Ghostwire: Tokyo’ fue uno de los juegos más esperados por los fans de Bethesda, desde su anuncio en el E3 2019, en parte por la presentación de Ikumi Nakamura.

Si bien Ikumi Nakamura abandonó el proyecto tiempo después, el equipo de Tango Gameworks y Bethesda mantuvieron el rito de trabajo con ‘Ghostwire: Tokyo’.

Ahora, 3 años después de su revelación; ‘Ghostwire: Tokyo’ por fin llega al PS5 cumple con todo lo que se prometió con creces.

Ghostwire: Tokyo

Si bien no es un título de terror como tal, algo que podría decepcionar a algunos, ‘Ghostwire: Tokyo’ logra crear una atmósfera increíble alrededor de basto folclore japonés.

Contando una historia de fantasmas moderna, con un poco de FPS, aventura, mundo abierto y las particularidades del Tokio.

Vayamos por partes con todo lo que tiene que ofrecer ‘Ghostwire: Tokyo’.

¿De qué trata ‘Ghostwire: Tokyo’?

Ghostwire: Tokyo’ nos pone en la piel de Akito, un joven que se ve inmerso en un accidente de tránsito cuando va a ver a su hermana que está en el hospital.

Al despertar, Akito se encuentra que la ciudad de Tokio ha quedado inmersa en una extraña niebla, la cual parece “comerse” a todas las personas.

Además de liberar a toda clase de espíritus provenientes de las tradiciones de Japón, los cuales parece que están al servicio de una extraño personaje con máscara de Oni.

Sin embargo, Akito no está sólo, contará con la ayuda de KK, un personaje que ahora ocupa el cuerpo del protagonista de ‘Ghostwire: Tokyo’, concediéndole sus habilidades.

Ghostwire: Tokyo

Juntos descubrirán el misterio detrás de la niebla que cubre la ciudad, quién es el “Oni” y por qué la hermana de Akito parece ser la pieza clave de todo lo que sucede.

Si bien al principio ‘Ghostwire: Tokyo’ parece tener una trama simple, conforme avanza la historia, esta se va tornando más compleja y con giros bien estructurados.

Atendemos una historia que se aleja del drama fantasmal tradicional, agregando pizcas de thriller detectivesco y dinámica familiar, donde se pone en cuestión la culpa y traumas de los protagonistas.

‘Ghostwire: Tokyo’ usa la trama de los espíritus para hacer una metáfora de los”fantasmas” personales, además de una pequeña crítica a la sociedad japonesa actual.

Ghostwire: Tokyo

Esto no se lograría sin la buena escritura y carisma del que gozan todo los personajes de ‘Ghostwire: Tokyo’, más allá de Akito y KK.

Con ‘Ghostwire: Tokyo’, Bethesda y Tango Gameworks vuelven a demostrar que tiene maestría en este tipo de temas ligados al horror y lo sobrenatural.

¿Cómo se juega ‘Ghostwire: Tokyo’?

Ghostwire: Tokyo’ tiene el clásico estilo Bethesda, es decir, es un título donde la mayoría del tiempo veremos todo en primera persona y que en su estructura básica es un FPS.

Akito cuenta con un ataque primordial donde dispara ondas de energía de sus dedos para aturdir a los enemigos, para después “exorcizarlos” con una maniobra final.

Sin embargo, ‘Ghostwire: Tokyo’ va más allá del título de disparos tradicional, pues contamos con un extenso árbol de habilidades que nos confiere varios poderes “omnyo”.

Podemos decir que en ‘Ghostwire: Tokyo’, más que ser un héroe de acción, somo una especie de sacerdote que tiene que purificar la ciudad con sus hechizos.

Ghostwire: Tokyo

Así, ‘Ghostwire: Tokyo’ nos permite volar, usar el sigilo, atacar con flechas sagradas, absorber almas, entre muchas otras cosas.

La gente de Tango Gameworks logró traspasar muy bien esta clase de “combate” al control de ‘Ghostwire: Tokyo’, pues se siente muy intuitivo y con una curva de aprendizaje no muy pronunciada.

Muchos acusarán a ‘Ghostwire: Tokyo’ de parecerse mucho a otros juegos de Bethesda, como ‘Deathloop’ o ‘Dishonored’, por el hecho de combinar FPS y habilidades.

Si bien comparten varios puntos, ‘Ghostwire: Tokyo’ se va diferenciando poco a pocos de estos, al establecer sus propias mecánicas en base a la magia japonesa.

Ghostwire: Tokyo

Aunque es cierto que en un primer momento, ‘Ghostwire: Tokyo’ toma mucho de sus “hermanos mayores”, es hasta después de una horas que se notan las particularidades.

