La guerra entre Rusia y Ucrania llega a su día 852 desde su comienzo el pasado 24 de febrero de 2022, cuando el presidente ruso Vladimir Putin ordenó una “operación militar especial” para liberar a la población prorrusa de la región ucraniana de Donbás.
Hoy lunes 24 de junio 2024, Kremlin amenaza a Estados Unidos por ataque ucraniano al sur de Rusia.
También en esta zona se registraron más agresiones pero hacia iglesias ortodoxas y sinagogas, las que más tarde las autoridades rusas las calificaron de ataques terroristas.
Operación antiterrorista en Daguestán terminó, anuncian agencias de prensa rusas
La operación antiterrorista lanzada en la república rusa de Daguestán, en el Cáucaso, tras los ataques contra iglesias ortodoxas y una sinagoga que dejaron al menos 16 a 19 muertos, terminó, anunció este lunes el Comité Antiterrorista Nacional (NAK).
“Debido a la neutralización de las amenazas a la vida y la salud de los ciudadanos, se decidió poner fin a la operación antiterrorista” en Daguestán a partir de las 05:15 horas (tiempo local), anunció el comité, citado por las agencias de prensa rusas.
Un clérigo y al menos 15 policías murieron en el ataque, llevado a cabo por hombres armados contra una sinagoga e iglesias ortodoxas en Daguestán el domingo, según las autoridades, que denunciaron actos “terroristas”.
Los ataques tuvieron lugar en Majachkalá, la capital de Daguestán, y en la ciudad costera de Derbent.
Al menos 19 muertos en ataques contra iglesias ortodoxas y una sinagoga en el Cáucaso ruso
Rusia anunció el lunes el fin de los enfrentamientos armados en Daguestán, en el Cáucaso, donde ataques en la víspera contra iglesias ortodoxas y al menos una sinagoga dejaron 19 muertos, entre ellos 15 policías y cuatro civiles.
La operación “antiterrorista” lanzada tras los ataques concluyó el lunes por la mañana y cinco asaltantes fueron “abatidos”, anunció el Comité Antiterrorista ruso, añadiendo que se logró establecer su identidad.
No está claro si todos los atacantes fueron abatidos o si algunos lograron escapar. Aún no han trascendido ni sus motivaciones ni sus identidades.
Los ataques tuvieron lugar en la ciudad costera de Derbent y en Majachkalá, la capital de Daguestán, una región de mayoría musulmana que se sitúa al lado de Chechenia y es fronteriza con Georgia y Azerbaiyán.
En la década de los 2000, Daguestán fue escenario de una insurrección islamista aplastada por las fuerzas rusas tras años de enfrentamientos, a raíz de la segunda guerra de Chechenia.
Al ser preguntado si Moscú temía el regreso de una insurrección islamista en el país, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, contestó que “no” y dijo que Rusia había “cambiado”.
“La sociedad se consolidó y este tipo de manifestaciones terroristas no cuentan con el apoyo de la sociedad ni en Rusia ni en Daguestán”
Dmitri Peskov, porta voz del Kremlin
El Comité de investigación ruso, que abrió una investigación por “actos terroristas”, detalló que los ataques se llevaron a cabo contra “dos iglesias ortodoxas, una sinagoga y un puesto policial”.
“15 agentes de las fuerzas de seguridad murieron, así como cuatro civiles, entre ellos un clérigo ortodoxo”, detallaron los investigadores.
El gran rabino de Rusia, Berl Lazar, denunció un “crimen espantoso”, guiado por la voluntad de “matar el mayor número posible de inocentes”.
Los ataques se produjeron tres meses después del atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el Crocus City Hall, a las afueras de Moscú.
La matanza, perpetrada el 22 de marzo, dejó más de 140 muertos y reactivó la amenaza del terrorismo islamista en el país.
Las autoridades locales de Daguestán decretaron tres días de luto a partir de este lunes.
El aeropuerto de Majachkalá fue escenario en octubre de disturbios cuando una muchedumbre irrumpió en las pistas del aeropuerto coincidiendo con el aterrizaje de un avión procedente de Israel.
El tumulto se produjo el 29 de octubre, días después del inicio de la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, desatada tras un ataque del movimiento islamista palestino en el sur del territorio israelí el 7 de octubre.
Rusia ya ha sido blanco de varios atentados y ataques reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), aunque su influencia sigue limitada en el país.
Además del atentado en el Crocus City Hall en marzo, varios miembros del EI murieron el pasado fin de semana tras tomar como rehenes a dos funcionarios de prisiones en una cárcel del sur de Rusia, según las autoridades.
EI también ha amenazado a Moscú por su apoyo al régimen sirio de Bashar al Asad.
Kremlin amenaza a Estados Unidos por ataque ucraniano
El Kremlin amenazó el lunes a Estados Unidos de posibles “consecuencias” y convocó a su embajadora en Rusia, al día siguiente de un bombardeo ucraniano en Crimea que, según Moscú, se hizo con misiles estadounidenses.
El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, calificó el bombardeo contra Sebastopol de “barbarie” y acusó a Washington de “matar a niños rusos”.
Dos de las cuatro víctimas del ataque contra la península anexada por Moscú en 2014 eran menores.
“Es evidente que la participación de Estados Unidos en los combates, su participación directa, que conlleva la muerte de ciudadanos rusos, tiene que tener consecuencias. El tiempo dirá cuáles serán las consecuencias”
Dmitri Peskov, portavoz de la presidencia rusa
El Ministerio ruso de Relaciones Exteriores anunció a su vez que convocó a Lynne Tracy, la embajadora estadounidense en Moscú, para comunicarle “medidas de represalia”.
Washington “tiene la misma responsabilidad que el régimen de Kiev en esta atrocidad”, añadió después en un comunicado. El ataque “no quedará impune”, insistió.
Rusia afirma que el bombardeo del domingo contra Sebastopol se realizó con misiles ATACMS suministrados por Estados Unidos y cargados con ojivas de racimo.
Las autoridades nombradas por Moscú en Crimea señalaron que los misiles golpearon una zona con playas y hoteles en la ciudad portuaria.
En un encuentro con medios internacionales a principios de mes, el presidente ruso, Vladimir Putin, había criticado el envío de armas de largo alcance a Ucrania por parte de las potencias occidentales.
“Si alguien piensa que es posible suministrar esas armas a una zona de guerra para atacar nuestro territorio (...) ¿por qué no tenemos derecho a enviar armas del mismo tipo a regiones del mundo donde se golpearán instalaciones sensibles de países que actúan contra Rusia?.
Es decir, la respuesta puede ser asimétrica. Lo pensaremos”
Vladimir Putin, presidente de Rusia
Peskov también se refirió a las declaraciones de Putin, quien aseguró que los países occidentales proporcionaban datos a Ucrania para los bombardeos.
“Crimea es Ucrania”, insistió el lunes Andréi Yermak, jefe de la oficina del presidente ucraniano.
Un asesor del presidente ucraniano, Mijaílo Podoliak, sugirió a su vez que Crimea era un objetivo militar legítimo.