Si partimos que de lo presentado hasta ahora del nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), se puede aseverar que no es la octava maravilla, no es una obra de arte, no ha ganado premios, no tiene un diseño innovador, no es la mejor construcción, no tiene los mejores acabados, no cuenta con transporte para acceder a él, no está terminado, no tiene certificaciones internacionales, solo cuenta con 12 operaciones diarias, no resuelve los problemas de movilidad y conectividad aérea que originaron su creación y aunado a todo ello, tampoco parece tener pasajeros interesados en acceder a sus servicios, entonces tendremos que hablar de que los elogios, las felicitaciones, el encomio y las loas expresados por gobernantes, empresarios, funcionarios y demás personajes afines -y otros no tanto pero con algún interés inconfesable-, se pronunciaron con el fin de satisfacer el enorme ego del presidente Andrés Manuel López Obrador, y para engañar a la opinión pública.

De entre los más de mil invitados que asistieron a la inauguración de la primera obra de las cuatro que serán insignia del sexenio de la Cuarta Transformación, destacaron personajes como los empresarios Carlos Slim, presidente del Grupo Carso; Emilio Azcárraga, presidente de Grupo Televisa; Carlos Bremer, presidente del Grupo financiero Value; y Carlos Hank González, presidente del consejo de administración del Grupo Banorte. A este par de magnates hasta hace muy poco el presidente López Obrador los ubicaba encabezando el grupo que él mismo dio en llamar “La Mafia del Poder”, un cartel que ahora parece tutelar el propio Andrés Manuel, quien quizá ha olvidado que los tenía entre sus adversarios, que los acusó de hacer negocios con anteriores gobiernos, que los tachó de corruptos, pero que ahora le son afines, negocia con ellos y les ha entregado contratos multimillonarios.

Hablamos sin duda de los hombres con las fortunas más grandes no solo de México sino del planeta, particularmente el caso de Slim, quien ha llegado a ostentar el sitio número uno entre los más ricos del mundo. Todos ellos personajes que le han dado la vuelta al mundo registrando visitas en los mejores aeropuertos del orbe; Doha Hamad (Qatar), Tokyo Haneda, Chek Lap Kok (Hong Kong), Seoul Icheon, Singapore Changi, Tokyo Narita, Munich, Zurich, London Heathrow, y un largo etcétera., y quienes pueden distinguir perfectamente entre una terminal aérea de primer mundo y lo que se ha entregado hasta ahora del Felipe Ángeles, que solo se puede llamar internacional por un decreto del propio AMLO, pero que carece de las certificaciones y por ello no puede realizar vuelos más allá de nuestras fronteras.

A pesar de lo contextualizado, Carlos Slim opinó del Felipe Ángeles que se trata de una “construcción espectacular”, -así con esas palabras que no dejarían espacio a dudas sino fuera porque goza de jugosos contratos con el actual gobierno que lo obligan a tener o expresar una óptica más políticamente correcta. Al fin que mentir no es algo que le sea ajeno al presidente.

En la misma sintonía, Carlos Bremer, opinó:

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“Está muy bonito, es una obra de arte, se hizo a toda velocidad, toda la parte histórica que tiene está espectacular, me encantó desde la estatua que está afuera el caballo arriba, todo representa nuestra historia, entonces, yo estoy feliz aquí, disfrutando. Increíble y la rapidez con que se hizo es importante”.

Carlos Bremer

Desde la óptica de Hank González, las instalaciones son impresionantes. “Sorprende el estarlo viendo terminado en tiempo y forma, nos da muchísimo gusto poder estar aquí acompañando al señor presidente. Lo que se ve, es una obra espectacular”.

Pero si los desproporcionados halagos de los empresarios parecieron fuera de toda lógica y hasta se pudo distinguir cierto sarcasmo habiendo ya señalado sus recorridos por el mundo, la zalamería de los gobernadores del PRI, Alfredo Del Mazo y Omar Fayad, del Estado de México e Hidalgo, de manera respectiva, los hicieron lucir como rastreros al presidente buscando quizá algo más que simplemente congraciarse con el Ejecutivo, aunque no sorprende porque desde hace ya varios meses atrás han mostrado servilismo hacia la Cuarta Transformación.

El Gobernador del Estado de México, quien en algún momento rechazó la cancelación del NAIM en Texcoco y consideró inviable el de Santa Lucía, afirmó que el nuevo aeropuerto representa la visión que tenía el presidente Benito Juárez sobre México, ya que refleja a una nación tolerante, abierta y de oportunidades, orgullosa de sus raíces y deseosa de compartir su patrimonio con el mundo. “Es la obra de infraestructura más importante concluida en nuestro país del presente siglo”, “de calidad mundial” subrayó.

Fayad, en tanto, declaró que el aeropuerto ofrece un promisorio futuro para los mexicanos, por lo que felicitó al gobierno del presidente López Obrador, “por terminar una obra de esas dimensiones en tan corto tiempo apegándose a los principios de austeridad y de funcionalidad en beneficio de los mexicanos”, aseveró.

El panista Mauricio Kuri, Gobernador de Querétaro, aprovechó la ocasión para agradecer el espaldarazo que le dio el presidente durante la tragedia que se vivió recientemente en el estadio de fútbol de los Gallos Blancos, y tras asistir a la inauguración de la terminal aérea, señaló que vio un aeropuerto muy digno, -en contraposición a su partido que ha calificado el AIFA como “patito”-. A quienes emitieron críticas les llamó mezquinos, “Esa mezquindad de querer que le vaya mal al otro para que a mí me vaya bien, es un error”, añadió, tras llamar a la unidad de todos los mexicanos.

Luego entonces, no sorprendió a nadie que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, hubiese confesado un día antes haberse conmovido hasta las lágrimas al ver el documental de Epigmenio Ibarra sobre el AIFA, lo cual por cierto, en redes sociales la llevó a ser severamente criticada en redes sociales, en donde le reprocharon no hubiese derramado una sola lágrima en tragedias ocurridas en su gobierno.

Queda pues decir que a reserva de que en este momento tenemos que hablar del Felipe Ángeles como un aeropuerto fallido porque hasta hoy no resuelve los problemas que dieron pie a su implementación y que es prácticamente inoperante, no se puede dejar de señalar que cada uno de los aquí mencionados tiene un interés particular para ver al AIFA como la maravilla que al día de hoy no es.

Los empresarios, ya se sabe que lo suyo son los contratos y mientras estos tengan más ceros y el signo de dólares la lisonja y lagotería estarán presentes en sus posiciones.

Los gobernadores del PRI en comento, hace tiempo que vienen dando señales de su cercanía con el partido del presidente, Morena. Su ambición por ligar algún otro cargo de poder o incluso obtener una embajada o consulado, están a la vista de todos por su exagerada abyección a López.

Y con Sheinbaum no hay ninguna novedad, es sabido que quiere la sucesión presidencial a cualquier costo y así la está buscando, a cualquier costo.

Salvador Cosío Gaona en Twitter: @salvadorcosio1

Correo electrónico: Opinión.salcosga@hotmail.com