De igual manera que ha pasado con Alien, Terminator y muchas sagas cinematográficas nacidas en los 80; el tiempo no ha sido bueno con Depredador. después de su segunda entrega en 1990, el cazador intergaláctico se ha visto en una serie de obras de calidad muy cuestionable, incluyendo un par de encuentros con el xenomorfo favorito del mundo.
Con ese antecedente, Shane Black tenía la tarea de revivir la gloria del personaje, algo que lucía por demás difícil, sobretodo por la incógnita que resulta el trabajo del director, quien es conocido por dar la taquillera; pero odiada, Iron Man 3. No obstante, los temores eran infundados, pues su estilo "cómico", encontró un lugar adecuado entre toda la acción visceral que supone una obra protagonizada por el Depredador.
La historia es muy básica, como todas las de la saga; un Depredador llega a la Tierra, hace contacto con los seres humanos y comienza la batalla entre los dos bandos; aderezado con la aparición de un Depredador más grande y más malo que ataca a todo lo que se mueve, incluyendo al primer cazador. Lo interesante es que, conforme avanza la película, nos enteramos el por qué ahora los depredadores se cazan entre sí y la razón de qué haya tantas visitas de esta raza a nuestro planeta.
Toda la trama se mantiene dentro de las formas prototípicas del género de acción, con militares involucrados, científicos que buscan estudiar al alienigena y un grupo vario pinto que le hará frente a la amenaza. Aún así, la fórmula funciona muy bien, entregando grandes secuencias de acción y mucha sangre, algo que hará feliz a los fans no conciben al cazador sin la violencia explícita.
Asimismo, cada uno de los personajes está muy bien diferenciado, contando con un carisma peculiar; desde McKenna, el francotirador que lleva el rol principal; hasta Casey Bracket, la bióloga que busca descubrir el misterio de los Depredadores. Es cierto, todos son un cliché en sí mismo; pero reiteramos, para el género y tipo de película que abordamos, son más que adecuados.
Ahora bien, tal vez se pregunten, ¿cómo es que la comedia de Shane Black tiene cabida aquí? Bueno, a diferencia de la mencionada Iron Man 3; el director encontró la forma de fusionar las formas violentas con los momentos cómicos, dando pie a un ritmo por demás divertido; pero sin volverse una parodia de sí mismo. El Depredador sigue siendo implacable, nunca lo vemos reducido a un chiste, a pesar de que su entorno se desenvuelva un ambiente más "ameno" por decirlo de alguna manera.
Podemos decir que está armada con la estructura clásica de las películas de acción ochentera; pero adecuada a la época actual.
Donde falla un poco la obra es en el final, el cual es anticlimático; así como ciertos momentos de CGI, los cuales no están del todo optimizados. Estas cosas puede arruinar la inmersión en el filme; pero nada que sea catastrófico en un resultado global.
Si buscas un película sin pretensiones, divertida y sangrienta a mismo tiempo; ten por seguro de que El Depredador es la opción indicada. Si te quedaste con la imagen dramática y el ambiente tenso del personaje dado por la primera película, es probable que te decepciones un poco; aún así, te aseguramos que es lo mejor que ha hecho Hollywood con el cazador en los últimos 28 años.