La construcción del Tren Maya ha sido impugnada por diversas organizaciones ambientales y especialistas; sin embargo, ésta no está respetando la ley.

De acuerdo con Luis Zambrano, biólogo e investigador de la UNAM, el gobierno federal no está respetando la ley, sino que la está modificando a su conveniencia.

En entrevista para así las cosas, el biólogo aseveró que se está trabajando en el gobierno para que la construcción en Quintana Roo no pase por las herramientas de protección ambiental.

Tren Maya tiene todos los permisos de construcción, asegura AMLO; biólogo desmiente

AMLO

Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró durante la conferencia mañanera del 31 de marzo que la construcción del Tren Maya cuenta con todos los permisos necesarios.

Sin embargo, el biólogo desmintió lo dicho al señalar que sólo la semana pasada un juez dictó que se frenara la obra en sus tramos 1, 2 y 3.

El mandatario aseguró que no solo cuenta con los permisos de impacto ambiental, sino con la convicción de no destruir la selva porque “no somos iguales”.

“Afortunadamente se tiene el apoyo del pueblo, de la gente y vamos a continuar. Y sí se tienen todos los permisos de impacto ambiental, todo, y no solo son los permisos, es una convicción. Nosotros no vamos a destruir la selva, no somos iguales”

AMLO

Ante lo dicho, el biólogo recordó que, a pesar de que se ordenó el alto a las obras, esto no se llevó a la práctica.

“Eso quiere decir que no es cierto que se tienen los permisos, por un lado, no es cierto que se tiene a la ley por el otro, y encima le metemos el decretazo, que lo puso hace dos o tres meses el presidente para facilitar las obras, sin tener que pasar por las herramientas de protección ambiental. Entonces, no es cierto que se está cumpliendo con la ley, no, se está modificando la ley para avanzar más rápido en la destrucción del ambiente”

Luis Zambrano, biólogo de la UNAM

Programas de reforestación en México no sirven; se está poniendo en peligro el agua

Tala de árboles por Tren Maya

Por otra parte, el biólogo aseguró que muchos de sus colegas han confirmado que los programas de reforestación que se implementan no sirven.

Esto debido a que el mandatario ha reiterado en diversas ocasiones que se va a reforestar la zona del Tren Maya con árboles frutales y maderables.

Además, el mandatario aseveró que “no hay en el mundo un programa de reforestación como el que se está aplicando en México”.

Sin embargo, Zambrano explicó que dichos programas no están bien orientados ni se sabe hacia dónde van.

“Siempre la lógica y la medición es: sembramos muchos árboles, no sé si pegaron o no pero sembramos muchos árboles. Y así no funciona no debe funcionar la reforestación ni la restauración”

Luis Zambrano, biólogo de la UNAM

Falacia que no se va a destruir la selva con el Tren Maya, asegura biólogo de la UNAM

En este sentido el biólogo de la UNAM aseguró que es una falacia que no se vaya a destruir la selva con la construcción del Tren Maya.

El mandatario aseguró que no se va a destruir la selva porque el trazo del tren pasa por una zona de acahuales.

Sin embargo, Zambrano compartió que un acahual es una parte de la selva que fue perturbada por razones naturales o artificiales que se encuentran en proceso de restauración.

Además, afirmó que estas zonas se regeneran más rápido de lo que se podría pensar, por lo que sí se está atentando contra la selva.

Por otra parte, recordó que lo que se llamó un socavón en el Tren Maya en realidad es un cenote.

Esto porque toda la zona de la península está compuesta por cenotes y sistemas de ríos subterráneos.

“La península está tapizada de cenotes…decir que no se va a afectar los cenotes cuando está repletamente salpicado es una falacia. No es cierto, sí se van a afectar porque están ahí”

Luis Zambrano, biólogo de la UNAM

Además, construir el Tren Maya en dicha zona resulta peligroso, no solo para el ambiente sino para las personas que habitan en Quntana Roo y Yucatán.

Esto porque se puede contaminar el agua de estos sistemas de agua subterránea o va a afectar el río, lo que afectaría la cantidad de agua que fluye hacia Cancún.