El 18 de agosto de 2022, Alejandro Encinas presentó un informe del caso Ayotzinapa que revela información contundente sobre la desaparición de los 43, ¿cuáles son las diferencias frente a la “verdad histórica” y los avances que ha presentado el GIEI?
Entre las conclusiones preliminares que Alejandro Encinas presentó, de la Comisión Presidencial para la Verdad y Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa, está:
- que la desaparición de los 43 constituye un crimen de Estado en el que concurrieron integrantes de Guerreros Unidos y agentes de diversas instituciones del Estado
- se confirma que mandos militares de la región no realizaron acciones de protección y búsqueda del militar infiltrado en la normal y que permanece desaparecido como uno de los 43: Julio César López Patolzin
- y que no hay indicios de que los estudiantes se encuentran con vida, todos los testimonios indican que los estudiantes fueron ultimados y desaparecidos
El informe, presentado desde Palacio Nacional, recupera todo lo que la Comisión ha realizado para avanzar en el esclarecimiento del caso Ayotzinapa e incluye 8 anexos con información relevante.
La “verdad histórica” de Ayotzinapa
Lo primero que sucedió en el caso Ayotzinapa fue la llamada “verdad histórica”, que es la versión oficial presentada por el gobierno de Enrique Peña Nieto en 2014, en específico, por:
- Jesús Murillo Karam, entonces procurador general de la República (PGR)
- Tomás Zerón de Lucio, quien era titular de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR
La “verdad histórica” fue presentada por primera vez el 7 de noviembre de 2014, cuando el procurador Jesús Murillo Karam, encabezó una conferencia de prensa para informar los “avances” que tenían del caso Ayotzinapa.
Ese día, Murillo Karam dijo que policías de Iguala y Cocula entregaron a los 43 estudiantes de Ayotzinapa al grupo de Guerreros Unidos, quienes los trasladaron al basurero de Cocula, donde los habrían ejecutado, arrojado a la barranca e incinerado:
“Los detenidos señalaron que privaron de la vida a los sobrevivientes, los aventaron a la parte de abajo del basurero donde quemaron los cuerpos, hicieron guardias y relevos para asegurarse que el fuego durase horas, desde la medianoche hasta las 14 horas del día siguiente”.
Jesús Murillo Karam, conferencia del 7 de noviembre de 2014
El entonces procurador señaló que cerca de las 5 de la tarde del 27 de septiembre de 2014, los responsables habrían depositado los restos óseos de los 43 en bolsas negras de basura y luego las vaciaron en el Río San Juan.
En una conferencia posterior, el 28 de enero de 2015, junto a Tomás Zerón, Murillo Karam dijo: “Esta es la verdad histórica de los hechos” y que el móvil del crimen era que los estudiantes fueron señalados por Guerreros Unidos de formar parte del grupo contrario.
La diferencias entre “la verdad histórica” y el informe de Alejandro Encinas
Tras la presentación del informe de la Comisión Presidencial del Caso Ayotzinapa, del 18 de agosto, las diferencias con la llamada “verdad histórica” (VH), son:
- La VH dice que en la desaparición de los estudiantes solo participaron policías municipales y el grupo Guerrero Unidos pero el informe reciente afirma que en la desaparición de los 43, además de estos actores, estuvieron involucrados agentes de todo el Estado, es decir, nivel local, estatal y federal
- La VH afirma que los 43 estudiantes fueron desaparecidos e incinerados JUNTOS, pero el informe de Encinas desmiente esto: “los 43 nunca estuvieron juntos”
- Jesús Murillo Karam afirmó que el Ejército no tuvo nada que ver con la desaparición de los normalistas, pero el informe dice que la Sedena tenía conocimiento de todos los movimientos de los estudiantes
- La VH también afirmaba que los estudiantes habían viajado a Iguala, Guerrero para boicotear un acto de la presidenta del DIF estatal, lo que ha sido desmentido por el informe
- La VH negó que la desaparición de los 43 estuviera relacionada con el trasiego de droga o recuperación de dinero, lo que con el informe quedó anulado, pues se comprobó que un autobús más estuvo involucrado: libró todos los retenes y se presume que en este vehículo se recuperó mercancía
- Contrario a la VH, en el informe de la Comisión se sostiene la necesidad y compromiso de seguir con la búsqueda de los 43
Alejandro Encinas retomó que la “verdad histórica” del gobierno de Enrique Peña Nieto se sostuvo en una llamada telefónica que nunca ocurrió y en interrogatorios obtenidos con tortura.
