La activista María de Jesús Patricio Martínez, mejor conocida como Marichuy, considera que los pueblos originarios siguen siendo discriminados, secuestrados y masacrados a 500 años del inicio de su resistencia.

De acuerdo con Marichuy, las comunidades indígenas continúan luchando en contra del despojo y la exclusión que en el presente se disfraza de “progreso” o apoyo económico.

En la mesa “500 años de lucha por la vida” del primer Encuentro Internacional de Cátedras Extraordinarias de la UNAM, Marichuy reflexionó sobre las luchas de los pueblos indígenas.

“No es cierto que los pueblos originarios fueron acabados, siguen vivos y resistiendo. A 500 años los pueblos siguen siendo discriminados, despojados de su territorio, secuestrados y masacrados”

Marichuy

Problemas agrarios van de la mano del despojo de territorio de los pueblos originarios, asegura Marichuy

Marichuy aseguró que los serios problemas agrarios actuales van de la mano con el despojo de territorios de los pueblos indígenas.

Pues estos despojos se llevan a cabo para instalar mineras, gasoductos o termoeléctricas y existe una negación de “los de arriba” para dar solución a los conflictos agrarios, sentenció.

La activista miembro de la delegación zapatista aseguró que cada pueblo tiene su propia lucha ante los despojos de sus tierras, por con similitudes en las problemáticas.

Asimismo, puntualizó que se dan apoyos o regalos a las comunidades para disfrazar el despojo, problema que “está costando vidas”.

Contaminación ambiental afecta a los pueblos indígenas: Marichuy

Por otra parte, la activista señaló que los problemas de la contaminación ambiental también afecta a los pueblos indígenas.

La contaminación en el agua y los bosques, así como el aumento en las enfermedades que son cada vez más difíciles de curar ponen una gran presión emocional a las comunidades indígenas.

Problemas aunados a los casos de desaparecidos, encarcelados y asesinados, que repercute en la salud emocional de las comunidades.

Además, reiteró la lucha permanente de los pueblos por preservar un entorno natural, pues tener que depender “de lo de afuera” es una forma de exclusión identitaria, económica, política y cultural.

“Nuestros antepasados no ocupaban antes de una farmacia, tenían a la mano el alimento y la medicina; lo que provoca la contaminación ambiental es que se dependa de lo de afuera, como conseguir alimentos, agua o medicinas para curarse, por eso hay una lucha permanente por la vida y por el entorno natural. Todo ello es una forma de exclusión identitaria, además de económica, política y cultural”

Marichuy

Con información de La Jornada