El Día de las Madres ya no todos lo celebran. Mamás que se han vuelto activistas ni en 10 de mayo se dan por vencidas para alcanzar la justicia para sus hijos e hijas.
El miércoles 10 de mayo de 2023 se conmemora el Día de las Madres en México, una fecha en la que se festeja y se reconoce la labor de las mamás en las familias.
Y aunque lo que se acostumbra en México es reunirse en familia, regalar algo a las mamás, una comida familiar o una felicitación, hay madres que ya no celebran porque sus hijas o hijos les hacen falta y en su lugar, deben volverse activistas para luchar por justicia.
A continuación, 5 mamás y activistas que han dejado de lado el 10 de mayo como celebración y se han volcado a exigir justicia.
5 mamás activistas que buscan/buscaron hasta en 10 de mayo justicia para sus hijas e hijos
Esta es una breve lista de madres activistas que la lucha por sus hijos e hijas las ha hecho dejar a un lado los festejos por el Día de las Madres, cada 10 de mayo, y en su lugar recuerdan que les hacen falta y no descansarán hasta tener justicia.
- María Herrera
- Irinea Buendía
- Cecilia Flores
- Araceli Osorio
- Marisela Escobedo
1. María Herrera, madre buscadora y activista
Al hablar de mamás que se han vuelto activistas en el camino para acceder a la justicia, es indispensable mencionar a María Herrera, la madre buscadora de 4 de sus 8 hijos desaparecidos en el país.
María Elena Herrera Magdaleno tiene de 73 años de edad y ha dedicado casi 15 años a la lucha por encontrar a sus 4 hijos desaparecidos entre el 2008 y 2010:
- Jesús Salvador Trujillo Herrera, desaparecido en Guerrero el 28 de agosto de 2008
- Raúl Trujillo Herrera, desaparecido en Guerrero el 28 de agosto de 2008
- Luis Armando Trujillo Herrera, desaparecido el 22 de septiembre de 2010 en Veracruz
- Gustavo Trujillo Herrera, desaparecido el 22 de septiembre de 2010 en Veracruz
Antes de convertirse en buscadora y un referente en la búsqueda de desaparecidos en México, María Herrera se dedicaba a vender oro, negocio que sus hijos también apoyaron.
Fue en 2008, cuando Raúl y Jesús viajaron a Guerrero y no regresaron que comenzó con su activismo.
Recientemente, María Herrera fue reconocida por la revista Time como una de las mujeres más influyentes del 2023.
2. Irinea Buendía, mamá activista de Mariana Lima Buendía
Otro ejemplo de la lucha que miles de madres inician por justicia para sus hijas e hijos y que olvidan que el 10 de mayo es una celebración, es la señora Irinea Buendía, mamá de Mariana Lima Buendía, víctima de feminicidio.
Irinea Buendía Cortés tiene 71 años de edad y ya es conocida por su activismo para acceder a la justicia en el feminicidio de su hija Mariana pero también como acompañante de otros casos.
En su búsqueda por justicia para Mariana, Irinea y su esposo lograron la sentencia de la SCJN que sentó las bases sobre cómo deben investigarse las muertes violentas de mujeres en México.
Además, en marzo ganó una importante batalla al sistema de justicia mexicano con la sentencia contra el feminicida de Mariana de 70 años, luego de más de 12 años de camino.
Irinea Buendía se ha convertido en defensora de los derechos de las mujeres y las niñas en México, continúa acompañando a otras madres que buscan justicia y difundiendo la sentencia que lleva el nombre de su hija, Mariana Lima Buendía.
3. Cecilia Flores, madre buscadora en Sonora
En la labor de búsqueda de personas desaparecidas, que miles de familias realizan en México, una madre activista es Cecilia Flores, fundadora y líder del colectivo Madres Buscadoras de Sonora.
Cecilia Patricia Flores Armenta comenzó su activismo en octubre del 2015, tras la desaparición de uno de sus hijos, Alejandro Guadalupe, en los Mochis, Sinaloa.
Aunque la mujer presentó la denuncia por desaparición, al pasar de los años no obtuvo avances, por lo que comenzaron las protestas por justicia y reclamos a las autoridades, pero fue hasta 2019 que tras la desaparición de su segundo hijo, Marco Antonio, los comenzó a buscar por su cuenta.
El colectivo Madres Buscadoras de Sonora fue fundado en 2019, y desde entonces, Cecilia Flores no se ha detenido en su labor de buscar a personas desaparecidas.
Recientemente, en junio de 2022, la revista Forbes la incluyó entre las Cien Mujeres Más Poderosas de México, por su labor como buscadora.
4. Araceli Osorio, mamá de Lesvy Berlin
Sin duda alguna, Araceli Osorio es otra madre activista que su lucha por justicia la ha obligado a dejar de lado la celebración del Día de las Madres cada 10 de mayo.
Araceli Osorio, de 50 años de edad y originaria de la Ciudad de México, comenzó su lucha por justicia tras el feminicidio de su hija, el 3 de mayo de 2017 en Ciudad Universitaria de la UNAM.
Desde entonces, Araceli es un ejemplo de la lucha de tantas madres de víctimas de feminicidio que hacen el trabajo que las autoridades no hacen, convirtiéndose en investigadoras, peritos, forenses o lo que haga falta.
Cuando era joven, la mamá de Lesvy Berlín apoyó distintos movimientos sociales y cuando ocurrió lo de su hija, además de exigir justicia por ella, se sumó a otras compañeras de lucha, lo que la ha convertido en una activista ya conocida.
En palabras de Araceli Osorio, lo que ella busca es reconstruir su propio proyecto de vida y sueña con crear una asociación integral donde otras víctimas puedan ser acompañadas en condiciones amorosas en su lucha por justicia y verdad.
5. Marisela Escobedo, la madre activista que murió exigiendo justicia para su hija
Una madre activista más es Marisela Escobedo quien, aunque fue asesinada, murió exigiendo justicia para su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo, víctima de feminicidio en 2008.
Marisela Escobedo Ortiz fue enfermera pero luego del feminicidio de su hija, se convirtió en una activista y como miles de madres lo hacen, con recursos propios logró localizar al responsable de matar a Rubí.
El juicio por el feminicidio de Rubí fue uno de los primeros juicios orales de la historia de México, en el que a pesar de las pruebas que se presentaron, los jueces declararon al responsable inocente y lo pusieron en libertad.
Esa situación hizo que Marisela Escobedo trascendiera pues comenzó una lucha para exigir que el feminicida de su hija fuera castigado; tras múltiples protestas, se instaló en la Plaza Hidalgo de la ciudad de Chihuahua, frente al Palacio de Gobierno en un plantón.
Y debido a las amenazas de muerte que recibía dijo: “Si me va a venir este hombre a asesinar, que me venga a matar aquí, para vergüenza del gobierno”, y fue en ese lugar que en diciembre de 2010 ocurrió su homicidio.