Hoy 25 de diciembre se celebra la Navidad en el mundo, pero hay una celebración pagana que dio origen a esta fiesta: Natalis Solis Invictus o fiesta del Sol Invicto.
La fiesta del Sol Invicto tiene su origen en Roma como herencia del emperador Marco Aurelio Antonino Augusto o Heliogábalo quien trajo el culto a El-Gabal o Elágabalo proveniente de Siria.
Sol Invictus significa no derrotado y alude al nacimiento de un nuevo sol durante el solsticio de invierno cuando ocurre la noche más larga del año a la par del día más corto.
La fiesta pagana del Sol Invicto celebra el triunfo de la luz sobre la oscuridad
La fiesta del Sol Invicto el 25 de diciembre se asocia a la creencia de que la luz siempre prevalece sobre la oscuridad, queda invicta y nunca puede ser derrotada.
Aunque actualmente el día se asocia a la Navidad, en el Imperio Romano la fiesta se llamaba Deus Sol Invictus o dios Sol Invicto asociado a Helios, a quien se personificaba como el sol.
La introducción del culto en el 218 d.C desplazó a Júpiter como el dios principal del panteón de dioses romanos.
Y fue con el emperador Aureliano en el año 274 que el culto al Sol Invicto se transformó en la religión oficial del Imperio Romano imponiendo el monoteísmo entre la población.
Sin embargo, a la fecha no se sabe si fue el mismo dios solar de Heliogábalo u otra figura solar o bien, una reivindicación del antiguo Sol Indiges o Sol Nativo o Sol Invocado.
El decreto de Constantino en el año 312 d.C estableció el día del Sol el domingo, considerado como el día de descanso romano.
La fiesta del Sol Invicto iniciaba el 22 de diciembre al concluir el solsticio de invierno y se prolongaba al 25 de diciembre, día en que ocurriría el nacimiento del nuevo sol.
Curiosamente era en este día cuando se celebraba el Natalis Solis Invictis o nacimiento del sol invencible que era personificado en el dios Mitra.
La fiesta del Sol Invicto tendría raíces en la celebración a Mitra de la Antigua Roma
La fiesta del Sol Invicto no es lo mismo que el mitraísmo, un culto mistérico ampliamente popular entre los soldados romanos, pero sí se relaciona al festejo del 25 de diciembre.
Ello como parte de la Saturnalia –fiestas a Saturno, dios romano del vino y la semilla- que iniciaba el 17 de diciembre y concluía el 25 de diciembre con el nacimiento del Sol Invictus.
El epiteto de Deus Sol Invictus o invencible dios Sol, fue un título religioso que se asociaba a tres dioses distintos en la Antigua Roma: El-Gabal, al dios griego Helios y a Mitra.
El origen de Mitra se puede rastrear hasta la actual Siria, un culto exclusivo para hombres donde el dios se representaba como un joven con gorro frigio que sacrificaba a un toro con sus manos.
El sincretismo entre la figura de Mitra con otros cultos solares de origen oriental, derivó en lo que posteriormente se conoció como fiesta del Sol Invicto.
El significado se asocia a la regeneración y al renacimiento del sol tras el solsticio de invierno –cuando hay menos luz solar- pues luego, los días tienden a hacerse más largos progresivamente.
El culto fue tan importante que se grabaron monedas hasta el año 323 d.C con la leyenda Soli Invicto Comiti, aludiendo a que el sol invencible era el mismo compañero del emperador.
La figura de Mitra fue clave para asimilarla al Cristo, pues al igual que él renacía y era un mensajero del dios Sol donde con el sacrificio del toro, redimía a los hombres con la sangre derramada.
Además de que su nacimiento el 25 de diciembre, sirvió para posteriormente establecer la fecha del nacimiento del propio Jesucristo.