Faltan solo tres meses…
“Contundente el mandato del pueblo para que se le dé continuidad a la Cuarta Transformación”, dijo hoy en su conferencia el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Paliza que recibió la oposición. ¿Inesperada? Son tan arrogantes en su mayoría, que seguro se repitieron miles de veces esa gran mentira de “¡ganaremos!”… y se la creyeron. Aplaudieron eufóricos a su sueño pueril cuando Xóchitl y sus líderes salieron a decir que habían triunfado. Muchos recuperaron ese oxígeno perdido, el tono violáceo sexenal por fin dio salida a la frustración y fue desapareciendo de sus rostros. Tomaron aire en vano porque en tan solo en unas horas sus caras se contrajeron de nuevo tornándose ahora púrpuras porque el tsunami guinda había arrasado, llevándolos a la fuerza a ese puerto maldito llamado “Regeneración”, en el cual antes de entrar deben todos despojarse de los sueños de enriquecimiento y cínico saqueo por otros seis años.
“En tres meses entrego la banda presidencial. Podré irme y decir: ‘misión cumplida’”, dijo López Obrador. “Está garantizado el relevo con una mujer llena de convicciones, de experiencia; una mujer honesta. Por primera vez en la historia de nuestro país, habrá una presidenta de la república. Claudia garantiza que no va a haber retrocesos, que va va a continuar el desarrollo de nuestro país con progreso, justicia, crecimiento y bienestar. Que se pueda crear riqueza pero también distribuirla. Que no se concentre nada más en unas cuantas manos sino que se distribuya con justicia”, afirmó AMLO.
Pronto terminará su sexenio. Para millones de mexicanos estos años, estos casi dos mil días, estas 52 mil 560 horas pasaron como el agua; mismo tiempo que para la oposición ha sido una pesadilla que los llenó de odio y amargura, de frustración y desesperación; lástima por ellos porque su zozobra continuará…
La oposición no tuvo propuestas, solo propaganda en contra de Claudia Sheinbaum y el presidente. Olvidaron que el pueblo es otro. Eligieron a la candidata que ha dado los peores resultados de la historia… Ese “ángel caído” del cielo, esa “virgen iluminada” muy pronto se hundió y su brillo lo apagó el pésimo prestigio de sus líderes. Ellos iban por sus pluris, así que la dejaron sola y el jefe junior X se quedó furioso y frustrado.
Para rematar, aparece la fotografía de su padre, el poderoso empresario Claudio X. González Laporte esperando –después de la reunión de empresarios– en un enorme y silencioso salón para ser recibido por la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo. Iba y venía el señor X, pisando con sus finos zapatos la suave alfombra que para colmo era guinda; adornada con líneas doradas confusas; los tachones de oro lo mareaban, parecían desprenderse y elevarse para formar frases: “Claudio, ¿cuándo en tu vida has pedido tú una audiencia?” Aturdido, mejor se sentó en el descansabrazos del sillón. El papel que traía en sus manos se habría humedecido por el sudor y borrado sus peticiones. Esperaba meditabundo… La imagen del señor X desvela pesares: ¿soledad, derrota, desolación? Después de una silenciosa espera, el señor X. Laporte, uno de los empresarios más poderosos del país, fue informado que no podría ser recibido por la presidenta electa Claudia Sheinbaum.
Sí, no cabe duda que las cosas han cambiado…
Hace seis años, la oposición nada pudo hacer para evitar que López –así lo llaman con desprecio– llegara a la Presidencia. “Es un peligro para México”, repetían una y otra vez. No, no lo era para México, era para esa minoría porque sabían que él lo cambiaría todo.
Para millones de mexicanos ha sido un gran sexenio. Sobre todo para los más necesitados. Los programas sociales han sacado de la pobreza a miles de personas que habían sido siempre olvidadas; seres humanos que solo eran recordados cuando había elecciones, su afán era utilizarlos y manipularlos para que les dieran su voto a cambio de alguna mezquindad.
Ahora los olvidados tenemos voz…
De nada sirvieron los millones que invirtieron ahora para llamar a Claudia Sheinbaum, “narcocandidata”, “mentirosa” que este es un “narcogobierno”.
Dentro de tres meses, Andrés Manuel López Obrador entregará la banda a la primer presidenta. La dará orgulloso por lo logrado y por la confianza que le tiene a Claudia, convencido de que continuará con este cambio, que seguirá en el mismo rumbo que inició hace seis años y ella será la que erija el segundo piso, reforzando todo y continuar con lo que al presidente no le dio tiempo de terminar.
La oposición está aniquilada…
Dentro de tres meses terminará su mandato, solo quedan noventa días… Sin duda, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo historia..., juntos la hicimos. Y la voz de ese pueblo antes olvidado, es el que ha decidido que esta Transformación y su historia continúen.