God of War: Ragnarök es una secuela muy esperada para los fans de PlayStation en PC, que continúa la épica saga de Kratos y su hijo Atreus.
Como sueles suceder, si bien God of War: Ragnarök en PC no difiere mucho en esencia de lo que fue el juego de PS5 (misma historia, gameplay y contenido), su atractivo está en los ajustes de rendimiento.
Si bien al principio de esa oleada de ports, PlayStation tenía un estándar decente de calidad, algunas versiones de ordenador no han salido como los fans esperaban.
Vamos a ver si esto pasó con esta entrega del juego, o bien, se trata de una de las versiones más afortunadas del espartano.
¿Cómo es God of War: Ragnarök en PC?
Vayamos a lo más importante con God of War: Ragnarök, y eso es la calidad gráfica y en el rendimiento.
Podemos decir sin temor a equivocarnos que God of War: Ragnarök es una maravilla.
Los desarrolladores han aprovechado al máximo las capacidades gráficas de la PC, ofreciendo texturas de alta resolución, efectos de iluminación avanzados y un nivel de detalle impresionante.
Sin embargo, esta calidad gráfica tiene un costo. El juego requiere una cantidad significativa de VRAM para funcionar de manera óptima, lo que puede ser un problema para aquellos con tarjetas gráficas más antiguas.
Nosotros jugamos en un hardware de gama media, y notamos que la tasa de cuadros por segundo era inconsistente en algunos pasajes.
Quienes tengan equipos de este estilo, lo más recomendable ajustar las configuraciones gráficas para encontrar un equilibrio entre calidad visual y rendimiento.
Aún así el gameplay de God of War: Ragnarök se mantiene como uno de los mejores al día de hoy.
El combate es de God of War: Ragnarök en PC conserva la fluidez y visceralidad de la versión de consolas.
Con un mapeado excelente del control; obviamente lo recomendable es jugar con un DualSense, para tener toda la experiencia del título.
Pero si no cuentas con uno de estos mandos, el título se adapta perfectamente a cualquier periférico, con excepción del mouse y teclado; donde se sufre bastante, como en todos los juegos de acción no nativos de PC.
¿Qué más se puede decir de God of War: Ragnarök en PC?
En cuanto a la trama, God of War: Ragnarök en PC no cambia de la versión de PS5.
God of War: Ragnarök nos sitúa varios años después del viaje de Kratos y Atreus para dejar las cenizas de su madre.
La inminente llegada del invierno, así como los constantes ataques de Freya, los han llevado a un punto tenso en su vida; a lo cual se suma una inesperada visita de Thor y Odín.
Quienes quieren una tregua/alianza con el Dios de la Guerra, además que Odín tiene un especial interés en el joven Atreus.
La historia es muy buena, con varios momentos y giros interesantes, además de abordar con mayor profunidad la relación padre e hijo, ahora que Atreus está en una nueva etapa de su vida.
Lamentablemente, esta excelente narrativa y buen gameplay de God of War: Ragnarök, se quedan un poco empañados por los mencionados requerimientos de hardware.
Sin olvidar que el juego presenta errores y fallos que pueden afectar la experiencia; si bien no son muchos, y se han hecho las actualizaciones pertinentes, aún hay un par que persisten.
Y claro, no podemos olvidar el punto más controvertido del juego, la necesidad de una cuenta de PSN.
Como otros títulos de PlayStation, God of War: Ragnarök te obliga a crear una cuenta de PSN si quieres jugarlo; algo que le pone un candado innecesario a la obra.
¿Vale la pena God of War: Ragnarök en PC?
God of War: Ragnarök para PC es una experiencia épica y visualmente deslumbrante que continúa la historia de Kratos y Atreus de manera magistral.
Manteniendo la increíble narrativa y el excelente gameplay del God of War: Ragnarök de PS5.
No obstante, no podemos obviar los inconvenientes técnicos que podrían afectar a ciertos jugadores, así como el hecho de la aparición de algunos errores y la necesidad de PSN.
Si tienes un buen equipo y una cuenta de PSN (o no te importa hacer una), este es el juego que debes de probar en este inicio de otoño.