'Ride 4' deja en claro que la franquicia desarrollada por Milestone apostará por conquistar a los amantes del motociclismo más exigentes, pues dicha entrega, que vio la luz este 8 de octubre para Xbox One, PS4 y Steam, es sumamente exigente.
El estudio no escatimó en lo más mínimo con pistas recreadas minuciosamente; cambios climatológicos, un gran cantidad de motocicletas (más de 200 absolutamente licenciadas), con un máximo detalle no sólo en lo estético, también en el apartado mecánico, así como físicas más que destacadas.
En otras palabras, estamos hablando de una obra que hará las delicias del fan más puro del mundo del motociclismo, el cual había estado un tanto ausente de los interactivos desde hace ya un muy buen tiempo. Pero vayamos por parte en lo que se refiere a esta obra.
'Ride 4' y su realismo brutal
Si algo caracteriza a 'Ride 4' es su nivel de realismo; no sólo lo decimos por su apartado técnico y estético, también en lo que se refiere al gameplay, pues se puso tal énfasis en la simulación, que tendremos que estar al tanto de todos los elementos que involucran a nuestro corcel de acero.
Muestra de ello es el sistema de gestión, donde debes de estar al pendiente de cosas como el desgaste de las llantas, el nivel de gas, la suspensión, entre otras cosas, con el fin de tener una buena carrera a la hora de salir a la pista.
Sin embargo, esto hace que la experiencia para los usuarios más novatos resulte algo frustrante en un inicio, toda vez que en un afán de exigir al jugador, el título se torna quisquilloso a la hora de la contienda, ya que, por ejemplo, si llegamos a salirnos de la pista y tocar el césped, la prueba en cuestión será inválida.
Pero lo anterior tiene su lado positivo, pues tendremos que exigirnos en serio para, ya no digamos terminar en primer lugar, sino al menos verle las “placas” al rival de enfrente durante nuestras incursiones inaugurales.
IA engañosa y los modos de juego
Lamentablemente, todo este realismo se ve empañado por la engañosa IA, la cual en su mayoría maneja a la perfección en determinadas circunstancias, por ende, el reto es precisamente lograr enfrentar a la máquina como si fuéramos profesionales.
Cabe señalar que el juego cuenta con, por así llamarlo, tres niveles de dificultad o de ayudas, lo cual tiene como fin simplificar el manejo de las motocicletas; no obstante, hasta el que en apariencia es el más sencillo resulta altamente desafiante.
Los modos de juego locales son algo parcos, nada que descubra el hilo negro: un modo carrera que no aporta aspectos de relevancia al género (las ya exprimidas recompensas de experiencia para adquirir mejoras), la tradicional carrera personalizada (aunque sin la posibilidad de pantalla dividida), y pruebas de resistencia y contrarreloj.
Como podrán imaginar, lo interesante es en el multiplayer, donde de verdad se podrá comprobar la eficacia de la configuración de nuestra máquina, esperando no tener que regresar al garaje para hacer una nueva mejora de desempeño.
El motociclismo en su forma más pura.
El apartado gráfico luce bastante bien en cuanto al nivel de detalle en las motocicletas, mas ciertos escenarios dejan mucho qué desear, máxime comparándolos con los de otros juegos como 'Forza Horizon 4'. El apartado sonoro cumple con creces su cometido, aunque no le vendría mal incorporar sonidos personalizados para cada moto.
En general 'Ride 4' es una obra que los amantes del género de simulación y de carreras (en todas sus presentaciones) disfrutarán con creces, pues tiene todo lo que uno podría esperar de este tipo de juegos; desde grandes escenarios y varias máquinas para manejar, hasta un gameplay que nos pide meternos de lleno al tema.
No obstante, esto mismo podría ser motivo de desagrado en jugadores que prefieran un acercamiento más arcade a las motos; si ese es tu caso, tal vez debería de pensarlo dos veces antes de adentrarte en este fascinante; pero muy exigente, simulador.