La guerra entre Rusia y Ucrania llega a su día 583 desde su comienzo el pasado 24 de febrero de 2022, cuando el presidente ruso Vladimir Putin ordenó una “operación militar especial” para liberar a la población prorrusa de la región ucraniana de Donbás.

Hoy viernes 29 de septiembre 2023, Vladimir Putin encarga al exjefe del estado mayor de los Wagner organizar unidades de voluntarios.

Mientras tanto los ataques continuan debido a que un dron ucraniano lanzó el viernes explosivos en una estación eléctrica de una localidad rusa cerca de la frontera, lo que provocó el corte del suministro a un hospital, dijo el gobernador regional.

“Un dron ucraniano descargó dos dispositivos explosivos en una subestación” eléctrica en Belaya, a menos de 25 kilómetros de la frontera, dijo el gobernador de la región de Kursk, Roman Stavoroit.

“Uno de los transformadores se incendió. Cinco asentamientos y un hospital se quedaron sin suministro eléctrico”, declaró en la plataforma Telegram. “La energía se restaurará tan pronto como sea seguro hacerlo”, agregó.

El Ministerio de Defensa ruso había anunciado previamente la destrucción de dos drones en la había dicho previamente que sus fuerzas habían destruido dos drones en la región de Bélgorod, también limítrofe con Ucrania.

Kazajistán pide que Kiev y Moscú negocien para alcanzar un resultado aceptable para ambos

El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáev, pidió que Moscú y Kiev negocien para poner fin al conflicto desencadenado por la invasión rusa y llegar a un “resultado aceptable para ambas partes”.

”Rusia y Ucrania dicen que están dispuestas a negociar, pero no está claro a través de qué plataforma, a qué nivel o en qué formato”, dijo en Berlín, donde se reunió con el canciller alemán, Olaf Scholz.

”Es el momento de una diplomacia inteligente, de una diplomacia sabia. Hay que negociar y llegar a un resultado aceptable para ambas partes”, señaló y recalcó que Astaná apoya todas las iniciativas de paz con “variantes de soluciones” que han sido presentadas por diversos mediadores.

Además, subrayó que Kazajistán está a favor de que las “acciones militares” en Ucrania cesen de inmediato y del cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas.

No obstante, recordó que Rusia y Kazajistán, que comparten la frontera terrestre más larga del mundo, tienen relaciones de cooperación profundas en diversos ámbitos y de carácter amistoso en el plano bilateral y en las organizaciones regionales.

Scholz, por su parte, reiteró su postura de que la invasión supone una violación del derecho internacional y que Moscú debe retirar de inmediato sus tropas de territorio ucraniano.

La evasión de las sanciones contra Rusia a través de terceras empresas situadas en Kazajistán fue uno de los temas que abordaron los dos líderes y en este sentido Scholz agradeció las “medidas activas” adoptadas por Astaná.

Tokáev indicó que Kazajistán apoya el régimen europeo de sanciones y que Alemania no debe temer que coopere con los intentos de evadir las restricciones a la exportación de diversos productos a Rusia.

Los dos líderes señalaron además la importancia de las relaciones entre sus respectivos países y abogaron por incrementar el volumen de comercio y profundizar la cooperación en ámbitos como la energía, las materias primas, el desarrollo sostenible y el transporte.

El presidente kazajo indicó que ayer firmó acuerdos con multinacionales alemanas como Deutsche Bahn (DB), el gigante de las telecomunicaciones Siemens y su división energética, entre otros, y que espera reunirse con representantes de otras compañías.

Recordó además que en lo que va de año Kazajistán ha suministrado a Alemania 500 mil toneladas de crudo -que antes se adquirían de Rusia- a través del oleoducto Druzhba y se mostró dispuesto a incrementar dicho volumen y hacerlo de forma continuada y a largo plazo.

presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáev

Rusia carga en la ONU contra los países de la Unión Europea por su política migratoria

Rusia cargó el jueves en el Consejo de Seguridad de la ONU contra la política migratoria de los países de la Unión Europea, a la que acusó de “desatar una guerra no declarada contra los migrantes que fallecen por no poder encontrar vías alternativas seguras (de llegada)”.

La sesión del Consejo, la última del mes, fue convocada expresamente por Rusia y no para tratar sobre la migración en general, sino específicamente la migración en el Mediterráneo y el tratamiento que la Unión Europa hace al respecto.

