El gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, en su calidad de presidente del Consejo Nacional de Morena, sentó en la misma mesa a los tigres “morenistas” y los hizo cantar al unísono, en el mismo tono al que la líder moral del partido, la presidenta Claudia Sheinbaum les ha exhortado interpretar la armónica melodía de la institucionalidad y la congruencia de los principios y valores que dan lugar a su movimiento de transformación política.
Fue la celebración de la Sexta Sesión Ordinaria del Consejo Nacional de Morena, un órgano de dirección de ese movimiento (partido) al que asistieron 364 consejeras y consejeros nacionales, más la estructura directiva y representativa del partido en los diferentes órganos gubernativos, legislativos y jurisdiccionales del país.
Una pléyade fulgurante de figuras de la política nacional, encabezada por la propia presidenta Luisa María Alcalde Luján y el gobernador de Sonora, en funciones de presidente del propio Consejo Nacional, se dieron cita para celebrar el evento “a puerta cerrada’’ este domingo, destacando la presencia de Ricardo Monreal Ávila y Augusto López Hernández, presidentes de las Juntas de Coordinación Política de las cámaras de Diputados y Senadores respectivamente; así como la presencia del senador Gerardo Fernández Noroña, exmilitante del Partido del Trabajo (PT) y recién formalizado su ingreso definitivo a Morena, en su calidad de presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República. También de todos los gobernadores morenistas del país; más la presencia del secretario de Organización de Morena a nivel nacional, el joven Andrés Manuel López Beltrán; él y Luisa María Alcalde flanquearon por cierto al presidente del Consejo Nacional, Alfonso Durazo, quien dirigió con energía pero con templanza con buenas maneras a la “altura de las circunstancias” en todo momento, el desarrollo de la reunión.
Durazo se ha caracterizado desde siempre por ser -además de un excelente operador político- un cuadro con gran capacidad de convocatoria; aunque por su experiencia política se ve obligado a ser parco y en ocasiones, a no infringir “ningún pisotón involuntario de callos” a otros protagonistas, por ningún motivo menos por el del protagonismo innecesario; por eso fue muy cuidadoso en darle su lugar a todos los asistentes a esa especie de “mesa rusa” en que se celebró la principal reunión, no solo a la presidenta y a los líderes parlamentarios, si no a los gobernadores y prominentes miembros de la dirigencias nacional y estatales. No podrá quejarse Luisa María Alcalde, a quien Durazo prudentemente le cedió el mayor protagonismo en su carácter de dama y dirigente nacional formal de Morena.
Aunque la presencia del sonorense se sintió y logró sacar adelante el evento y sus propósitos. Durazo se apegó a aquella frase de Don Jesús Reyes Heroles cuando era secretario de Gobernación: “Gobernación no debe verse ni oírse, si acaso debe sentirse” y así, el hombre de Bavispe se hizo sentir y así se pudo cumplir con creces a quien le solicitó su intervención en el Consejo Nacional para poner orden en Morena: la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
El liderazgo político se define por sus rasgos, por su entelequia misma, en aquellos momentos en que la esperanza del conglomerado que se representa o del pueblo mismo que se dirige, flaquea. Y corre el riesgo de difuminarse en el esfuerzo mismo de su consolidación.
Con ese liderazgo político -precisamente- la presidenta de México ha interpretado puntualmente ese riesgo al interior del partido que la llevó al poder, que está por cierto latente en cualquier organización política de la actualidad en todos los rincones del orbe, cuando el estruendo de la soberbia tecnológica y las tentaciones derivadas de esta, conducen a la falsa dicotomía expresada así: “la inteligencia conlleva a la gente al menor esfuerzo físico y al placer a la vez”.
Falso, porque hay situaciones que implican simultáneamente mucha inteligencia y mucho esfuerzo físico desplegado en algunas ocasiones, sobre todo cuando de lograr metas complejas personales e institucionales se trata o cuando hablamos de metas que trascienden en el tiempo y en el espacio, sobre todo.
Por eso Sheinbaum está consciente del arduo trabajo que implica conservar el poder y convencer a la vez a la población mexicana -potencial electora- de que son en esencia, la mejor y más funcional opción, como lo sostienen en Morena, aunque muchos de sus paladines no necesariamente cumplan con los postulados ideológicos que han esgrimido.
Construir un movimiento en funciones de partido político, como lo es el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), no es cosa fácil ha sido seguramente una tarea titánica para los involucrados para los fundadores mismos del movimiento como lo fue el expresidente Andrés Manuel López Obrador y quienes lo acompañaron en su momento, como Ricardo Monreal, Dante Delgado, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez y varios más; ese es el caso también de Alfonso Durazo Montaño, el actual gobernador de Sonora de extracción morenista y a la vez, presidente del Consejo Nacional de ese partido, quien está cumpliendo al pie de la letra su credo ideológico.
