En la actualidad cada vez es más común escuchar el término cruising. Pero, ¿qué es y de dónde se originó esta práctica sexual?
Si bien esta es una práctica que empezó a ser explorada por miembros de la comunidad LGBT, cada vez más se empieza a extender a otros terrenos.
Pues ahora es común que las personas heterosexuales también practiquen el cruising y lo busquen como una nueva experiencia o fantasía sexual.
¿Qué es cruising? Esta es la práctica sexual que se practica en lugares públicos
El cruising es una práctica sexual que se caracteriza por tener relaciones sexuales en espacios públicos.
Entre algunos de los lugares más comunes en los que las personas suelen llevar a cabo el cruising se encuentran:
- Parques
- Bosques
- Playas
- Baños públicos
- Estaciones (tren o autobús)
- Entre otros
Una de las principales características es que, pese a que el acto se realice en lugares públicos, el sexo es bastante directo y hasta anónimo.
Esto debido a que se suele hacer también entre desconocidos, por lo que también se le ha denominado como otra forma de sexo casual.
¿Dónde y cómo se originó el cruising? La practica se relaciona con la comunidad LGBT
De acuerdo con algunas fuentes, origen del cruising se remonta a la década de 1960, siendo un término que se empezó a popularizar en el argot gay.
Esta es una época en la que las relaciones homosexuales o fuera de la heteronormatividad eran ampliamente complicadas por el prejuicio social.
Motivo por el cual miembros de la comunidad LGBT empezaron a establecer sus propios espacios seguros para entablar encuentros sexuales sin problemas.
Sin embargo, el origen de la palabra “cruising” no está del todo claro, ya que hay quienes aseguran que proviene del término “kruisen”, que significa “cruz”.
Esto en relación a al momento en el que dos personas se cruzan en determinado lugar e intercambian miradas para dar paso al acto sexual.
Otras fuentes sugieren que el cruising se originó en un bar gay ubicado en plena Ruta 66 llamado el Booze n’ Cruise, muy popular en los años 70.
Un lugar en los que hombres podían llevar a cabo encuentros entre sí con toda libertad.