Morir de Placer es una miniserie disponible en Disney+, la cual se sale de lo que tradicionalmente nos ofrece la mencionada plataforma.

Inspirada en la vida real de Molly Kochan, Morir de Placer presenta una narrativa reflexiva sobre el cáncer, la sexualidad y el autodescubrimiento.

Siendo protagonizada por Michelle Williams -de 44 años de edad- en el papel de Molly, y Jenny Slate -de 43 años de edad- como Nikki, su mejor amiga y confidente.

Es por ello que te daremos nuestros 5 puntos de por qué Morir de Placer es la serie más madura de Disney+ en este momento:

  1. Morir de Placer tiene una historia compleja
  2. Morir de Placer aborda temas delicados
  3. Morir de Placer tiene una gran cinematografía
  4. Morir de Placer cuenta con buenas actuaciones
  5. Morir de Placer tiene una investigación exhaustiva de fondo
Morir de Placer

Morir de Placer tiene una historia compleja

Lo primero que podemos decir de la serie es que Morir de Placer tiene una historia compleja.

La trama se centra en Molly, quien enfrenta un diagnóstico de cáncer de mama metastásico en etapa IV.

En lugar de quedarse atrapada en el miedo y la desesperanza, Molly decide tomar el control de su vida y embarcarse en un viaje personal y emocional hacia el redescubrimiento de sus deseos y placeres.

Este viaje incluye momentos divertidos y de gran tensión, ya que Molly se enfrenta a las expectativas sociales, sus propios miedos internos, así como los prejuicios que el mundo tiene hacía la muerte en general.

Es aquí donde entra Nikki, su amiga, la juega un papel esencial al apoyarla en este proceso y brindarle el espacio para explorar su identidad sin juicios; en esta última etapa de su vida.

Morir de Placer

Morir de Placer aborda temas delicados

Dada su premisa, Morir de Placer aborda temas delicados de una manera bastante efectiva.

Su trama muestra a la enfermedad terminal no como un fetiche, sino desde un enfoque que equilibra el drama y la comedia.

No solo muestra el impacto del cáncer en la vida de Molly, también destaca la importancia de la amistad, el amor y la autonomía personal; mostrando cómo un proceso “natural” se puede convertir en un estigma social.

Donde incluso en la muerte, se espera que el ser humano actúe de cierta manera, criticando a toda aquella persona que no se ajuste a las expectativas tradicionales tanatológicas.

A lo largo de sus ocho episodios, Morir de Placer pone especial énfasis en el poder de tomar decisiones propias, incluso frente a la adversidad.

Morir de Placer

Morir de Placer tiene una gran cinematografía

Morir de Placer tiene una gran cinematografía, la cual juega un papel clave en la narrativa.

Las escenas están cargadas de simbolismo visual, utilizando colores, iluminación y encuadres para reflejar el estado emocional de los personajes.

Mientras que la música está cuidadosamente seleccionada para añadir una capa adicional de profundidad, complementando los momentos más emotivos e intensos de la trama.

Esto crea una experiencia inmersiva que invita a los espectadores a reflexionar sobre las decisiones de Molly y las ramificaciones emocionales de sus elecciones.

Tanto en su persona, como con la gente que la rodea, para bien y para mal.

Morir de Placer

Morir de Placer cuenta con buenas actuaciones

Obviamente, gran parte de sus virtudes se debe a que Morir de Placer cuenta con buenas actuaciones.

Michelle Williams, quien interpreta a Molly, ofrece una actuación profundamente humana que captura la complejidad de su personaje.

Molly no es presentada como una víctima pasiva, sino como una mujer decidida a vivir su vida plenamente, a pesar de las circunstancias adversas.

Jenny Slate, como Nikki, aporta un equilibrio perfecto con su energía y calidez, convirtiendo a su personaje en el ancla emocional de Molly.

La química entre ambas actrices es palpable, y sus interacciones están llenas de matices que retratan la autenticidad de una amistad profunda.

Morir de Placer

Morir de Placer tiene una investigación exhaustiva de fondo

Finalmente, hay que mencionar que Morir de Placer tiene una investigación exhaustiva de fondo.

Los creadores colaboraron estrechamente con expertos y personas que han vivido experiencias similares a las de Molly, asegurando que la historia sea fiel a la realidad y sensible a las complejidades del tema.

Con esto el show invita a una conversación más amplia sobre temas que a menudo son tabú, como el placer, la enfermedad terminal, y cómo no son cuestiones contradictorias en sí mismas.

Buscando cuestionar los estereotipos y las nociones preconcebidas al presentar a una protagonista que se niega a ser definida únicamente por su diagnóstico.

En lugar de centrarse exclusivamente en el sufrimiento, se trata de celebrar la resiliencia y la importancia de encontrar la felicidad en los momentos presentes.

Morir de Placer

¿Vale la pena ver Morir de Placer de Disney+?

Morir de placer es mucho más que una serie sobre el cáncer o la vida sexual de una mujer de mediana edad; es una exploración sobre la vida, el amor, la amistad y el deseo humano.

La cual trata de explorar algo natural en el ser humano, pero que se ha tratado de evitar su discusión desde hace años. Nos referimos a la muerte y todo lo que esto implica para las personas.

Con actuaciones magistrales, una narrativa provocadora y una dirección visual impactante, Morir de Placer se posiciona como una obra memorable perfecta para aquellos que buscan historias auténticas y emocionalmente ricas.

La serie de Disney+ invita a reflexionar sobre lo que significa vivir plenamente en cualquier etapa de nuestra existencia.