Un pergamino del Libro de los Muertos, con 113 hechizos, es exhibido en un ala renovada del museo más antiguo de Egipto, ubicado en el centro de El Cairo frente a la famosa plaza Tahrir.
La área remodelada del Gran Museo Egipcio fue inaugurada el lunes 20 de febrero, por Ahmed Eissa, titular del Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto.
Esta remodelación marca la primera etapa de renovaciones más amplias para el complejo palaciego que suma 120 años de antigüedad enla capital de Egipto.
El Libro de los Muertos, pieza central del Gran Museo Egipcio
La pieza central de la presentación del lunes fue Waziry Papyrus, un pergamino de 16 metros de largo, descubierto el año pasado.
El documento, que forma parte del Libro de los Muertos, contiene alrededor de 113 hechizos. Su valor histórico es tan grande que el museo lo exhibe con una protección de vidrio moderna y nueva iluminación interior.
Egipto lleva más de una década construyendo El Gran Museo Egipcio, pensado como un recinto de última generación que albergará decenas de miles de artefactos antiguos.
Hasta el momento, El Gran Museo Egipcio, ubicado cerca de las pirámides, ha costado más de mil millones de dólares y su fecha de apertura se ha retrasado en varias ocasiones.
La tumba de Meru, otra maravilla de Egipto recién abierta al público
A principios de febrero, Egipto abrió a los turistas la tumba de Meru del Reino Medio, el sitio más antiguo accesible al público en Luxor, hogar de algunos de los monumentos faraónicos más espectaculares, entre ellos el Valle de los Reyes.
Meru fue un funcionario de alto rango en la corte del rey Mentuhotep II de la XI Dinastía, que reinó hasta el 2004 A.C.
Su tumba fue restaurada por el Centro Polaco de Arqueología Mediterránea de la Universidad de Varsovia y el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto.
El 16 de febrero, el gobierno de Egipto emitió un comunicado en el que destacó: “Este es el primer sitio de un período tan temprano en el oeste de Tebas que se hace accesible a los visitantes”.
La tumba contiene un corredor que conduce a una capilla de ofrendas con un nicho y una estatua del difunto. Un pozo funerario desciende a una cámara con un sarcófago.
Con información de AP y Reuters