En 2017, luego de haber compartido con sus alumnos una foto de ella y su prometida, la maestra de arte Stacy Bailey fue suspendida de su cargo en un acto que ella denunció como discriminación por homofobia. Los hechos ocurrieron en una escuela de Mansfield, Texas, Estados Unidos.
Desde entonces, a casi tres años de haber sido acusada de “promover una agenda homosexual” , la docente sigue sin poder ejercer su profesión, pero en días recientes la justicia por fin le concedió la razón cuando un juez federal determinó que las autoridades escolares deberán pagarle una indemnización por 100 mil dólares (1.8 millones de pesos).
Además del acuerdo monetario, Bailey consiguió que el distrito escolar en el que trabaja, a 50 kilómetros de Dallas, se comprometiera a implementar programas de sensibilización hacia la diversidad sexual entre el personal administrativo y de recursos humanos que forma parte del sistema de educación.
Otro de los acuerdos fue que en las políticas en contra de la discriminación establecidas en el distrito escolar, se incluyan conceptos como homofobia, orientación sexual e identidad de género, lo que ayudaría a reducir la violencia hacia lesbianas, gays, bisexuales y trans.
Durante todo el proceso legal, Stacy fue ampliamente apoyada por estudiantes, familias y profesores y ella decidió que, como una forma de agradecimiento, donaría 10 mil dólares a organizaciones que trabajan por los derechos de las poblaciones LGBTI.
Por el momento, está en espera de que su suspensión sea revocada, pues desea volver a las aulas antes de que sus alumnos se gradúen el próximo verano.