¿‘Ghostwire: Tokyo’ es un juego de mundo abierto?

Sí, ‘Ghostwire: Tokyo’ es un juego de mundo abierto; aunque no damos cuenta de ello hasta que han pasado unas horas.

En ese sentido podemos decir que ‘Ghostwire: Tokyo’ no innova mucho, pues cuenta con todos los vicios y virtudes del estándar del género.

Al estar Tokio cubierta de niebla, tendremos que encontrar santuarios que deberemos purificar para ir abriendo nuevas zonas del mapa, desbloqueando de paso puntos de viaje.

Si bien tenemos cierta libertad para ir a donde queramos en ‘Ghostwire: Tokyo’, habrá lugares a los que no podremos acceder a menos que tengamos “X” habilidad o hayamos completado “Y” misión.

Ghostwire: Tokyo

Hablando de misiones, ‘Ghostwire: Tokyo’ tiene múltiples elementos a explorar y descubrir, algunos espíritus te pedirán que los ayudes con algún encargo para poder liberarse del plano terrenal.

También encontrarás “yokai” con encargos que desbloquearán varias recompensas, o bien, serán los encargados de venderte alguna clase de material o ítem importante.

Esto sin mencionar el apartado de la captura de almas, pues ‘Ghostwire: Tokyo’ te pedirá que almacenes la esencia de las personas que han desaparecido.

Dichas almas estarán por todo el mapa de ‘Ghostwire: Tokyo’; necesitarás un amuleto especial para guardarlas, y posteriormente depositarlas en un teléfono místico.

Ghostwire: Tokyo

Aunque todo lo que hay por hacer en ‘Ghostwire: Tokyo’ es bastante interesante; en realidad no es nada que no encuentres en otros juegos de mundo abierto, incluidos los de Bethesda.

¿Cómo se ve ‘Ghostwire: Tokyo’?

‘Ghostwire: Tokyo’ tiene un gran apartado técnico y artístico, sin lugar a dudas Tango Gameworks se lució en este aspecto.

Diseño de personajes, efectos, escenarios, todo está muy bien integrado dentro de ‘Ghostwire: Tokyo’; haciendo esta fusión entre la tradición y modernidad propia de Japón.

No sólo eso, la recreación de Tokio es tal que incluso encontrarás parques, edificios y zonas muy puntuales de la ciudad; hasta curiosidades como la parte de los “Love Hotels”.

Además es de destacar el uso que ‘Ghostwire: Tokyo’ le da a los colores para para distinguir las partes espirituales de las terrenales, lo cual incluye los mismos poderes de Akito.

Ghostwire: Tokyo

El audio de ‘Ghostwire: Tokyo’ también es muy bueno, se agradece sobretodo que se pueda poner en japonés con subtítulos en varios idiomas, lo que le da verosimilitud a la obra.

Además la música va muy acorde a todo lo que se muestra en ‘Ghostwire: Tokyo’, con tonadas que recurren a instrumentos de la era feudal de Japón y que se usan en sus festivales.

Finalmente tenemos que mencionar que ‘Ghostwire: Tokyo’ hace uso de las características del PS5, como es el Audio 3D y el DualSense.

El audio 3D ayuda a crear una mejor atmósfera alrededor de ‘Ghostwire: Tokyo’, además de meternos en la piel de Akito, sobretodo cuando KK habla directamente a nuestro inconsciente.

Ghostwire: Tokyo

Por su parte el DualSense, además de tener la ya tradicional resistencia en gatillos, logra reproducir eficazmente las sensaciones que se ven en pantalla, mención aparte cuando comienza a llover y puedes “sentir” las gotas.

¿Vale la pena ‘Ghostwire: Tokyo’?

Ghostwire: Tokyo’ es un juego que todo fan de Bethesda y los títulos de Acción/Aventura debe de tener en su colección.

La historia es muy buena, el gameplay divertido y cuenta con un gran mapa con muchas actividades para hacer y descubrir, algo característico de la desarrolladora.

Es cierto que ‘Ghostwire: Tokyo’ no es una revolución en los mundos abiertos y toma mucho del combate de otros juegos de Bethesda (en un inicio); pero eso no le quita méritos.

Ghostwire: Tokyo

Si eres fan de las leyendas japonesas y los juegos de fantasmas que no son de terror, ‘Ghostwire: Tokyo’ es una gran opción para ti.

Si por el contrario, aún dudas un poco de lo que ofrece ‘Ghostwire: Tokyo’; te invitamos a que le des una oportunidad, pues es algo que se debe de experimentar de primera mano.

Eso sí, ten paciencia con ‘Ghostwire: Tokyo’, pues empieza un poco lento y no se pone interesante hasta la mitad del capítulo 2.