Gerardo Martino, técnico de la Selección de Futbol de México, niega que haya un ultimátum sobre él, si no le gana a de Panamá, mañana en la noche en la cancha del estadio Azteca. Y menos piensa en renunciar.

La Selección de futbol de México enfrenta un juego trascendental contra los panameños, si gana podría pasar al segundo lugar del octagonal rumbo a la Copa del Mundo de Qatar del 2022; si pierde, se meterá en zona de repechaje.

‘Tata’ Martino negó que piense en dar un paso al costado si no hay victoria: “Estamos concentrados, con ganas de hacer un buen partido. Es el único pensamiento que me ocupa en estos momentos”, dijo.

También negó que exista un ultimátum de los federativos: “A estas alturas del juego y con la edad que tenemos todos, no hay advertencias, no es un colegio. Vamos al juego con la mayor de las ilusiones”.

Gerardo Martino.

Gerardo Martino añora el pasado

Para Gerardo Martino, su paso por la Selección de Futbol de México no ha sido tan malo como pudiera ser el presente que vive: “Siempre en los trabajos, uno pretende hacer las cosas lo mejor que se puede, tener mejores actuaciones y mejores resultados”.

El pasado fue mucho mejor, pero no niega el presente: “De los tres años que llevamos aquí, los primeros dos y medio han sido buenos, después, a finales del año pasado comenzamos a decaer, y eso nos ha costado”.

Eso no lo hace huir de la responsabilidad que carga: “Tenemos que ser conscientes de que estamos aquí por nuestra responsabilidad y hay que sacar este momento adelante… Está claro dónde nos posiciona la derrota y donde nos posiciona un triunfo”.

La Selección, de capa caída.

Gerardo Martino aún se ilusiona

A pesar de todo lo que se le ha venido encima, a Gerardo Martino, todavía le ilusiona ir a la Copa Mundial de Qatar 2022 con la Selección de futbol de México.

“Estamos arriba del barco desde hace tres años. Es turbulento desde hace tres meses. En los trabajos de selección pasa esto, son muchos año. Es difícil sostener cuatro años de maravilla”, señaló.

“Cuando inicié, dirigí tres años en la segunda división de Argentina y diez años después dirigí al Barcelona, y eso no me ubica en ningún lugar de privilegio. A veces nos va bien, a veces nos va mal”, agregó.