PUBG, el pionero de los Battle Royale, llegó al PS4, lo cual le da a la plataforma de Sony una experiencia y oferta completa en lo que se refiere al género; no obstante, su transición está llena de pros y contras, tomando en cuenta la historia personal del juego, dando como resultado una versión casi igual a la de computadora, móviles u otras consolas. A continuación te decimos por qué.
Lo primero que tenemos es la pantalla de inicio donde podemos personalizar a nuestro personaje con distintos objetos a disposición, o que vayamos comprando con la moneda interna del título; para el caso de la consola de Sony, tenemos la posibilidad de adquirir ítems relacionados con las exclusivas de PlayStation, como la ropa de Nathan Drake o la mochila de Ellie, si bien estos son meros complementos estéticos, le dan un cierto toque único.
Ya en el juego como tal, nos da acceso a tres mapas Erangel, Miramar y Sanhok; cada uno recreado de manera fiel comparados con sus versiones ya existentes en sistemas ajenos. Cada uno cuenta con sus elementos icónicos, por lo que si has experimentado la obra con anterioridad, te será muy fácil identificar el terreno, así como saber dónde encontrar el mejor armamento.
Hay que mencionar que a diferencia de otros Battle Royale, la extensión de los escenarios es titánica, recorrerlos a píe es una tarea por demás difícil; necesariamente deberás de encontrar algún vehículo si no quieres verte atrapado por la zona de peligro cuando el círculo se haga más pequeño. Otra cosa a destacar es que esta mencionada zona, de verdad afecta la salud de nuestro avatar, a diferencia de otras entregas, donde el daño es mínimo y tenemos elementos para recuperarnos. Aquí de verdad sientes presión por encontrar un lugar seguro para no morir de manera inmediata.
Otra cosa a destacar es que no es tan estricto; esto lo decimos porque incluso si no logras ninguna muerte, se te otorgarán algunos puntos de experiencia o para cambiar por objetos de personalización; obviamente mientras mejor sea tu desempeño, mejores serán las recompensas. Aún así, el nivel de frustración se ve rebajado por esta dinámica.
A esto hay que agregar que el control es intuitivo, literalmente replica la configuración estándar de cualquier juego de disparos en primera o tercera persona; lo cual vuelve al título algo de fácil acceso casi para cualquier persona, incluso si nunca ha jugado un Battle Royale.
Ahora bien, al ser un juego que depende de la conexión, algo muy importante es que se cuente con soporte para esta; además de asegurar una buena transferencia de datos al momento de pasar a la acción. Afortunadamente en nuestras sesiones, notamos que todo corría de manera fluida, sin lags o bugs que se desprendieran de los servidores para el juego.
Sin embargo, y es aquí donde el juego cae; la versión de PUBG para PS4 comparte todos los problemas de las otras ediciones del juego, esto es, mal desempeño de facto por una mala programación, gráficos deficientes y una calidad visual por demás cutre, lo cual se ve maximizado por el hecho de que una consola no procesa con la misma velocidad que una PC, plataforma nativa del título. Lo cual afecta en general la experiencia del título; si bien se puede jugar sin problemas, existe siempre el dejo de que puede fallar en algún momento y que parece que estamos jugando una obra de hace 10 años o más.
En resumen, PUBG para PS4 es una obra decente; pero que no entrega nada más de lo que ya se ofrece en otros sistemas, fuera de algunos extras estéticos. El juego mantiene su esencia y diversión, lo cual también significa que tenemos todos los errores que desde su lanzamiento se le han achacado a la obra, que parece que jamás se arreglarán.
Si nunca has jugado un Battle Royale, PUBG es una buena manera de comenzar tu camino en este aún novedoso género; si por el contrario, tienes una vasta experiencia en el mismo, hay mejores opciones en el mercado.