Los informes del GIEI sobre Ayotzinapa
Los informes del GIEI han tenido importante relevancia en el caso Ayotzinapa, pues fueron los 4 expertos los primeros en desmentir la “verdad histórica”, afirmando que era imposible que los 43 estudiantes hayan sido incinerados en el basurero de Cocula.
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) se creó en 2015 a partir de la demanda de justicia por parte de los padres y las madres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.
Hasta la fecha, Ángela Buitrago, Claudia Paz y Paz, y Francisco Cox, expertas y experto, siguen coadyuvando en la investigación de la desaparición, atención a víctimas y búsqueda de los 43, pero el primer informe del caso ocurrió en septiembre de 2016 cuando sostuvieron que la “verdad histórica” no tenía sustento y era imposible científicamente.
También revelaron que en la desaparición de los jóvenes participaron corporaciones en el nivel municipal, estatal y federal; y que existía un quinto autobús como posible transporte de droga y una viable explicación de los hechos.
En su segundo informe, presentado en 2017, el GIEI demostró la manipulación del escenario del río San Juan por autoridades de la entonces PGR y la tortura que realizaron contra detenidos para sustentas que los 43 fueron incinerados.
Y en su tercer informe, presentado el 28 de marzo de 2022, revelaron que la Marina intervino en el basurero de Cocula para construir la “verdad histórica”, así como que Jesús Murillo Karam y Tomás Zerón de Lucio estuvieron en el basurero el 27 de octubre de 2014, horas antes de las diligencias oficiales.
Las diferencias, y similitudes, entre el GIEI y el informe de Alejandro Encinas
Ahora, con lo que se sabe del caso Ayotzinapa a raíz de los informes del GIEI y el más reciente informe de la Comisión Presidencial encabezada por Alejandro Encinas, se pueden señalar las diferencias y similitudes entre ambas versiones:
- El GIEI afirma que los 43 estudiantes no fueron incinerados en el basurero de Cocula, argumento que comparte con el informe de Alejandro Encinas
- El GIEI ha sostenido desde 2016 que en la desaparición de los 43 participaron corporaciones en el nivel municipal, estatal y federal, también confirmado por el informe
- Los expertos fueron los primeros en señalar la existencia de un quinto autobús la noche del 26 de septiembre de 2014, como posible transporte de droga; afirmación que Alejandro Encinas sostuvo: “Se confirma que un autobús Ecoter, sin pasaje, llegó a Morelos librando todos los retenes; habían 16 retenes en Iguala y nunca fue detenido este camión, que se presume, recuperó la mercancía: droga o dinero”.
- El GIEI señaló que la “verdad histórica” fue construida con actos de tortura contra detenidos, argumento que también comparten con el informe que indica que al menos 77 personas fueron torturadas
- El Grupo afirmó que los estudiantes se estaban preparando para el 2 de octubre de 2014 y que su llegada a Iguala fue manera coincidencial, confirmado por el informe de Alejandro Encinas
- Los expertos señalaron que la Sedena realizaba un seguimiento contrainsurgente de los estudiantes de Ayotzinapa desde días antes de la desaparición de 43, situación que coincide con la infiltración del militar Julio César López Patolzin, quien pasaba informes a la corporación de todos los movimientos
Los informes del grupo de expertos han sido claves para desmentir la “verdad histórica” del caso Ayotzinapa, versión rechazada desde un inicio, por las familias de los normalistas.
El próximo 26 de septiembre de 2022 se cumplen 8 años de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, hechos calificados por el actual gobierno como un “crimen de Estado” que sigue pendiente de aclarar.