La guerra entre Rusia y Ucrania llega a su día 870 desde su comienzo el pasado 24 de febrero de 2022, cuando el presidente ruso Vladimir Putin ordenó una “operación militar especial” para liberar a la población prorrusa de la región ucraniana de Donbás.
Hoy viernes 12 de julio 2024, China advierte de consecuencias a la OTAN si lo consideran “enemigo hipotético”.
En otro tema, los aliados occidentales de Kiev ofrecieron en la cumbre de la OTAN un nuevo plazo para la llegada de los esperados cazas F-16 a Ucrania.
Los preparativos para que se haga realidad este hito antes de finales de este verano coinciden con una serie de ataques rusos contra bases aéreas ucranianas que provocan inquietud sobre la capacidad de Ucrania de defender su flota.
Rusia ha lanzado nuevos ataques aéreos contra bases de la aviación ucraniana al tiempo que los socios de Kiev en la OTAN se comprometían a entregar el primer lote de F-16 operativos para Ucrania antes del final del verano.
La pasada noche las fuerzas rusas lanzaron cinco misiles de crucero Kh-101 desde aviones estratégicos, anunció la Fuerza Aérea ucraniana en su parte de este viernes, que también informa del lanzamiento de 19 drones kamikaze Shahed por parte de Rusia.
Once de esos drones de ataque y los cinco misiles fueron interceptados por las defensas ucranianas, según el parte
La dirección principal del ataque fue Starokostiantiniv, localidad de la región de Jmelnitski, en el oeste de Ucrania, cerca de la que se encuentra una de las principales bases aéreas ucranianas, que es un objetivo habitual de los ataques aéreos rusos.
Este ataque, del que por el momento se desconocen las consecuencias, se produce poco más de una semana después de que el Ministerio de Defensa ruso asegurara haber destruido el 1 de julio cinco cazas multipropósito Su-27 ucranianos situados en el aeródromo de Mírgorod, en el óblast (división administrativa) de Poltava del centro de Ucrania.
Kremlin rehusa comentar lapsus de Joe Biden pero condena ataques verbales contra Vladimir Putin
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, rehusó comentar los lapsus del presidente estadounidense, Joe Biden, que le han valido las críticas de copartidarios y las burlas del expresidente Donald Trump, pero condenó los descalificativos contra el mandatario ruso, Vladimir Putin.
“Nos fijamos en que todo el mundo se ha fijado en esto, por lo que no puede haber comentario alguno al respecto, se trata de lapsus”
Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin en su rueda de prensa telefónica diaria
El representante de la Presidencia rusa indicó que estos lapsus se hacen más notorios “en el contexto de los debates políticos internos” de Estados Unidos, que son seguidos por todo el mundo.
“Pero esto no es un asunto nuestro, es un asunto interno de Estados Unidos”, afirmó, al señalar que serán los electores estadounidenses quienes deberán valorar este tipo de lapsus y cómo estos inciden en las oportunidades de los candidatos presidenciales.
Eso sí, añadió que las declaraciones habituales de Biden respecto a su homólogo ruso, con calificativos como el de “asesino”, “dictador” u otros semejantes, son “absolutamente inadmisibles”.
“Se trata de una conducta que un jefe de Estado no se puede permitir. Me refiero a las declaraciones respecto al presidente Putin”
Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin en su rueda de prensa telefónica diaria
Según Peskov, esto es algo “que no favorece al jefe del Estado norteamericano”.
“Estas son las cosas en las que nos fijamos y lo que consideramos totalmente inadmisible”, zanjó.
En el marco de la cumbre de la OTAN en Washington, Biden llamó a Volodímir Zelenski “Putin” y a la vicepresidenta Kamala Harris, “vicepresidenta Trump”, tras lo cual varios legisladores demócratas se sumaron a quienes piden al mandatario de 81 años que retire su candidatura a las elecciones.
En total, 17 congresistas demócratas han expresado públicamente su deseo de que sea otro candidato quien se enfrente al expresidente Trump en noviembre.
Joe Biden dice que sigue en campaña pese a confundir a Volodímir Zelenski con Vladimir Putin y a Kamala Harris con Donald Trump
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reiteró el jueves en una esperada rueda de prensa que seguirá con su campaña de reelección y aseguró que hasta los líderes de la OTAN le han pedido que se quede para vencer en las elecciones de noviembre al exmandatario republicano Donald Trump (2017-2021).