Por eso Alcalde y Durazo decidieron organizar esta estrategia de aglutinamiento y reencuentro de la dirigencia primero, para después, hacer extensivo el proceso a toda la militancia, con el ya famoso esquema de los rigurosos “Diez mandamientos”, que envolvieron algunas catilinarias no divulgadas, pretendiendo evitar preventivamente más pleitos y más divisiones al interior de Morena; activando así un auténtico mecanismo de defensa del partido y sus más álgidos valores políticos y cívicos, dejando atrás la huella del marasmo y del descuido, a los que toda victoria indefectiblemente conduce a muchos seres humanos, tanto en la euforia como en la celebración efímera de la embriaguez y sus estúpidos excesos.
Una estrategia de encuentro que busca la unidad en ese movimiento de transformación, que se construye con base en principios; que se sustenta en las causas por las que siempre han luchado sus cuadros y militantes; en el bienestar del pueblo de México y en el interés supremo de la patria, que están por encima de cualquier interés personal, según su reiterado juramento.
Hay mucho por hacer aun, mucho por construir y mucho por corregir lo que no sobra es el tiempo para las contemplaciones ni para ufanarse en ningún plano de superioridad de acuerdo.
Y es que Morena corre el riesgo de que, como opción política, el concepto esencial de su discurso hacia la gente, que le dio el voto mayoritario a nivel nacional desde el 2018 y 2024, deje de estar aparejado a Morena en la conciencia del elector nacional en lo sucesivo, dadas las conductas en las que han venido incurriendo -innecesariamente- numerosos como prominentes miembros de Morena, investidos de autoridad actualmente, por designación o por elección popular este elemento es la verdadera esperanza, que va más allá de un simple eslogan.
Por su parte, Claudia Sheinbaum, en una correcta y admirable postura de liderazgo serio y poco protagónico, demanda humildad a su partido para seguir construyendo la transformación del país y Alfonso Durazo, en su faceta de militante connotado, ha asimilado y ejecutado íntegramente la instrucción de la presidenta de la República.
La realización de este Consejo Nacional verificado el pasado domingo, dio cuenta a la opinión pública nacional de que hay una conducción partidista donde la presidenta Sheinbaum sin duda es escuchada a pesar de algunos remedos de sabotaje político que indiscutiblemente sufre y resiste.
Cabe señalar que en el Consejo se aprobó un comunicado en respaldo de la actitud valiente y la entereza de la presidenta de México, en defensa de la soberanía nacional, lo cual implica que es el propio pueblo, según lo declarado por Luisa María Alcalde durante la conferencia de prensa informativa, una vez concluidos los trabajos del Consejo, el que le da su respaldo.
Por cierto, fue en ese colofón del evento que fue la conferencia de prensa, en que los representantes de los diferentes medios de comunicación hicieran preguntas incisivas, mordaces, que fueron puntualmente encaradas y respondidas por la presidenta de Morena, estando Durazo al pendiente y al acecho, respaldado por todos los asistentes.
Se habló de la importancia de atender una demanda sentida de la población, que es erradicar la sucesión del poder por la vía consanguínea o dinástica; y ese era precisamente uno de los acuerdos -sino que el principal- el tema de combatir el nepotismo en Morena y los comportamientos alusivos lástima que en ese momento ya se había retirado Ricardo Monreal Ávila, miembro prominente de la familia de los mismos apellidos en Zacatecas, quienes han despertado la inconformidad en aquella entidad por la eventual conducta reiterada al aspirar a repetirla tampoco estaba ya Andrés Manuel López Beltrán, el secretario de Organización de Morena a nivel nacional.
Alguien preguntó casi al final de la conferencia que se estaba perdiendo la mística de honestidad y de lucha equitativa al interior del partido para obtener candidaturas, donde los y las aspirantes a cargos de elección popular (caso de la aspirante a gobernadora de Chihuahua, senadora Andrea Chávez) Luisa María Alcalde dijo que era pertinente entonces, establecer los principios y un compromiso real de los aspirantes a cargos de elección popular, de respetar lo que se acaba de aprobar hoy y que existe la Comisión de Honestidad y Justicia que habrá de actuar en caso de que no se respeten. Pero que estas determinaciones reafirmadas en este Consejo Nacional no tenían dedicatoria hacia ningún individuo o grupo en lo particular.
