Uno de los pocos osos polares en el mundo se resguarda aún en el zoológico de Singapur pero para este inofensivo mamífero las cosas no están tan bien como deberían de estar.
Inuka, de 27 años, es el primer oso polar que nació en climas tropicales y aunque ya alcanzó dos años más de la esperanza de vida que se estima en estos animales se cree que tendrá que ser sacrificado ya que su estado de salud ha empeorado gravemente con el tiempo.
En los últimos meses la actividad de Inuko disminuyó considerablemente y un estudio médico que se le hizo recientemente indicó que había, en efecto, una degradación en su estado de salud y que ha estado recibiendo tratamientos por artritis.
Foto: Toh Ting Wei / AFP