Un equipo internacional de científicos localizó en Jebel Irhoud, Marruecos, restos de los que serían algunos de los primeros homo sapiens en la Tierra, mismos que cambian por completo lo establecido por la comunidad científica, pues datan de 100 mil años antes de la fecha en que supuestamente habría aparecido la especie en el planeta.
La piezas encontradas sugieren que los humanos de hace 300 mil años tenían un rostro muy parecido al de los actuales, sin embargo, la forma del cráneo variaba de manera significativa; indicado un proceso evolutivo primario, es decir, apenas mostraba los rasgos comunes del homo sapiens moderno.
Asimismo, la línea que se sigue en su evolución da a entender un recorrido por todo el continente africano, siendo la especie predecesora el homo heidelbergensis; por lo menos esa es la teoría más fuerte que se tiene a raíz del descubrimiento. En palabras de María Martintón Torres, del University College de Londres, con esto se cubriría un hueco importante en el misterio de la evolución humana.
Sin embargo, también indica que los procesos evolutivos no son líneas rectas como se suponía en un principio, el hecho de que el proceso pasará por toda África hace suponer una coexistencia entre especies, que se relacionaron entre sí durante varios años, incluso podrían haber sido siglos.
Con esta evidencia, Antoine Balzeau, paleoantropólogo, señala que cada vez toma más fuerza la hipótesis de que el homo sapiens no sobrevivió por ser el más fuerte, sino por ser el que tuvo más suerte; puesto que los análisis señalan que las demás especies "homo", tenían características muy similares, lo que hace difícil establecer una diferencia real entre cada una de ellas.
Con información de La Jornada y El País.