Pese a su insistencia, dos lapsus verbales -uno durante una comparecencia con los líderes de la OTAN y aliados y otro en su primera rueda de prensa en solitario desde noviembre-.
La rueda de prensa, sin embargo, empezó con mal pie. Biden venía de un acto de la cumbre de la OTAN en el que se había confundido y llamado por error “presidente Putin” al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, al presentarlo ante una audiencia.
Enseguida se corrigió a sí mismo, pero el error tuvo impacto inmediato en los medios de comunicación.
En la rueda de prensa, nada más empezar, sufrió de nuevo un lapsus al llamar por error “Trump” a su vicepresidenta, Kamala Harris.
“No habría elegido a la vicepresidenta Trump como vicepresidenta si creyera que ella no estaba calificada para ser presidenta”, apuntó, tras una pregunta sobre si Harris estaría lista para ocupar la presidencia en caso de que fuera necesario.
Trump aprovechó enseguida estos dos errores para burlarse de Biden en una serie de publicaciones en la red social Truth Social. “Qué gran trabajo, Joe”, escribió el republicano junto a un clip que muestra el momento en que Biden confundía a Harris con Trump.
“El corrupto de Joe tiene un caso grave del síndrome del trastorno Trump”, escribió el republicano.
China advierte de consecuencias a la OTAN si lo consideran “enemigo hipotético”
China advirtió este viernes a la OTAN de que “sufrirá las consecuencias” si la considera un “enemigo hipotético”, en una dura respuesta a las recientes declaraciones del secretario general del organismo de defensa, Jens Stoltenberg.
El portavoz del Ministerio de Exteriores chino Lin Jian calificó las palabras de Stoltenberg, de “irresponsables y provocativas”, cargadas de “mentalidad de Guerra Fría” y “sesgo ideológico”.
El secretario de la OTAN había tildado al gigante asiático de “desafío sistémico” a la seguridad global durante la cumbre de la Alianza celebrada el jueves en Washington,
Lin acusó a la OTAN de atacar “el sistema chino” e interferir en sus “asuntos internos”, además de “distorsionar maliciosamente” las políticas nacionales e internacionales de China y “desviar la culpa” en el tema de Ucrania.
Por ello, expresó la “fuerte insatisfacción y firme oposición” de China a las declaraciones de la OTAN y reiteró la posición china sobre Ucrania y la cumbre de la organización de defensa.
El diplomático acusó asimismo al secretario general de la OTAN de “ignorar los hechos” y utilizar “diversas ocasiones para difamar y atacar a China”, “exagerar la teoría de la amenaza china” e “incitar sentimientos anti-China”.
“Si China es considerada un ‘enemigo hipotético’, la OTAN solo sufrirá las amargas consecuencias al final”, advirtió Lin, quien instó a algunos “políticos occidentales que están al borde de la muerte política” a no “intentar dejar algún ‘legado’ a la fuerza avivando las llamas, provocando problemas y culpando a otros”.
China, aseguró el portavoz, seguirá “un camino de desarrollo pacífico” y aportará “más estabilidad y energía positiva a la paz y estabilidad mundial a través de su propio desarrollo y cooperación extranjera”, al tiempo que defenderá firmemente su “soberanía, seguridad e intereses de desarrollo”.
Stoltenberg expresó de parte de los líderes de la Alianza, reunidos en Washington, que “China no puede facilitar el mayor conflicto en Europa en la historia reciente sin que eso afecte negativamente sus intereses y su reputación”.
Desde el comienzo del conflicto, China ha asumido una posición ambigua con respecto a la guerra en Ucrania, desde la cual ha pedido respeto para la integridad territorial de todos los países, incluido Ucrania, y respeto para las “legítimas preocupaciones de seguridad” de todas las partes, en referencia a Rusia.
La postura de China refleja las crecientes tensiones entre el país asiático y la OTAN, que han aumentado en los últimos años debido a factores como la expansión militar china, su creciente influencia económica y su relación con Rusia.
El pasado mes de mayo, durante su parada en Serbia con motivo de su gira por Europa, el presidente chino, Xi Jinping, prometió “no olvidar nunca” el bombardeo de la embajada china en Belgrado a manos de la OTAN en 1999.