Hasta la fecha no existe ningún estudio científico que logre explicar porque existen personas homosexuales o bisexuales (tampoco hay uno que determine el origen de la heterosexualidad) , sin embargo, hay mucha gente que se empeña en afirmar que la orientación sexual se elige y por lo tanto, una persona puede tomar la decisión de no ser gay o bien “curarse” de ello.

Así lo hace ver un supuesto estudio hecho por Rita Strakosha, psicóloga por la Universidad de Albania, que afirma que los hábitos alimenticios son capaces de hacer que una persona se vuelva homosexual, entre otras cosas porque a comida chatarra crea una deficiencia vitamínica y esto a su vez causa desequilibrio en las hormonas sexuales.

Quizá te estás preguntando qué tienen que ver las hormonas sexuales en todo esto, pues Strakosha sostiene que el nivel de estrógenos y testosterona en los individuos es determinante con respecto a la atracción sexual y afectiva que tienen hacia otra persona, pues de estos dependería la masculinización y a feminización.

Los argumentos del estudios que no esta sustentado por ninguna institución de investigación, académica o científica, se centran en comparaciones de datos sacados de contexto, por ejemplo:

“A los 16 años, los niños homosexuales y bisexuales tenían 12.5 veces más probabilidades que los niños heterosexuales de comer en exceso”

Rita Strakosha

Sin embargo, en citas como la antes mencionada, no se especifica por qué los adolescentes identificados como homosexuales estaban comiendo más que el resto; no se habla sobre su situación familiar o sobre su proceso de aceptación tanto a nivel personal como social; todos estos, factores de alto impacto en el estado emocional de una persona y por lo tanto, en sus hábitos alimenticios.

Por otro lado, Strakosha destaca que “la presencia de la homosexualidad aumenta con la agricultura”, sobre todo entre las clases sociales más favorecidas, pues según argumenta, los integrantes de estas eran quienes más se beneficiaban y podían consumir más alimento y con más calorías.

Al mismo tiempo, el documento publicado a través de diversas plataformas de acceso libre afirma que el azúcar “actúa de forma similar a las sustancias psicoactivas” que aumentan el deseo sexual “y en el laboratorio hacen que las ratas se vuelvan homosexuales”. La autora especula que, el aumento del deseo pues causar una “mala atribución de la excitación hacia la persona presente”, lo que derivaría en conductas homosexuales.

En el mismo sentido, Strakosha escribe que el cambio climático es también causante indirecto de la homosexualidad, pues afirma que ha privado de nutrientes como el Zinc a los alimentos y esto, a su vez, favorece los desequilibrios hormonales.

¡Que viva el amor!... y las papitas.

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  • Rechazo de una persona del sexo opuesto durante la adolescencia.

  • Ver pornografía heterosexual y masturbarse.

  • Malas experiencias sexuales.

  • Falta de sueño.

La firmante del documento sentencia que una dieta baja en azúcares, harinas y grasas que, además privilegie el consumo de alimentos crudos, es ideal para alejarse de los “sentimientos homosexuales”.

La hipótesis está basada en la suposición de que esto haría mejorar la salud del cuerpo y por lo tanto, equilibraría la respuesta del organismo tanto a las hormonas sexuales, como a algunas relacionadas con estados de ánimo como la dopamina y la serotonina.

Cabe aclarar nuevamente que el documento del que aquí hablamos no tiene un sustento científico, no realizó pruebas propias y utiliza datos de investigaciones previas sacadas de contexto. Además, no está avalado por ninguna autoridad en materia de salud, psicología, sexualidad o cualquier otra ciencia.

Con información de Pink News y Psikolo1.