El padre Javier Ávila aseguró haber quedado sin palabras al saber que la muerte de sus compañeros sacerdotes jesuitas en Chihuahua fue “por culpa del beisbol”.

De acuerdo con la información de las autoridades, los asesinatos fueron la consecuencia de un partido de beisbol que perdió el equipo patrocinado por “el Chueco”.

Ninguna muerte tiene sentido; que sea por un partido de beisbol me deja sin palabras: Javier Ávila

El padre Javier Ávila, quien lleva 48 años en la sierra tarahumara, específicamente en Creel, a 2 horas de Cerocahui, donde ocurrieron los hechos, aseguró que ninguna muerte tiene sentido.

Aseguró para Así las cosas que los pleitos que se dan, no solo en la sierra, sino en muchas partes del país, muchas veces tienen orígenes absurdos.

Pero saber que lo que desembocó el asesinato de sus compañeros, los sacerdotes jesuitas

  • Javier Campos y
  • Joaquín César Mora

fue por un partido de beisbol, lo deja sin palabras.

“Los pleitos que a veces se suscitan en la sierra y en muchas partes de México a veces tiene orígenes absurdos…ninguna muerte tiene tiene sentido, las muertes son absurdas, Lo que se dices (es que fue) por un partido de beisbol, me deja sin palabras”

Javier Ávila

Asimismo, dijo no tener conocimiento de lo que se dice sobre las causas que llevaron al guía de turistas, Pedro Palma a morir, pero aseguró que ninguna muerte tiene sentido y las calificó como absurdas.

Esta es la cronología del pleito por un partido de beisbol que terminó en la muerte de los sacerdotes jesuitas

La fiscalía de Chihuahua compartió  días antes de los asesinatos, el equipo de beisbol que patrocina “el Chueco” perdió lo que inició un pleito.

Luego, el criminal buscó y secuestró a dos miembros del equipo contrario, Paul “N”  y Armando “N” para luego incendiar su casa.

Después, Pedro Palma se reunió en un hotel de Cerocahui donde fue secuestrado y golpeado en diversas ocasiones.

A pesar de que se encontraba policontundido, escapó y llegó al templo donde pidió auxilio.

Sin embargo,  “el Chueco” lo alcanzó y asesinó a los sacerdotes jesuitas y a Palma.

Sacerdotes jesuitas nunca morirán; grupo religioso permanecerá en Chihuahua

El sacerdote Javier “Pato” Ávila compartió que un padre provincial de los jesuitas acudió a la Fiscalía Occidente de Chihuahua para reconocer los cuerpos de los sacerdotes jesuitas.

Ya con la seguridad de que se trata de sus cuerpos, la comunidad se reunirá hoy, 23 de junio en Creel para decidir que celebraciones se harán para sus compañeros y en dónde.

Asimismo, aseguró que los sacerdotes jesuitas nunca morirán y la comunidad permanecerá pese a la muerte de sus compañeros.

“Sepultamos los cuerpos, a Javier y Joaquín no los sepultamos, sepultamos sus cuerpos. Porque estoy convencido de que el hombre muere cuando se le deja de nombrar y a Javier y Joaquín nunca los dejaremos de nombrar”

Javier Ávila

En este sentido, también dijo que los jesuitas permanecerán en la sierra tarahumara para continuar con la labor que desempeñan desde hace cientos de años.