José Ramón López Beltrán, hijo de AMLO, contestó al documento “Gobernadores y gobernadoras de la 4ta Transformación”, que el INE resolvió retirar en redes sociales al ser propaganda gubernamental.
“Amor con amor se paga”, contestó José Ramón a la propaganda de las gubernaturas de Morena que publicaron en su Twitter.
El escrito de Morena, que hoy difunde José Ramón, causó polémica por la veda electoral que se mantiene desde el pasado 10 de febrero hasta el próximo 10 de abril por la consulta de la revocación de mandato.
José Ramón, hijo de AMLO, difunde propaganda prohibida; hace mención especial a Alfonso Durazo
José Ramón publicó en su cuenta de Twitter el documento de Morena “Gobernadores y gobernadoras de la 4ta Transformación”.
El texto, que comparte José Ramón, fue publicado ayer en redes sociales por la jefa de gobierno de CDMX y las y los 17 gobernadores, en el que expresan su apoyo a AMLO y la “Cuarta transformación”.
Sin embargo, el INE determinó que el desplegado es propaganda gubernamental, que está prohibida por la consulta de la revocación de mandato.
José Ramón no solo retuiteó el texto, en un segundo tuit mencionó solo al gobernador de Sonora, Alfonso Durazo. “Dicen por ahí que los últimos siempre serán los primeros”, escribió.
José Ramón, primogénito de AMLO, sí puede difundir el escrito en apoyo a AMLO porque no es servidor púbico.
José Ramón difunde propaganda de Morena en medio de las polémicas por la casa en Houston y KEI Partners
José Ramón ha estado en polémica en las últimas dos semanas por presuntos conflictos de interés.
Primero un reportaje de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y LatinUs señala que José Ramón rentó una casa en Houston. El dueño de la casa es Keith L. Schilling, un exejecutivo de Baker Hughes, empresa que ha obtenido contratos con Pemex desde Felipe Calderón.
En su defensa José Ramón reveló otro presunto conflicto de interés: aseguró que vive de los ingresos que obtiene como abogado de la empresa KEI Partners.
Pero KEI Partners, donde trabaja José Ramón, es propiedad de Karla Wiedemann, Érika Chávez e Iván Chávez. Los dos últimos hijos de Daniel Chávez Morán, supervisor honorífico del Tren Maya y con quien AMLO ha negado tener negocios pero tienen adjudicado construir dos hoteles en el Aeropuerto Internacional Mar de Cortés en Sonora.