El embajador ruso, Vasili Nebenzia, dijo que la UE solo trata adecuadamente el tema migratorio “cuando se trata de Ucrania, pero un nivel similar de solidaridad y de trato humano por los ciudadanos europeos es algo que los pueblos del norte de África aparentemente no pueden gozar”.

Nebenzia recordó que a veces los navíos europeos en el Mediterráneo se dedican a llevar a las barcazas con inmigrantes fuera de su jurisdicción, y de este modo -ironizó- “como dijo el señor Borrell, protegen su propio jardín florido de los huéspedes que llegan de la jungla”.

Al embajador ruso le respondió indirectamente el francés al recordar la responsabilidad de Moscú en dos de los escenarios con mayor éxodo humano: la guerra de Siria -en la que Rusia participa al lado del régimen de Damasco- y la inestabilidad en el Sahel, donde la fuerza mercenaria rusa Wagner interviene cada vez más abiertamente.

La intervención de los embajadores estuvo precedida de dos discursos de los representantes ante la ONU de la agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y de la Organización Internacional de Migraciones (OIM), que ofrecieron las últimas cifras disponibles: entre enero y septiembre, 187 mil personas cruzaron el Mediterráneo hacia Europa, y de ellos 2 mil 778 murieron en el viaje (2 mil 093 en la mar).

La mayoría de los llegados lo han hecho a costas italianas, 130 mil en total, pero también Grecia ha sufrido un aumento de un 300 % en las llegadas, al contrario que España, en la que las cifras de llegadas se han mantenido estables en 2023.

El representante de la OIM, Pär Liljert, recordó que estas cifras van acompañadas de fenómenos como “la discriminación, la xenofobia, los ataques y las narrativas negativas contra emigrantes y refugiados, que van en aumento y son preocupantes”.

Tanto él como su colega de ACNUR abogaron por que los países europeos garanticen lo que llamaron “un desembarco predecible” y que descarten por inseguro el recurso a la devolución de los migrantes a los puertos de salida, donde se arriesgan “al abuso y la extorsión”, dijo.

Además, la representante de ACNUR, Ruven Menikdiwela, recordó a los países de la UE que los migrantes que no pueden optar al asilo político, no por ello dejan de tener derechos a la protección y la estabilidad de cualquier ser humano.

embajador ruso, Vasili Nebenzia

Vladimir Putin encarga al exjefe del estado mayor de los Wagner organizar unidades de voluntarios

El presidente ruso, Vladimir Putin, encargó a Andréi Tróshev, exjefe del estado mayor de la compañía de mercenarios Wagner, la organización de unidades de voluntarios para combatir en Ucrania, informó el Kremlin.

”En la última reunión hablamos de que usted se ocuparía de la creación de unidades de voluntarios capaces de cumplir misiones de combate ante todo, claro, en la zona de la operación militar especial”

Vladimir Putin a Tróshev en una reunión celebrada el jueves a la que también asistió el viceministro Defensa ruso Yunus-Bek Yevkúrov

El presidente ruso destacó que el exjefe del estado mayor de los Wagner combatió más de un año en ese tipo de unidades y “sabe los asuntos que hay resolver para que la labor de combate marche de la mejor y más exitosa manera posible”.

En la reunión, el mandatario subrayó que independientemente de estatus de las personas que cumplen o cumplieron misiones de combate, toda ellas deben tener las mismas garantías sociales.

”Para el país, para la patria, da igual el estatus en que la persona combatió para defender la patria”, recalcó.

Tróshev, excoronel del Ejército ruso, conocido por su indicativo “Sedói” (canoso, en español), es considerado uno de los fundadores de Grupo Wagner, cuyo líder, el multimillonario Yevgeni Prigozhi, murió el pasado 23 de agosto junto a otros jefe de los mercenarios, al estrellarse su avión al norte de Moscú.

El siniestro, cuyas causas aún se desconocen, se produjo exactamente dos meses después de que los Wagner protagonizaran un motín y comenzaran una marcha con blindados hacia Moscú para demandar la destitución de la cúpula militar rusa.

La rebelión fue abortada al día siguiente mediante negociaciones con la mediación del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, tras la cuales Putin, que había calificado de traición, se comprometió a no adoptar medidas contra los insurrectos.

El 27 de junio el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) de Rusia dio carpetazo a la causa que había abierto por la rebelión de los mercenarios, en el curso de la cual murieron al menos trece militares rusos.

Vladimir Putin, presidente de Rusia