El día de hoy se cumple la primera mitad del gobierno del compañero presidente y camarada Andrés y, aunque mantiene altos niveles de aceptación, llega con los más pobres resultados que cualquier otro presidente hubiese tenido.

Durante los 18 años que se mantuvo en campaña AMLO logró, con razón, sembrar la esperanza de que las cosas podrían estar mejor.

Basta hacer un poco de memoria, para recordar que calificó como un fracaso de los gobiernos anteriores el utilizar al Ejército para tareas civiles:

“No podemos, nosotros aceptar un Gobierno militarista además esto no le conviene ni siquiera a la misma institución militar. En estos últimos 3 años se ha deteriorado mucho la imagen del Ejército porque los han lanzado a la calle a una aventura, es toda una estrategia fallida… hay que cuidar esa institución que es el Ejército que no se utilice para suplir las incapacidades de los gobiernos civiles no podemos nosotros aceptar.”

AMLO

Pero AMLO ya como presidente prácticamente ha militarizado el país. El Ejército Mexicano se ha convertido en una especie de “milusos” asumiendo acciones que corresponden a civiles y, al hacerlo, AMLO tácitamente reconoce su fracaso como gobernante:

“Quiero también aprovechar para decir a la gente que tomamos la decisión de entregar estos bienes en custodia a la Sedena, por ejemplo, el Tren Maya, el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles, el aeropuerto de Palenque, de Chetumal, el de Tulum, van a formar parte de una empresa manejada por la Sedena.”

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Según el presidente, estos bienes “no pueden quedar en manos del Fonatur o de la SCT” ya que al cambiar de gobierno en 2024 podrían ser susceptibles de venta, como en otros regímenes se hizo con Telmex o ferrocarriles.

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El recuento de fracasos

Sin embargo, con tantas encomiendas, el Ejército parece que comienza a estar rebasado. Tres años de gobierno, una reunión diaria de Seguridad, la creación de más de 150 cuarteles para la Guardia Nacional y aunque se ha superado el número de efectivos, los resultados en seguridad son peores que con Calderón y Peña juntos.

Según datos oficiales, en los primeros tres años de Calderón se registraron 41,375 muertes, mientras con AMLO la cifra fue más del doble, 106,097 víctimas.

El desmantelamiento del sector salud, ha dejado miles de muertos y a una buena parte de la población sin la cobertura médica que, mal que bien, funcionaba.

Desde el inicio de su gobierno, AMLO desapareció el Seguro Popular y creó el INSABI y, con la justificación de ahorrar y ser más eficientes, concentró las compras del gobierno federal en la Oficialía Mayor de Hacienda.

Un evidente fracaso, el resultado fue la escasez de medicamentos, vacunas, equipo médico y cobertura hospitalaria. Ante este escenario y para salir mediáticamente del atolladero, AMLO contrató los servicios de un brazo de la ONU, Oficina para las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) no sólo como asesora, sino como instrumentadora de la estrategia para la compra de medicamentos.

Resulta que con UNOPS el fracaso le salió aún más caro, porque sus honorarios fueron muy elevados y el problema no se resolvió, así que, luego de regañar públicamente al secretario de Salud, Jorge Alcocer, por la falta de medicamentos, AMLO volvió a recurrir al Ejército para “corregir” el entuerto.

Los programas sociales del compañero Andrés han sido una quimera utilizada con fines electorales. Son programas clientelares para obtener votos y mantener “fiel” y con una “fe ciega” al “pueblo bueno”.

AMLO se molestó cuando al cuestionarlo, le señalaron aquel proverbio chino: “Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida”.

Respondió tajante:

“hasta los animalitos -que tienen sentimientos, ya está demostrado- ni modo que se le diga a una mascota: ‘a ver, vete a buscar tu alimento’. Se les tiene que dar su alimento, sí, pero en la concepción neoliberal todo eso es populismo, paternalismo.”

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Fábrica de pobres

Así, el combate a la pobreza se tradujo en una fábrica de pobres. Hace tres años había 51.9 millones de personas en pobreza, el año pasado sumaron 55.7 millones, según señaló el Coneval en el Informe de las Estimaciones de Pobreza Multidimensional 2018 y 2020, y el porcentaje de población en situación de pobreza extrema aumentó de 7% a 8.5%, lo cual significó que pasamos de 8.7 a 10.8 millones, es decir en dos años, hubo un incremento de 2.1 millones de pobres.

Crecimiento económico, otro fracaso. AMLO prometió que creceríamos al 6%, luego que 4% y la realidad ha sido otra. En su primer año la economía cayó más que en los últimos 20, un decrecimiento del 0.01%. El segundo año con pandemia, se derrumbó la economía -8.5% y con la apertura económica en 2021, México es el único país sin crecimiento y este año cerrará con un crecimiento 6%.

Inflación, el impuesto más caro para los pobres. El INEGI informó en la primera quincena de noviembre la inflación anual se situó en 7.05%, la más elevada en 20 años e incluso, el subgobernador del Banco de México, Jonathan Heath, destacó que la trayectoria al alza de este índice económico es preocupante.

Aunque sea difícil de creer, el gobierno de AMLO salió más corrupto que el de Peña. De acuerdo con el ranking Estado de Derecho 2021, México ocupa la posición número 135 a nivel mundial en corrupción. En 2019, el país se encontraba en el lugar número 117 y en 2020, en el 121.

Un fracaso tras otro son la prueba de que la administración de AMLO ha reprobado. Ya transcurrieron tres años, no puede seguir con el pretexto de que fue culpa de sus antecesores. Su gobierno es un gobierno fallido, una tomada de pelo a sus simpatizantes y una desilusión absoluta.