aparatoso accidente se generó a la mitad de la carrera, el encontronazo entre Goethe y Maloney provocó que uno de los monoplazas quedara bocabajo.
Esto ocurrió debido a que en una de las curvas las llantas se tocaron y cambiaron la dirección de ambos vehículos, los dos se fueron a estrellar a la barra de llantas protectoras y tras el impacto Maloney fue el que se volcó.
Maloney forma parte de la escudería Trident y está en la tercera posición de la tabla de clasificación.
El monoplaza de Maloney tomó gran fuerza que alcanzó a dar la vuelta completa para quedar de nueva cuenta de pie, aunque evidentemente dañado y sin llantas delanteras.
Mientras esto ocurría Oliver Goethe tuvo mayor control de su auto, pero se volvió a encontrar con Maloney y ahí el halo de su monoplaza lo salvó, ya que se impactó, pero sólo provocó que el halo se rompiera y él se salvara de una lesión mayor.
Por este inconveniente en el circuito, la carrera se tuvo que parar para atender a ambos pilotos, quienes lograron salir por su propia cuenta de su vehículo.
¿Qué es el halo, la pieza que salva la vida de pilotos en el automovilismo?
La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) y la Fórmula 1 implementaron el halo con la finalizar de evitar muertes o lesiones en los pilotos.
El halo es un sistema que se coloca en el cockpit del monoplaza, prácticamente rodea la cabeza del piloto y por ello garantiza la seguridad.
Con este sistema la FIA buscó proteger la integridad del conductor, en casos como un choque donde los autos se puedan encimar, una llanta pueda salir volando o bien, el monoplaza se quede boca abajo y el piloto pueda sufrir consecuencias físicas.
Pese a la velocidad y fuerza con la que se dan los golpes el halo es resistente ya que sus 9 kilos están hechos de titanio, un material resistente a cualquier impacto.