No estaban sin embargo ya en la Conferencia, ni la senadora Andrea Chávez y por supuesto que el mensaje llevaba dedicatoria a Guerrero, San Luis Potosí y Zacatecas.
Tomó la palabra entonces Alfonso Durazo, para reafirmar lo dicho por Luisa María, señalando que en Morena “se vale levantar la mano; siempre y cuando no se vaya en detrimento de la unidad ni en agravio de la aspiración personal de otros integrantes o grupos que aspiran al cargo de que se trate porque es legítimo aspirar a un cargo, siempre y cuando no se genere conflicto interno”.
Dijo además que como “hemos avanzado en nuestra institucionalidad como partido como pocos. Sin reprimir a militantes que aspiran”.
Antes, Durazo habría dicho que fue aprobada por unanimidad la propuesta de la presidenta de la República para construir los lineamientos que hoy se aprobaron y que terminaron unidos “al final de este Consejo Nacional hemos avanzado en el desarrollo de nuestra institucionalidad”.
Tales lineamientos y preceptos aprobados unánimemente son, en esencia:
Una carta en el que plantea y retoma los principios fundacionales, ético-políticos del movimiento Morena que no todos cumplen, trastocado por su naturaleza electoral y por las formaciones diversas de muchos de sus militantes: esa misiva se las envió la presidenta de México, para ser insertada en los resolutivos del Consejo Nacional partidista. Condensa además las causas históricas por las que Morena se constituyó desde 2011, cuando fue ´por primera vez asociación política: el valor de la unidad; el riesgo del sectarismo; el riesgo de perder la humildad-la sencillez; la prohibición del amiguismo, nepotismo e influyentísimo; en el valor de la movilidad social; en la necesidad de garantizar por parte del gobierno la austeridad; en ponderar y procurar la eficiencia de los mecanismos transparentes para la elección de candidatos del partido; además de la existencia de reglas claras, evitando la ostentación y privilegiando la austeridad, entre otros.
Se pretende que todo el militante, el cuadro y el dirigente o candidato en general, nunca olvide de dónde viene para que siempre tenga claro hacia dónde va.
Ya que desafortunadamente, se presentan en algunas ocasiones en la práctica actualmente, conductas contrarias a estos principios lineamientos. El uso indebido de recursos públicos, la renta de aviones privados, de vehículos blindados, de turismo político injustificado, de ostentación de joyas, ropa de marca, restaurantes de lujo, automóviles de lujo, de tratos exclusivos, prepotencias y humillación durante eventos oficiales o privados.
La presidenta propone que en los gobiernos de Morena no debe haber colusión con la “delincuencia organizada” ni con la “desorganizada”.
Que la “movilización social” siga siendo el eje de nuestra acción política y que se siga privilegiando la llegada de nuestros o nuestras candidatos o candidatas por la vía de la encuesta y todo aquel mecanismo democrático como la “tómbola”.
Además, se incluye el compromiso de impulsar, de acuerdo a lo propuesto por la presidenta de la República, una reforma constitucional sobre el nepotismo, para prohibirlo y sancionarlo. Aplicando esta reforma a partir de ya, en 2026, para el caso de la elección de Coahuila y en el 2027 para la elección federal y no esperando hasta el 2030, como se había aprobado por la mayoría morenista en cámaras, recientemente.
Se aclaró que ya se aplica de manera interna (al interior de Morena) para las elecciones de Veracruz y Coahuila en 2025, la disposición de no llevar los candidatos a familiares en la boleta para cargos consecutivos.
Y por supuesto, se reiteró y se refrendó el respaldo a la presidenta de la República ante las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Esta Sexta Sesión del Consejo Nacional de Morena, debe tomarse muy en serio, para el buen porvenir de esta organización que no termina de ser un movimiento y aun no se consolida como partido político, no obstante contar con el noventa por ciento de las gubernaturas y con mayoría en las dos cámaras del Congreso de la Unión. Se puede afirmar, sin ambages, que, para los propósitos buscados, dicha asamblea fue un éxito y mientras tanto, seguimos viendo lamentablemente, a una oposición que languidece y “pide esquina” con dimes y diretes que no pasan de ser tristemente, “meras balandronadas”, que no constituyen aportaciones que fortalezcan la democracia mexicana.
¡Y pensar que a la vida pública del país y al mismísimo partido político en el poder le conviene la existencia de oposiciones serias, maduras, consolidadas, que, con sus tesis, enriquezcan el debate, las discusiones y los acuerdos en bien de México!
Héctor Calderón Hallal: @pequenialdo @CalderonHallal1