Hablar de 'Dragon Ball' está demás, se trata de la franquicia de anime más exitosa de todos los tiempos. A sabiendas de eso Bandai-Namco se dio a la tarea de desarrollar 'Dragon Ball Z: Kakarot' un nuevo juego en solitario de la obra.
Esto sorprendió a más de una persona, pues tradicionalmente los juegos de Goku y compañía son parte del género de peleas. En esta ocasión, la compañía decidió probar con el RPG, algo que no parece adecuarse a la historia de Akira Toriyama.
Aún así, y a pesar de algunos inconvenientes, el juego sobresale por sí mismo, siendo todo lo que un fan de los saiyajin podría esperar.
'Dragon Ball Z: Kakarot' nos cuenta la misma historia con algunos agregados
La historia de 'Dragon Ball Z: Kakarot' es la misma que la de la serie animada, recorremos la vida de Goku adulto desde la llegada de Raditz a la Tierra hasta la batalla en contra de Majin Boo; sin embargo, la manera en la que se cuenta es lo interesante.
El juego hace lo posible por simular que estás jugando y viendo el anime, con cortes de escena, pantallas de resumen del capítulo anterior e introducción al episodio en curso; en otras palabras, la obra sigue al pie de la letra lo que hicieran Toei y Toriyama en los 80 y 90.
Aunque ahora tenemos ciertos momentos que dan un poco más de detalles acerca de la trama, como el mismo creador había avisado anteriormente; aunque más que ser escenas relevante, se tratan de extras para rellenar el tiempo de juego e irónicamente, para omitir los capítulos de relleno del la serie.
Es más que nada un recorrido amplio de todo lo que fue "Z", con uno que otro dato anecdótico para los más clavados en el Dragon World.
Un sistema de batalla casi igual al de otros juegos de Bandai-Namco
En cuanto al gameplay, Bandai-Namco no se rompió mucho la cabeza, uso el sistema base que ha aparecido desde hace años en sus juegos de anime, donde el enemigo está al fondo de la pantalla, mientras que tu personaje se muestra en primer plano.
Las batallas se dan en escenarios semi-abiertos y cada botón tiene asignada una función, ya sea atacar, lanzar bolas de energía o poner defensa; además de que hay comandos para usar habilidades especiales como el Kame-Hame-Ha.
Al ser un RPG, puedes personalizar dichas habilidades especiales, las cuales adquieres ya sea avanzando en la historia o cumpliendo ciertos requisitos especiales, como hacer alguna misión secundaria o juntar "Orbes Z".
Junto a esto tenemos el clásico sistema de niveles para mejorar las estadísticas y los ítems para recuperar energía a mitad de la pelea. Si has jugado otros juegos de Bandai-Namco o 'Dragon Ball', imagina que 'Kakarot' es una especie de 'Xenoverse' potenciado.
Hazte amigo de los personajes de 'Dragon Ball'
Donde 'Dragon Ball Z: Kakarot' se diferencia es en su sistema de "Comunidad", donde deberás de hacerte amigo de los diferentes personajes de la franquicia.
Se trata de una serie de tableros donde colocas fichas de los personajes para acceder a ciertas bonificaciones; esas fichas las obtienes al hacer algún encargo para un conocido, como el Maestro Roshi, Krillin o Milk.
Los tableros estarán dominados por un personaje específico que será con el que entablemos amistad; las bonificaciones que nos darán estarán relacionadas con sus características, por ejemplo, Goku mejora aspectos físicos y Milk la eficacia de los items de comida.
Pero no sólo eso, los tableros también suben de nivel, ya sea colocando más fichas de personaje o haciendo algún regalo a los protagonistas. Eso sí, debes de elegir muy bien qué regalar, no es lo mismo darle una brújula a Gohan, que un pergamino de artes marciales a Goku.
Puro fan-service del bueno
El juego está lleno de fan-service por donde quiera que se le mire, contando con referencias a los más de 30 años de historia de 'Dragon Ball'.
A lo largo de nuestro recorrido podremos encontrar locaciones icónicas, objetos especiales (como la piedra que Goku y Krillin tuvieron que buscar entrenando con Roshi) y personajes que aparecieron en las diferentes sagas de la franquicia.
Esto no sólo estará puesto ahí para el disfrute del fan, pues nos darán algo de experiencia para subir de nivel, o bien, formarán parte de alguna misión secundaria. Los seguidores más entusiastas disfrutarán de encontrar todos los secretos y referencias ocultas.
El Dragon World es un mundo vacío
El gran fallo de 'Dragon Ball Z: Kakarot' es su mundo, pues fuera de las ciudades y algunas zonas, todo luce desierto. Si te pones a explorar el mapa sólo encontrarás grandes masas de agua o tierra que no aportan mucho a la experiencia.
Esto se da por el hecho que los desarrolladores tuvieron que ser creativos para meter gameplay en la narrativa lineal de la serie. Entre escenas del anime te dan la opción de explorar el mundo; pero fuera de las misiones secundarias, no encuentras nada relevante.
Vamos, que ni siquiera sirve para hacer niveles, pues los enemigos que te topas son genéricos y no ofrecen mucho reto; no es divertido derrotarlos. También hay que mencionar que no es fácil definir en qué momento subir de nivel, pues prácticamente toda la campaña se basa en peleas con jefes.
Lo único rescatable de este mapa semi-abierto es que podrás juntar "Orbes Z", que sirven para mejorar poderes en el árbol de habilidades, y recoger algunos ingredientes o ítems para preparar comida o usar en batalla.
El juego es técnicamente hermoso
El apartado técnico es increíble, Bandai llevó a sus límites al cell-shading presentando una obra que se ve prácticamente igual a su simil animado. Desde el diseño de personajes, hasta las regiones, todo luce como lo vimos en televisión.
De un momento a otro tendrás un golpe de nostalgia al escuchar una tonada familiar, ver una zona conocida o pelear contra un villano icónico del programa de Toei Animation.
El único problema es que, de nueva cuenta, el juego no tiene voces en español latino, lo cual reduce un poco el impacto; aunque es un gozo escuchar a la legendaria Masako Nozawa como Goku, no podemos negar que extrañamos a Mario Castañeda y René García, sobretodo porque las voces en inglés son horribles.
'Dragon Ball Z: Kakarot' te hará recordar toda tu infancia
'Dragon Ball Z: Kakarot' es fan-service; pero eso no se debe de tomar en un sentido negativo, al contrario, estamos ante una de las pocas obras que justifican el uso indiscriminado de este recurso. Si lo quieren ver de otra manera, es una carta de amor a todos los seguidores de Goku.
Es cierto, no innova ni con su sistema de batalla ni con sus aspectos RPG; además su mundo está vacío y no hay argumentos para explorar más allá de la trama principal. Sin embargo, es un título que los miles, tal vez millones, de fans de 'Dragon Ball' disfrutarán.
El simple hecho de enfrentar a Freezer como Súper Saiyajin, pelear en los Juegos de Cell o reunir energía para la Genki Dama, hacen que cada uno de los minutos de este juego valgan la pena.