En una sentencia inédita, el Tribunal Oral 4 de Buenos Aires condenó a cadena perpetua a Gabriel Marino por "homicidio calificado por odio de género".
Por primera vez, la Justicia argentina reconoció con el asesinato de la líder del movimiento LGBTI, "un crimen de odio a la identidad travesti".
La celebración por la sentencia inundó el Palacio de Tribunales en donde esperaban amigos y familiares y compañeros de lucha de la activista.
"Ella se lo merecía. Por suerte y por fin pudimos hacerlo. Por primera vez en la historia la Justicia se pronunció sobre un travesticidio. Diana, aún no estando físicamente, sigue haciendo aportes que van a cambiar la historia de nuestro país", dijo a El País su hermano, Sasha Sacayán.
El 11 de octubre de 2015 Sacayán fue hallada muerta en su casa del barrio porteño de Flores. Según el perito que realizó la autopsia, fue asesinada "con ferocidad". La mataron de 13 puñaladas por su identidad de género.
A sus 25 años, Gabriel Marino, fue acusado por "homicidio triplemente agravado por haber sido ejecutado mediando violencia de género, por odio a la identidad de género y con alevosía, en concurso ideal por robo". Los jueces consideraron probada su participación en el asesinato, que perpetró con 23 años y la investigación sigue abierta pues los investigadores sospechan de la participación una segunda persona.
"Me liberó un poco todo el enojo, toda la angustia y el dolor que sentí durante estos dos años y medio", dice Sasha. "Costó mucho y fue muy doloroso este tiempo porque nos abocamos en el juicio, no tuvimos tiempo ni para el proceso de duelo", continúa.
"Al calabozo no volvemos nunca más"
Diana Sacayán nació en Tucumán el 31 de diciembre de 1975 en un hogar con 15 hermanos. La familia se mudó a La Matanza, en la periferia bonaerense, cuando ella era una niña. Asumió su identidad trans a los 17 años y fue detenida en numerosas ocasiones durante su adolescencia por el código de faltas bonaerense, que criminalizaba el travestismo. "Al calabozo no volvemos nunca más", cantaban militantes trans.
Cuando Diana fue asesinada tenía 39 años. El promedio de vida del colectivo trans en Latinoamérica es de 35. A lo largo de las 12 audiencias del juicio, numerosos testigos hicieron hincapié en la persecución y estigmatización que sufren travestis y transexuales.
En 2001 Diana Sacayán creó el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (M.A.L), una organización dedicada a promover la inclusión educativa, laboral y sanitaria de las personas LGBTI.
Fue también una de las primeras en recibir una identificación con su género y nombre modificados de manos de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La conocida como "Ley Diana Sacayán" establece que al menos el 1% de los puestos de trabajo del sector público deben estar ocupados por "personas travestis, transexuales y transgénero que reúnan las condiciones de idoneidad para el cargo".
Un mes antes de su asesinato, en septiembre de 2015, vio como el proyecto de cupo laboral que redactó y presentó tres veces a la Legislatura era finalmente aprobado.
Con información de El País