Digámoslo de una buena vez, Rápidos y Furiosos 10 no tiene ningún sentido, como prácticamente todas las otras películas de la saga.
Y es que después de Reto Tokio, la saga de Rápidos y Furiosos se ha alejado cada vez más de lo verosímil, para entregar obras de entretenimiento del más palomero.
Rápidos y Furiosos 10 no se trata de pensar en la gran trama que tiene o en sus actores y actrices de renombre; es de sentarte y esperar dos horas y media de explosiones, acrobacias y peleas gratuitas.
Cosa que está bien, pues la saga nunca ha querido dar una profundidad a su historia y personajes, sólo divertir a la gente con un gran espectáculo.
¿De qué trata Rápidos y Furiosos 10?
Rápidos y Furiosos 10 nos presenta a un Dominic Toretto ya retirado, el cual celebra a toda su familia, desde aquella ligada por sangre, hasta quienes se han vuelto amigos y amigas invaluables.
Sin embargo, la paz no dura para siempre, pues en una misión “de rutina”, Dante Reyes aparece en escena para cobrar venganza por la muerte de su padre, Hernán Reyes.
El villano atacará donde más le duele a Toretto, su familia, separándola y tratando de acabar con cada uno de sus miembros.
Eso incluye al hijo de Dominic y Letty, todo con el fin de hacer sufrir al protagonista.
Rápidos y Furiosos 10 es igual que todas las entregas desde la 3, esta trama es sólo una excusa para que la producción de Universal se ponga a hacer persecuciones y explotar todo lo que hay en el set.
Hay uno que otro giro y cierto desarrollo, sobre todo en los personajes nuevos; pero al final todo se reduce al frenetismo característico de la saga.
Curiosamente esto hace que la película fluya bastante bien, pues no pierde tiempo en explicaciones, yendo directamente a la acción, que es lo que todo el mundo quiere ver.
Esto le da un ritmo acelerado a Rápidos y Furiosos 10, haciendo que las dos horas y media no se sientan.
Es tal la simpleza de la trama de Rápidos y Furiosos 10, que incluso si no has visto una película de la franquicia en 20 años, puedes entrar sin problemas, pues darás rápido con el hilo dramático.
Esto a pesar de las decenas de agujeros que tiene su guion, que pasarás por alto debido a la cantidad de cosas que pasan en pantalla al mismo tiempo.
No esperes grandes actuaciones en Rápidos y Furiosos 10
A pesar de contar con un elenco multiestelar, Rápidos y Furiosos 10 no aprovecha a ninguno de los involucrados.
Básicamente todos son el mismo personaje; pero con diferente ropa, voz y género.
Hombres y mujeres de Rápidos y Furiosos 10 basan toda su actuación en ser rudos, hablar fuerte y desbordar poder en cada una de sus escenas.
No importa que estés viendo a Vin Diesel (55 años), Jason Momoa (43 años), Michelle Rodríguez (44 años) o Brie Larson (33 años), todos y todas actúan igual.
Vamos que el guion tampoco les exige muchos, gente como Jason Momoa, Brie Larson, Daniela Melchior (26 años) e incluso Jonh Cena (46 años), han demostrado un gran rango de interpretación.
Pero en Rápidos y Furiosos 10 no es el caso, quedándose en personajes de acción genéricos que sólo aparecen para demostrar su poder físico y atletismo.
Además de estereotipos como alivios cómicos, hombres o mujeres sabias, los inteligentes; aunque al final todo se reduce Toretto y su equipo haciendo locuras.
Ojo, que el que el elenco de Rápidos y Furiosos 10 no sea exigido en sus interpretaciones no significa del todo que su trabajo sea totalmente plano.
Algunos logran dotar de un carisma natural a sus personajes, tal es el caso de Jason Momoa con Dante Reyes, el cual es sádico e implacable, pero al mismo tiempo memorable y divertido.
Simplemente la película sigue una línea ya establecida por sus predecesoras, de la cual no tiene intención de alejarse, pues no lo necesita en realidad.
¿Vale la pena Rápidos y Furiosos 10?
Rápidos y Furiosos 10 es uno de esos últimos bastiones del cine de acción en su forma más pura, otro caso sería el de Tom Cruise y todas sus películas.
Donde la trama está al servicio del personaje grande y fuerte, el cual no tiene empacho en volar media ciudad para detener al “malo”.
Dominic Toretto podrá hablar mucho de la familia; pero eso no quita que Rápidos y Furiosos 10 reduzca todo a acrobacias imposibles en automóviles.
Ver Rápidos y Furiosos 10 es como ver Commando en los 80′s; no sabes de qué trata, no te acuerdas de las actuaciones, pero sí te viene a la mente Arnold Schwarzenegger con un lanzamisiles volando todo lo que encuentra.
Si esbozaste una sonrisa al leer esto, la nueva entrega de Toretto y compañía es para ti; si no sabes de lo que hablamos, mejor piénsalo dos veces antes de comprar un boleto.