El calentamiento global mostró sus primeras consecuencias tras alterar el ciclo del agua, siendo esta la causa de diversos desastre meteorológicos en varias partes del mundo.
Albert Van Dijk, de la Escuela Fenner de Medio Ambiente y Sociedad de la Universidad Nacional Australiana, dirigió un estudio donde se explica lo que ha pasado en los últimos años con el calentamiento global.
Señala que el ciclo del agua está cambiando en todo el planeta, lo que ha derivado en sequías repentinas, así como inundaciones en lugares donde nunca se habían dado estos fenómenos.
De acuerdo con la investigación, el ciclo del agua de 2022 estuvo dominado por los Océanos Pacífico e Índico, los cuales son tradicionalmente cálidos, lo que alteró todo el ciclo natural en la temporada de lluvias.
Así se tuvieron inundaciones atípicas en Pakistán, mientras que en regiones de Europa y China se produjeron una serie de sequías tras una ola de calor.
Esta alteración en el ciclo del agua por el calentamiento global afectará a los cultivos y las personas
Además de las afectaciones por los desastres meteorológicos, Albert Van Dijk señaló que los cambios en el ciclo del agua y el calentamiento global, afectaran la salud de cultivos y personas.
Esto debido a que se necesitará más agua para mantener saludable a plantas y animales, pues si la tendencia del calentamiento global continua, las sequías repentinas serán más frecuentes.
Sin olvidar que los glaciares ya han sido afectados por el aumento de temperatura y alteración en el ciclo del agua, provocando su deshielo, que fue en parte responsable de las inundaciones.
Aún más, 2022 fue el tercer año en que se manifestaron los efectos del fenómeno de La Niña; de persistir este patrón (o el de El Niño) se espera que en el futuro haya sequías más largas y peores inundaciones.
2023 no mejoraría en relación a los efectos del calentamiento global
Lamentablemente no hay un pronóstico favorable para 2023, donde las afectaciones por el calentamiento global y el cambio en el ciclo del agua se mantendría.
Esto hará que las sequías se intensifiquen en los lugares donde ya se han manifestado, además de aparecer en nuevas regiones de América, África y Asia.
Aún así se ha notado un ligero descenso en los indicadores de La Niña; habría la posibilidad de que en el futuro cercano las reservas de agua pudieran recuperarse un poco.
Aunque esto sucedería sólo en algunas regiones, manteniendo el desbalance de mantos acuíferos que se ha visto en los últimos años.
Con información de Europa Press.